Bruselas
El repliegue de Afganistán se acelera
España transfiere al Ejército afgano el puesto de combate de Ludina
«Nos vamos de Ludina». Con estas palabras a través de su cuenta de Twitter, el Ministerio de Defensa anunciaba ayer que las tropas españolas habían completado la transferencia del Puesto Avanzado de Combate «Bernardo de Gálvez 2» al Ejército afgano «con el honor y la satisfacción del deber cumplido». Un mensaje, éste, que dice aún más, pues significa que el repliegue de los militares españoles se está acelerando, entre otras razones por la mayor independencia de las Fuerzas de Seguridad afganas, que han demostrado sus capacidades en diferentes operaciones contra la insurgencia en las últimas semanas. Uno de los primeros pasos de cara a esta salida del país asiático se produjo a comienzos de año, cuando se desmontó la última base de patrullas de la ruta Lithium.
De esta forma, el contingente español abandona uno de los lugares más peligrosos de la provincia de Badghis en el que han muerto cuatro militares desde 2010. El siguiente paso, previsto para las próximas semanas, será la salida del Puesto Avanzado de Combate de Moqur y el repliegue definitivo de la base de Qala-i-Naw, que se espera para el próximo otoño.
De momento, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, calificó la salida de Ludina de «muy buenas noticias». Según afirmó en Bruselas, tras la reunión con sus homólogos de la OTAN, el repliegue de «los últimos 100 soldados españoles» de la base «significa que las cosas van bien» y supone «un adelanto sobre el calendario previsto», informa Ep. Incluso, apuntó que el regreso a España de estos militares podría llegar «antes de lo previsto».
En lo que se refiere a Ludina, el último contingente destacado en el puesto (formado por una compañía de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable «Galicia VII» y personal de apoyo de otras unidades) viajó hasta Qala-i-Naw por la ruta Lithium a bordo de blindados «RG-31» y «Lince» junto a otros vehículos de transporte. A primera hora de la tarde llegó «sano y salvo» a la base «Ruy González de Clavijo», informó el departamento que dirige Pedro Morenés en un comunicado.
Previamente, en el propio puesto de combate se escenificó esa entrega al Ejército afgano, en la que estuvieron presentes el jefe de la Brigada «Galicia VII», general José Antonio Alonso Miranda, y el jefe de las tropas españolas en Qala-i-Naw, coronel Fernando García González-Valerio. Junto a ellos también estuvieron el vicegobernador de la provincia de Badghis, Camarudin Shekeb, y el general del Ejército afgano Dawiid Sha Wafad. Tras los correspondientes honores, el arriado de la bandera española puso punto y final a la presencia de nuestras tropas en este punto «caliente». Una enseña que será entregada al Museo del Ejército de Toledo.
Durante el tiempo que las tropas españolas han estado desplegadas en este puesto de combate avanzado han sido cuatro los militares que han perdido la vida, tres de ellos a causa de artefactos explosivos improvisados y otro por un disparo durante un combate contra la insurgencia. Es la cara más triste de una misión en la que, además de garantizar la seguridad de la zona, los militares españoles han prestado su ayuda a unas 40 poblaciones en aspectos como la educación, la sanidad o las infraestructuras.
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