Política

El desafío independentista

El Príncipe se reúne en Madrid para abordar el nacionalismo catalán y la crisis

La Razón
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No fue un acto público. El Príncipe de Asturias, dentro de su condición de sucesor a la Corona, mantiene reuniones privadas dentro y fuera de Zarzuela que completan su formación y le preparan para cuando asuma el trono de España. Ayer por la mañana, tuvo lugar uno de esos encuentros en Madrid. El Centro de Estudios Políticos y Constitucionales –organismo que depende del Ministerio de Presidencia– fue el escenario de una cita entre diferentes representantes de las instituciones en la que el Príncipe quiso tomar el pulso a la situación actual del país. Entre otros asuntos, la crisis económica y el nacionalismo catalán fueron los temas protagonistas.

Según informan fuentes cercanas, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, y su homóloga en el Gobierno socialista anterior, María Teresa Fernández de la Vega, asistieron a un almuerzo programado desde hace tiempo, que también contó –Telecinco aportó ayer las imágenes– con la presencia de Benigno Pendás, presidente del Centro, Emilio Lamo de Espinosa, José Varela Ortega y Francesc de Carreras, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, que participa asiduamente en seminarios organizados por el Centro. Estos encuentros privados son la herramienta principal del Príncipe de Asturias para tomarle pulso al país; el instituto Elcano es otro foro de análisis y discusión en el que participa con asiduidad, y en el que se tratan los asuntos de máxima actualidad, al igual que sucedió ayer. Es por este motivo que la crisis económica y la deriva secesionista estuvieron sobre la mesa, en un momento en que el heredero de la Corona también se encuentra en el punto de mira debido a la reciente operación del Rey. El 12 de Octubre los Príncipes, en ausencia de la Reina, presidirá el día de la Hispanidad. El año pasado, en la recepción posterior en el Palacio Real, Don Felipe rechazó afrontar la cuestión como un problema, y distinguió entre la «Cataluña real» y lo que él consideró la «espuma» generada por los enfrentamientos y declaraciones políticas.

Según informaron fuentes empresariales a este periódico, en el XV Congreso Nacional del Instituto de la Empresa Familiar celebrado en Barcelona los líderes de las compañías asistentes plantearon a Don Felipe sus preocupaciones respecto a la proyección empresarial catalana por motivos tanto económicos como políticos. Aún así, las mismas fuentes señalaron que no se hicieron «grandes declaraciones con el Príncipe» ni se planteó «un gran debate. Andan todos con pies de plomo por las consecuencias que pueda tener».

Un tema muy delicado, que afecta a la imagen del país en el exterior, que Don Juan Carlos siempre ha abordado dentro de sus posibilidades y limitaciones como Jefe de Estado. El año pasado publicó una carta en la página web de la Casa Real en la que pidió «no alentar disensiones ni perseguir quimeras», y fuentes de Zarzuela explicaron que la clase política y los nacionalismos fueron los destinatarios del mensaje. Por otro lado, según pudo saber este periódico, este año ha mantenido las habituales reuniones con empresarios de grandes compañías catalanas.