El desafío independentista
El separatismo eleva la ofensiva para desacreditar a los jueces
Torra y las entidades independentistas cargan contra la judicatura en el aniversario del 20-S
Torra y las entidades independentistas cargan contra la judicatura en el aniversario del 20-S.
El independentismo ha encontrado nueva munición para desacreditar a la democracia española e impulsar una ofensiva contra los magistrados a las puertas del juicio a los dirigentes del «procés». El presidente de la Generalitat, Quim Torra, salió ayer a responder con contundencia a los mensajes destapados el miércoles en un chat interno de jueces por «El Món», en los que se definía al separatismo como «violento» y «nazi» y se afirmaba que con el separatismo «ni se negocia ni se dialoga», y exigió la dimisión del presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, además de instar al Gobierno de Pedro Sánchez y la Fiscalía a emprender acciones para dirimir si esas manifestaciones constituyen algún delito. Asimismo, anunció que trasladará una queja a la Unión Europea.
Torra, en una declaración institucional a primera hora de la mañana, consideró que esos mensajes demuestran que «no hay independencia judicial ni imparcialidad ni integridad y cuestiona los fundamentos de cualquier estado democrático y de derecho». Estas palabras del president, que acudió por la tarde a la manifestación impulsada por la ANC y Òmnium en la sede de la Consellería de Economía para rememorar el 20-S, recibieron la respuesta del presidente del Gobierno, que cerró filas con la judicatura y defendió la «imparcialidad y la independencia» del sistema judicial.
El Poder Judicial también estuvo en el centro de las descalificaciones de la protesta que impulsaron las entidades independentistas por la tarde, que congregó miles de personas, aunque sin alcanzar los 40.000 que se concentraron el año pasado. A esta manifestación acudieron, además de Torra, la mayoría de consellers, el presidente del Parlament, Roger Torrent, así como representación de todos los partidos independentistas. Por vídeo, también reapareció Carles Puigdemont, que apeló a que la movilización continúe. En los parlamentos, la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Elisenda Paluzie, cargó contra «un aparto judicial con jueces que actúan de parte» y aseguró que al Estado «sólo le queda el poder». «No tienen ni la justicia ni la verdad. Sólo tienen el poder, y este poder somos capaces de vencerlo», clamó la líder de la ANC. En este sentido, arremetió contra el Estado y ensalzó la actitud de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, acusados de sedición tras alentar la concentración que tuvo lugar el 20-S y que han señalado por carta que «lo volveríamos a hacer». «Hicimos una movilización pacífica pese a que la Guardia Civil se dejó los coches abiertos con armas en su interior», aseguró Paluzie.
Por su parte, el vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, repartió dardos contra el Poder Judicial y contra el partido del Gobierno, el PSOE. Así, definió como «operación de Estado» las acusaciones contra los «Jordis» al denunciar que la Fiscalía actuó bajo dictado del Gobierno de Mariano Rajoy y denunció que «no tendrán un juicio justo». Ahora, Mauri pidió a Pedro Sánchez que retire todas las acusaciones, si no se convertirá en «cómplice de Vox». «El PSOE y Vox sentarán en el banco de los acusados a los líderes independentistas», zanjó.
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