El Rey busca un pacto entre PP y PSOE en la reforma de la Administración

En un gesto inédito en su reinado, Don Juan Carlos reunió ayer a los miembros de la comisión permanente del Consejo de Estado en un almuerzo en el que se inauguró la puesta en escena de lo que lleva meses «preparando»: la devolución de la confianza de los ciudadanos en las instituciones

En un gesto inédito en su reinado, Don Juan Carlos reunió ayer a los miembros de la comisión permanente del Consejo de Estado en un almuerzo en el que se inauguró la puesta en escena de lo que lleva meses «preparando»: la devolución de la confianza de los ciudadanos en las instituciones con la recuperación económica como herramienta principal. Como tema protagonista, se abordó la ley de reforma de la Administración –una de las reestructuraciones cruciales del Ejecutivo y que se presentará hoy en La Moncloa–, además de abordarse la situación política, económica e institucional del país.

«El Rey piensa que es el momento de tomar el pulso a la situación institucional española», explicaron ayer fuentes de Zarzuela a los periodistas. Lo que traduce la cita oficial de ayer: si en 2012 el Rey ya recibió en La Zarzuela al presidente, Romay Beccaría y en 2011, a María Teresa Fernández de la Vega por su incorporación al organismo, nunca, a voluntad propia, había mantenido una comida con los miembros del Consejo, entre los que figuraron Romay Beccaría y los presidentes de las ocho secciones este órgano constitucional: Landelino Lavilla, Miguel Rodríguez Piñero, Miguel comensales se encontraban Romay Beccaría y los presidentes de las ocho secciones este órgano constitucional: Landelino Lavilla, Miguel Rodríguez Piñero, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Fernando Ledesma, Alberto Aza, José Luis Manzanares, María Teresa Fernández de la Vega y Enrique Alonso. También estuvieron presentes el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno y la secretaria general del Consejo de Estado, Guadalupe Hernández Gil.

Este periódico ya informó de esta línea de actuación que seguirá el Jefe de Estado desde que recuperó su actividad institucional el día de las Fuerzas Armadas y que, por consiguiente, estará focalizada dentro de nuestras fronteras, a diferencia del año pasado, en el que el Jefe de Estado se centró en promocionar la Marca España en el exterior. Hoja de ruta que sustenta las últimas publicaciones de LA RAZÓN respecto a los movimientos del Rey para pulsar la situación del país, como los encuentros que sigue manteniendo con los empresarios catalanes –preocupados por la deriva soberanista de Artur Mas–, y la iniciativa de presidir en julio la primera reunión del Consejo de Seguridad.

El que durante la comida, que duró dos horas, se tratara la reforma local, pendiente de consenso entre el PSOE y el Partido Popular. Este acto se produce precisamente cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, acaban de llegar a un pacto sobre la postura que el Ejecutivo defenderá ante el Consejo Europeo de finales de mes, lo que a efectos de imagen beneficia la gestión del Rey, promocionada por la Casa Real, de propiciar consensos entre los principales partidos. El «Caso Nóos» ha significado para la Casa Real una tela de araña que poco a poco ha ido envolviendo a la Institución con una presión cada vez mayor. Este periódico ya adelantó que el Rey, durante el tiempo que estuvo recuperándose en Zarzuela, había estado trabajando para relanzar el papel estabilizador de la Corona. Don Juan Carlos es consciente de que, en cierta manera, tiene que «reivindicar» el papel que desempeñó en la Transición, según lo que demanda la situación actual. Y en su primera audiencia pública en Zarzuela al Premio Cervantes Caballero Bonald, despejó cualquier duda: «Pronto estaré dando guerra otra vez». Porque al igual que en ningún momento interrumpió su despacho semanal con el presidente del Gobierno, tampoco lo hizo con sus audiencias privadas, en las que, según fuentes de la Casa Real, mantuvo conversaciiones con los líderes de los principales partidos políticos –incluidos ex presidentes del Gobierno–, personalidades del sector social, del mundo empresarial y financiero.