Espinar pide un Vistalegre III y asegura que Podemos tiene futuro, pero "los Iglesias-Montero no"

El exsecretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid ha pedido este domingo la celebración de un tercer Vistalegre de manera urgente para para refundar el partido.

Forzado a pulsar el botón de reinicio. Así se encuentra Pablo Iglesias tras la debacle electoral que ha debilitado internamente a la formación hace una semana. Si en Podemos hasta ahora se negaban a iniciar una refundación, con el paso adelante de uno de los ex dirigentes más mediáticos y con poder dentro de la formación, Iglesias se verá obligado a ello y a competir, incluso, por volver a revalidar su cargo al frente del partido.

Anoche, el hasta hace escasos meses secretario general en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, hacía saltar las alarmas en Podemos al desvelar sus planes: liderar una alternativa dentro de la formación para arrebatar los mandos de poder al «tándem Iglesias-Montero».

Abogando por la renovación, Espinar secunda las voces críticas que exigían esta semana el adelanto de Vistalegre III –como ya informó este diario–. En una tribuna en eldiario.es, el ex dirigente pide la celebración urgente de este órgano –el de mayor poder de decisión dentro del partido– porque a su juicio el proyecto político de Podemos «puede tener futuro», pero «los Iglesias-Montero no», según aseguran fuentes cercanas a Íñigo al diario El Mundo. «No hay nadie hoy en Podemos que no piense que lo razonable sería encontrarnos en una Asamblea Ciudadana», recalca.

En su extenso artículo, Espinar confirma también la necesidad imperiosa de que varios barones autonómicos morados reflexionen: «Hay que recuperar el rumbo y a los compañeros que hemos perdido por el camino» y para ello « hay margen para una política de cambio a la altura». Espinar no deja tampoco opción para Iglesias sobre el posible escenario de que este asuma los resultados al frente de Podemos: «Ya no es tiempo de aprender de los errores, sino de aprender del fracaso. El fracaso invita a la acción y el cambio».

El nuevo revés para los morados llega con Iglesias blindado por su formación, pues antes de las elecciones generales había erradicado las corrientes críticas dentro de las filas en el Congreso. Justo a finales de enero, Espinar dimitía de sus cargos al diferir del rumbo que había tomado su partido tras no integrarse Iglesias en el proyecto que urdió a escondidas Íñigo Errejón de la mano de Manuela Carmena para la Comunidad de Madrid.

Reaparece ahora Espinar para advertir de que Podemos ha perdido la «capacidad de integrar las diferencias en su estructura y como consecuencia ha perdido apoyos». A su juicio la formación atraviesa cinco grandes crisis: de resultados, orgánica, de alianzas, de análisis y una crisis de proyecto. La crítica va más allá de quien fuera un dirigente cercano al núcleo duro de Pablo Iglesias. Censura la estrategia de buscar un Gobierno de coalición con Pedro Sánchez porque «supone una catástrofe estratégica. Podemos pasaría de representar una irrupción popular a consolidarse como una élite política a la izquierda».

El ex secretario regional carga contra la directiva por no «mantener la pluralidad y la apuesta por interpelar desde diferentes perfiles con una política de alianzas electorales y confluencias más desarrolladas». Asegura que «todas las organizaciones políticas sufren mutaciones con el paso del tiempo, pero Podemos ha sufrido amputaciones en muy poco tiempo».

Anoche la reacción desde la secretaria general se hacía esperar. Conscientes de la necesidad de otorgar a los inscritos y simpatizantes la decisión sobre quién debe liderar Podemos tras perder 30 diputados en el Congreso y casi 70 en los parlamentos autonómicos.