Guardia Civil
Equiparación salarial: Los héroes de la guerra de los treinta años
Cinco meses después de que LA RAZÓN iniciara la campaña reunimos a los dos agentes que dieron voz a la injusticia.
Cinco meses después de que LA RAZÓN iniciara la campaña reunimos a los dos agentes que dieron voz a la injusticia.
Son 143 los días que han pasado en el calendario desde que LA RAZÓN pusiera el foco en una injusticia de décadas en la que la Policía Nacional y Guardia Civil reclamaban «mismo sueldo por el mismo trabajo» que los Mossos d`Esquadra. Cinco meses después volvemos a reunir a los dos agentes que sirvieron de altavoz de tal agravio.
José González, policía nacional de la UPR y vocal del SUP entró en el Cuerpo por vocación. «Era mi ilusión desde muy pequeño». Hijo de policía nacional, asegura que le «inculcaron buenos valores y el servicio a los demás». Coincide en esa tradición familiar con el sargento 1º José Silva, presidente de la Asociación de la Escala de Suboficiales de la Guardia Civil (ASESGC), quien se crió en un cuartel y asegura que la mayoría de los amigos que conserva de su niñez están en la Benemérita.
Por el camino han sorteado varios charcos, avanzan al mismo paso firme que el primer día y ven algo más cerca la equiparación salarial. Con la «propuesta de acuerdo» que el Ministerio del Interior puso el martes sobre la mesa, después de que una semana antes sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles se levantaran de la mesa de negociación, sólo esperan que esta vez no llueva sobre mojado. «Esperábamos llegar hasta aquí, aunque para ello hayamos tenido que esperar 35 años. Es cierto que gracias al apoyo de los medios de comunicación y del apoyo popular hemos conseguido avanzar». Tras un largo camino recorrido de promesas incumplidas o en el aire, creen que ahora es una oportunidad la puerta que se abre. «Éramos conscientes de las dificultades que entraña la equiparación salarial, pero creo que se han hecho las cosas muy bien y esto nos ha situado ahora mismo aquí», destaca el sargento 1º.
El policía nacional González afirma que lo que hay encima de la mesa «no es la equiparación total, como nos prometía Zoido en el Consejo de la Policía, pero es un paso muy importante en esta demanda histórica. Quedan aún flecos por abordar como el tema de la jubilación, conciliación de los compañeros y muchas otras cuestiones», aunque reconoce que «como paso principal, acortamos sustancialmente la distancia con las policías autonómicas en un breve plazo de tiempo», aunque se muestra cauteloso ante las promesas del Ejecutivo.
Por su parte, Silva indica que «la propuesta es muy importante» y que hay que valorarla en términos generales.«Que un guardia civil pueda acabar ganando 720 euros más brutos al mes en su nómina que en términos netos, supone 6.000 euros más anuales; a nosotros nos parece una cantidad muy importante». «Creemos que está muy cerca de la equiparación real y efectiva con los mossos», y subraya que, aunque esa equiparación es muy complicada «para todos los guardias de base de seguridad ciudadana se puede decir que sí que se cumplen los criterios de equiparación».
La oferta de Interior es de 807 millones de euros más la subida que se pacte en la mesa de la función pública para el personal funcionario que queda fuera de este acuerdo y que supondría unos 300 millones de euros en los próximos tres años. De manera que en 2018 el Gobierno incluiría en los Presupuestos Generales del Estado un total de 500 millones de euros para incrementar las nóminas de policías y guardias civiles sin tocar los derechos sociolaborales. «En cualquier caso no es una cifra cerrada, hemos partido de una cifra mínima que se va a revisar, en el plazo de un año a través de una auditoría externa, y si esta cifra es superior, está el compromiso de acometer las partidas presupuestarias que la culminen».
Aún no han firmado el acuerdo, tienen de plazo hasta el lunes, –aunque van a pedir que se amplíe como mínimo un día más– para dar su respuesta. Será a partir del viernes cuando sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles –representan un 85% de ambos Cuerpos– sometan a votación telemática y presencial la propuesta. ¿Y qué van a votar? «Yo tengo claro que voy a votar “sí”. Mi respuesta a la pregunta no la puede condicionar el cómo se reparte el dinero, si es en función del complemento específico singular, si por la productividad.. Pero creo que estamos ante una oportunidad histórica, que igual pasa y no la tenemos más. Hay muchos colectivos reivindicando la equiparación salarial y a lo mejor el gobierno cierra esa ventana que ahora tenemos abierta», destaca Silva.
El policía González, sin embargo, aún lo tiene que pensar. «Todavía no lo he decidido, porque quiero leerme detenidamente la letra pequeña y en función de lo que encuentre, decidiré». Aunque destaca que «si el sindicato y las asociaciones han dado por responsable el acuerdo que nos proponen, entiendo que tiene una parte positiva y hay que leerlo con responsabilidad», subraya.
Como en todas las misiones en las que se involucran, por laberíntico que sea el camino, siempre tienen como principio el cumplimiento del deber. A pesar de las injusticias, las dificultades, mesas de reuniones, tablas de equiparaciones, informes, horas de reuniones y de estudio... los hombres y mujeres que integran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cumplen con su cometido sin pensar en nada más que salvaguardar los intereses de los ciudadanos, el orden y la ley. «Seguimos cumpliendo con nuestro deber aun teniendo 100.000 policías y guardias civiles menos en España que hace siete u ocho años, y estamos manteniendo unos índices de criminalidad que son la envidia en el resto de Europa», apunta González.
Les parece «increíble que por fin, en este eterno debate hayamos conseguido trasladar nuestras conversaciones del café y sindicatos y asociaciones hayan conseguido ponerlo en una mesa de negociación, y que por parte del Gobierno y de la Administración se nos haya escuchado y estemos aquí. Ha sido todo muy rápido. A favor o en contra es un paso adelante al haber generado este debate y tener una propuesta a este respecto», indica el policía nacional.
A cada paso que dan sorteando la lluvia que cae en Madrid hay un compañero que les interroga sobre qué va a pasar, si es creíble o no. «Están ahí otros apretando... Cada uno tendrá que responder en conciencia y atendiendo a las circunstancias personales y sus expectativas», indica González.
Silva destaca que en su caso, desde su asociación, se ha elaborado un documento informativo aclarando las cuestiones controvertidas que pueda haber». Subraya que hay un aspecto importante «que es que el Gobierno se ha comprometido a elaborar una ley de igualdad retributiva para todos los policías. No sólo hablamos de que se va a cumplir con la igualdad salarial con respecto a los mossos sino que también, para el futuro, ya no van a existir más diferencias porque es lo que va a permitir esta ley, que no se pueda volver a repetir esa desigualdad», apunta optimista.
Dicen que siempre se han sentido valorados por la sociedad «y todos estos meses mucho más», asegura González. El sargento 1º Silva destaca que esto es «una buena inyección de moral para los guardias civiles y policías nacionales». Y manda un mensaje al resto de agentes: «Que hablen con sus compañeros y con sus amigos; que no hagan caso a los grupos de whatsapp. Que hablen con sus parejas y les expongan el dinero del que estamos hablando: 720 euros netos y que valoren su opinión; porque la opinión de los grupos de whatsapp no se sabe ni quiénes la dan». Y es que Silva está convencido de que las familias les dirán: «No te lo pienses, este acuerdo no te lo van a ofrecer en la vida».
En este largo camino hay algo que han aprendido: que unidos ambos colores, azul y verde, son más fuertes.
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