Barcelona

El independentismo se mantiene y no logra la mayoría social

Las fuerzas constitucionalistas crecen 4,4 puntos respecto a 2015, mientras que los secesionistas prácticamente repiten los mismos resultados que hace dos años.

El independentismo se mantiene y no logra la mayoría social
El independentismo se mantiene y no logra la mayoría sociallarazon

Las anunciadas como elecciones plebiscitarias de 2015 no significaron un avance real en el terreno electoral de los independentistas con respecto a las de 2012, las primeras del «procés». El 27-S de 2015 certificó su estancamiento al obtener el 47,8% del voto, cuando tres años antes había alcanzado un valor similar: el 47,9%. Mientras que los partidos pro constitucionalistas crecían del 35% de 2012 al 39,1%, la mejora fue de 4,1 puntos. El 21-D ha confirmado el agotamiento de los partidos independentistas, que no han podido superar el nivel de voto que tuvieron en la época del procés, estancándose de nuevo, ahora con el 47,5%, mientras que los constitucionalistas avanzan posiciones y consiguen sumar el 43,5% del voto. Esto supone una mejora de 4,4 puntos.

Los partidos independentistas obtuvieron 1,7 millones de votos en 2012. En las elecciones de 2015, subieron a 1,9 millones. Su incremento fue de 0,2 millones de votantes. Pero el crecimiento de los constitucionalistas fue superior, en una jornada como la del 27-S, con la mayor participación habida hasta entonces, los unionistas pasaron de 1,2 millones de votos en 2012 a 1,6 en 2015, con un crecimiento neto de 0,3 millones. En las elecciones de ayer, la distancia entre ambos bandos se ha reducido a unos174.000 votos, cuando en 2015 fue de 358.000 votos.

También le ha ido mal la asignación de escaños al bloque de la independencia: de los 74 con que contaba en 2012 pasó a 72 tras las elecciones de 2015. Las urnas del 21-D les asignan 70 diputados.

Por otro lado, los constitucionalistas han ido aumentando su presencia parlamentaria, pasando de 48 en 2012 a 52 escaños en 2015 y 57 tras el 21-D.

También, cada una de las cuatro provincias dan muestras de evolución, tras décadas de inmovilismo, se produce una importe corrección de voto en las cuatro, especialmente en las dos irreductibles y bastiones del independentismo. Con avances de los unionistas.

Barcelona, impulsada más por la provincia, que por la capital, y especialmente por su área metropolitana, ha obligado al independentismo a ir cediendo paso a los constitucionalistas: del 44,2% logrado en 2012 y del 44,4% de 2015, los indepes han pasado el 21-D al 43,9%. En escaños han ido menguando desde los 41 de 2012 a los 39 de 2015 y ahora 38. Mientras que los unionistas han mejorado a lo largo de estas tres últimas elecciones, pasando del 37,1% en 2012 al 41,4% en 2015. Ahora se colocan en el 46%, superando al bando de la DUI.

En la segunda provincia más poblada, Tarragona, los separatistas bajan de 2012 a 2015 del 50,4% al 49%, y ahora obtienen repiten el resultado anterior. Es la única circunscripción donde no bajan en porcentaje. Pero en escaños han bajado de los 10 de 2012 y 2015 a los 9 actuales.

En el lado constitucional el voto ha ido escalando. Del 35,8% al 40,1% entre 2012 y 2015, y en 2017 alcanza el 43,7%. En número de parlamentarios han pasado de los 7 de las dos anteriores elecciones a 8. Mientras, los feudos independentistas permanecen en manos de éstos. En la provincia de Gerona, el voto separatista se mantuvo muy estable entre 2012 y 2015, con el 64,8% y 64,6%, respectivamente, y el número de escaños se mantuvo en ese periodo en 12 escaños, y los resultados del 21-D confirman la tendencia: obtienen el 63,8% y repiten con 12 parlamentarios.

Ante la parálisis de los separatistas, los unionistas en Gerona siguen su mejora, avanzando desde el 23,2% de 2012 y el 27,1% de 2015, al 31 actual, desbloqueando su número de parlamentarios, congelado en 4 y que ahora aumenta a 5.

En la segunda provincia más independentista, Lérida, las cosas evolucionan de modo semejante a la de Gerona. Los indepes, tras dos elecciones consecutivas estabilizados, con el 63,5% y 63,4% respectivamente, remontan ligeramente, llegando al 64,4%. Conservan los 11 escaños que consiguieron en 2012 y 2015.

Entre los constitucionalistas también mejoran los resultados en línea con lo que sucede en Gerona: ven cómo continúa su mejora, avanzando del 25,1% de 2012, al 27,3% en 2015 y el 30,4% actual. Mantiene sus 4 parlamentarios de 2015.

Dentro del constitucionalismo queda de manifiesto el éxito de la estrategia de Cs, que ha captado decenas de miles de votantes del PP. Mientras que el PSC se mantiene a flote con los votos que capta de los comunes y de la antigua Unió.

En el bando separatista, se pone fin a décadas de hegemonía de los convergentes, ahora bajo la marca JxC, que deberán compartir campo político con ERC, que ha crecido del 13,7% de 2012 al 21,3% del 21-D, mientras que los convergentes sufren su mayor revés electoral, bajando del 30,7% de 2012 al actual 21,6%.

Los independentistas fracasan por tercera vez consecutiva (2012, 2015 y 2017) al no lograr su ansiada mayoría social soberanista.