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¿España da votos? La maquinaria electoral se hace patriótica

Los expertos sostienen que el desgaste de los políticos obliga a las formaciones a recurrir a la nación ante el 10-N.

La campaña electoral para el 10-N tendrá entre sus elementos clave la palabra España: los partidos recurren a ella como reclamo electoral
La campaña electoral para el 10-N tendrá entre sus elementos clave la palabra España: los partidos recurren a ella como reclamo electorallarazon

Los expertos sostienen que el desgaste de los políticos obliga a las formaciones a recurrir a la nación ante el 10-N.

Los partidos políticos miran ya hacia el 10-N y casi al unísono presentan sus lemas electorales, que en esta cita tienen en común, tanto en la izquierda como en la derecha, la apelación a la palabra España. La situación de desconfianza y enfado de los ciudadanos respecto a las formaciones políticas y los líderes les obliga a recurrir al concepto «España» para situar la campaña en torno a otro marco porque todos los líderes concurren desprestigiados a la próxima cita electoral. Los expertos coincide en subrayar que, efectivamente, la maquinaria electoral se ha activado, con elementos patrióticos, incluido en los partidos más a la izquierda con un cambio de tendencia notable, sin los complejos a los que estábamos acostumbrados. Una prueba más de que España y el sentimiento patriótico están de moda gracias a la pérdida de complejos, en especial, entre los más jóvenes.

José Manuel Erbez Rodríguez, Secretario de la Sociedad Española de Vexilología

«El uso de la bandera bicolor ya no se identifica solo con la derecha»

El secretario de la Sociedad Española de Vexilología, José Manuel Erbez Rodríguez, explica que en la actualidad «se ha normalizado el uso de la bandera bicolor hasta el punto que ya no tanto identifica a la Monarquía o a la derecha, sino que representa al conjunto de España». Es decir, los complejos y estereotipos dejan paso a una visión menos sesgada del concepto España y el uso de la enseña nacional. Para este experto en el estudio de las banderas –en su sentido más amplio– no hay duda de que su uso «está de moda». En su opinión, gran parte de la culpa la tienen los éxitos deportivos de los atletas nacionales que a partir de la década de los 80 empiezan a cosechar un éxito tras otro. «Antes casi no contaban en el extranjero y eran pocas las ocasiones en las que se lucía con orgullo la bandera, de ahí, que cuando los deportistas alcanzaron fama internacional se empezó a sacar sin complejo, sin ideología y para poner en valor los éxitos colectivos». Recuerda que este distintivo, en sus orígenes, servía para identificar a un colectivo dentro de una batalla: «Su significado original fue identificar, una cuestión práctica», explica. Con los años, la bandera adquiere un valor emocional. «Los ciudadanos ven la bandera como un símbolo común de un colectivo y para distinguirse de otras naciones. Une y distingue. Es por tanto algo positivo, porque proporciona unión, y negativo, porque segrega de forma agresiva».

Fernando Carruesco, Experto en marketing político

«Frente al hartazgo político emerge España como marco de unión»

Atrás quedó el protagonismo de los candidatos de la anterior cita electoral, de cara a noviembre España –como nación fuerte y símbolo de la unión de todos sus habitantes– emerge como la protagonista omnipresente en los discursos políticos. Según el analista, el entorno de desconfianza y enfado enorme con la clase política y los líderes son los motivos de la apropiación por parte de los políticos de la palabra España. «Normalmente intentan la lucha por el relato, es decir, que su discurso lo comparta la mayor gente posible de sus votantes y que lo compren en forma de solución. En este caso, en un entorno de desconfianza, ese relato parte de un entorno desprestigiado por lo que se establece un cambio de marco», insiste. Y es ahí donde España, como nación, adquiere protagonismo. En opinión del experto, en un contexto de inminente crisis económica y pendientes de la sentencia del Procés, los partidos pelean por ser capaces de ofrecer soluciones a los problemas de España. En este sentido, sitúan a las recetas para mitigar los efectos de la crisis en el centro de la campaña y batallan por prestar atención a un electorado sensible al concepto de España como nación que, quizás, en los últimos meses se ha sentido desatendido debido al pulso independentista. Es más, argumenta que se está rompiendo con la identificación nacional en función de la ideología y pone como ejemplo el uso de la palabra «patria» por parte de Pablo Iglesias en sus discursos iniciales, así como la decisión de Pedro Sánchez de posar con la bandera española durante la presentación de su candidatura en 2017.

Luis Tejero, Consultor de MAS Consulting

«Es frecuente que los partidos recurran a España en su eslogan de campaña»

Es frecuente que las candidaturas recurran a España o al concepto de país en sus eslóganes. Lo han hecho prácticamente todos, hasta el punto que dos formaciones antagónicas como PSOE y Vox usaron un eslogan casi idéntico con apenas unos meses de diferencia: «La España que quieres». Por su parte, el Partido Popular prometió una «España en serio» en 2015, Podemos nos ofreció «La sonrisa de un país» en 2016, Rivera pintó su «Vamos Ciudadanos» sobre un fondo de banderas rojigualdas en abril, mientras que para el 10-N opta por «España en marcha». Errejón concurre bajo el cartel de «Más País» y los de Casado con «Todo lo que nos une». Ahora bien, aunque España esté de moda, este intento de conectar con el sentimiento de pertenencia de los votantes y apelar a España en los eslóganes de campaña, no es una garantía de éxito. El consultor de asuntos públicos de MAS Consulting, Luis Tejero insiste en que «el lema es solo un elemento más, como la foto o su buen o mal desempeño en los debates y la gestión de sus perfiles en las redes sociales». Es decir, «una palabra importa, pero no es tan decisiva como para inclinar la balanza y el inquilino que dormirá en La Moncloa», concluye.