Granados, al salir de prisión: «Jamás he metido la mano en la caja»

Actuará contra los policías que le acusaron y dice que los funcionarios «han llorado» por él.

El 31 de octubre de 2014, el entonces hombre fuerte del Gobierno de Esperanza Aguirre de la Comunidad de Madrid, el consejero de Justicia y Presidencia, Francisco Granados, ingresaba en prisión, junto a David Marjaliza, al considerarle el juez Eloy Velasco uno de los cerebros de la trama de corrupción conocida como «Púnica». Ayer, 33 meses después, dejaba atrás los barrotes de la madrileña prisión de Estremera –la misma que él inauguró años atrás–, una vez que el magistrado validara los avales hipotecarios presentados por sus familiares, toda vez que superaraban el doble de la fianza impuesta, 400.000 euros. Ahora, tendrá la obligación de presentarse dos veces al mes en el juzgado más próximo a su domicilio, deberá estar siempre a disposición del juzgado y no podrá abandonar España sin que lo autorice el juez, que, a partir del 5 de julio como máximo será Manuel García-Castellón.

Así, asistirá en libertad al primer juicio que deberá afrontar en noviembre, donde el fiscal solicita tres años de prisión, por el presunto «chivatazo» que alertó de que la Guardia Civil estaba investigando a Marjaliza. Al salir de la prisión, pasadas las tres de la tarde, Granados volvió a insistir en lo que ha sido su discurso unívoco en todas sus declaraciones. Es decir, en que no incurrió en ningún delito, algo que, según señaló, podrá demostrar. «Soy inocente. Jamás he metido la mano en la caja», afirmó el ex consejero y ex secretario general de los populares madrileños. Reconoció que en «25 años» de investigación contra él se han podido localizar «fallos», pero entre ellos no está haberse llevado «ni un solo euro jamás de dinero público».

Pero no sólo se limitó a incidir en su inocencia, sino que, además, adelantó que pedirá responsabilidades a los policías que han firmado informes que le incriminan en esta trama de corrupción o contra los fiscales que han actuado en la misma línea. Así, Granados, tras criticar duramente los informes de la Guardia Civil que le implican en este caso de corrupción, aseguró que los irá «desmontando uno por uno». En esta línea, informa Efe, destacó su «falsedad e inconcreción» e incluso atribuyó a la «mala idea» las acusaciones que se hacen contra él. «Iré demostrando su falsedad y su inconcreción uno por uno. Como es lógico también pediré responsabilidades a los funcionarios que los hayan firmado, sean de la UCO, sean de la Fiscalía o sean de quien sean», afirmó Granados. En este sentido, incidió en que «hay determinados informes que destruyen vidas, que ponen en bretes a gobiernos, que ponen en la cuerda floja a presidentas de comunidades autónomas y que luego se dice que son inconsistentes y no pasa nada».

Granados mostró su «satisfacción» por estar en la calle y «poder finalmente» defenderse. «Fui detenido hace casi tres años en la puerta del colegio de mis hijas y desde entonces me he encontrado en prisión preventiva en una absoluta indefensión», denunció.