Elecciones generales
El PP reunifica el voto de la derecha ante el parón de Cs y Vox
Ya está a menos de tres puntos del PSOE, que se estanca por debajo del 27% y demuestra que no podrá despegar si no se desploma Podemos.
Ya está a menos de tres puntos del PSOE, que se estanca por debajo del 27% y demuestra que no podrá despegar si no se desploma Podemos.
El tracking electoral elaborado por NC Report confirma una tendencia que, de mantenerse durante las tensas semanas que quedan hasta el 28-A, podría decantar el mapa político de la próxima legislatura: el votante de centro derecha parece estar comenzando a reagruparse en torno a las siglas lideradas por Pablo Casado y, a medida que se acerca la cita con las urnas, parece cada vez más sensible a los argumentos que defienden los efectos negativvos de la disgregación del voto entre las tres fuerzas que componen este bloque de las derechas.
En un periodo preelectoral en el que el líder popular presentó su programa económico y una reforma tributaria que contempla fijar el tipo máximo del IRPF en el 40% y en el Impuesto de Sociedades en el 20%, el PP ha ganado 9 décimas que sumadas a las 7 que había logrado la semana anterior empujan al partido hasta el 24% del voto y le convierten en la formación que más crece por segunda semana consecutiva. Por primera vez en meses, el PP rompe el techo de cristal de los 100 escaños en las encuestas y se sitúa muy cerca de los 6 millones de votos. En este mismo periodo de tiempo (desde el 22 de marzo) Ciudadanos ha perdido un punto pasando del 17,1% al 16,1% lo que le reportaría 55/56 escaños en el nuevo Congreso. La caída es más abultada si cabe en el partido que lidera Santiago Abascal. En la última semana la intención de voto de Vox ha bajado 9 décimas del 10,3% al 9,4%. Las entrevistas en las que se han basado los dos últimos trackings fueron realizadas cuando este partido tuvo que hacer frente a su polémica propuesta referente a las armas de fuego y a la dimisión del numero uno de Vox por Albacete acusado por los partidos de izquierda de presuntas incorrecciones políticas.
En cualquier caso se trataría, según el estudio de NC Report, de una redistribución del voto dentro del bloque de centro derecha, que sigue aventajando a la suma de PSOE y Podemos en casi nueve puntos. En concreto PP, Cs y Vox pierden cuatro décimas desde la semana pasada y superan el 50% de los sufragios por dos décimas, un resultado que de materializarse el 28-A daría a este bloque 176/179 escaños, es decir, justo al límite de la mayoría absoluta. Si la concentración del voto del bloque de centro derecha sigue materializandose el PP podría llegar a alcanzar al PSOE, partido del que le separan 2,9 puntos.
En el bloque de las izquierdas no hay grandes cambios: tanto el partido del Gobierno como Podemos se estabilizan y apenas se mueven unas décimas. Concretamente el PSOE de Sánchez ha sacado poco rédito electoral a su estrategia de atacar al gurú económico del PP, Daniel Lacalle, a cuenta de unas declaraciones sacadas de contexto sobre las pensiones. El PSOE gana dos décimas esta última semana (las mismas que había perdido la anterior) y se estanca en el 26,6% que le daría 108/112 escaños. Estos datos demuestran la incapacidad del principal partido de la izquierda para disparar su resultado electoral sin que Podemos se desplome abruptamente.
Existía mucha expectación sobre el impacto en las encuestas del retorno de Pablo Iglesias. Pues bien, los números de Podemos se mantienen alrededor del 12%. En la última semana ha pasado de 11,9 a 12,3 de intención de voto, un dato que sitúa a este partido en los 29/31 escaños muy por debajo de la representación parlamentaria lograda en junio de 2016 por la coalición de extrema izquierda liderada por Iglesias. Por último, el bloque de partidos soberanistas baja solo una décima hasta el 6,2% y mantiene una horquilla de 23 a 35 escaños que pueden ser claves para investir a Sánchez.
Si en algo coinciden todos los expertos es un el peso crucial que la movilización de los diversos electorados va a tener el 28 de abril. Ésta es la razón de que los datos de participación reciban más atención que nunca. Por ahora la izquierda, la que más necesita un revulsivo, no recibe buenas noticias: la participación sigue manteniéndose en los mismos niveles que desde hace un mes, en torno al 66%, una cifra muy alejada del 75% que ha propiciado tradicionalmente las victorias del socialismo en nuestro país.
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