Pamplona

ETA ha trasladado su «aparato de falsificación» al norte de Italia

Martín Garitano, Rufi Echeverria, Maite Ubiria y Pernando Barrena, ayer en Pamplona
Martín Garitano, Rufi Echeverria, Maite Ubiria y Pernando Barrena, ayer en Pamplonalarazon

La Policía sospecha que ETA ha trasladado su «aparato de falsificación» al norte de Italia, donde sus «expertos» trabajarían sin la presión de residir en Francia, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas. Los presuntos etarras Oier Ibarguren y Ramón Varea, detenidos el jueves en la localidad de Moulins, en una operación conjunta de la Comisaría General de Información española y la SDAT gala, llevaban documentaciones falsas italianas y otras evidencias que hacen sospechar que la banda ha trasladado a sus «falsificadores» al país transalpino. Ibarguren y Varea llevaban una gran cantidad de material informático que ha sorprendido por su cantidad, lo que parece confirmar que eran miembros del «aparato logístico-militar». Ibarguren, que iba armado con un revólver del calibre 38, había recibido su «formación» como etarra tras huir de España en 2011, cuando la banda anunció una tregua en enero que confirmó como definitiva en octubre de ese año. Ahora hacía de instructor de Varea, cuya huida para incorporarse a ETA, cuando no pesaba sobre él ninguna requisitoria judicial, preocupa a los expertos.

Todo lo que ocurre a la organización criminal contradice lo que algunos «expertos», las organizaciones del entramado etarra y los llamados «verificadores» o «mediadores» mantienen sobre la supuesta buena voluntad de los pistoleros. En cuanto se produce una operación en Francia y son detenidos miembros de la banda, todas esas teorías se caen. Preguntas que los citados «expertos» (los mismos que empujan a políticos de partidos que, hasta ahora, habían mantenido una gran prudencia a realizar declaraciones consideradas como «sorprendentes» por sus votantes) no saben contestar, se amontonan. ¿Por qué los miembros de la banda siguen armados? ¿Por qué llevan documentaciones falsas (de varias nacionalidades) si han decidido, como se dice, «bajar la persiana»? ¿Por qué roban automóviles y, tras usarlos durante algunos meses, los queman? ¿Por qué trasladan los documentos en soportes informáticos encriptados, si no tienen nada que ocultar? ¿Por qué captan a individuos sin antecedentes penales?, y otros muchos interrogantes para los que sólo cabe una respuesta lógica: el deseo de continuidad de ETA y estar preparada, por si hace falta ante el «parón» del proceso, para cometer atentados, de momento sin víctimas mortales.

En el último comunicado, leído por Garikoitz Azpiazu, «Txeroki», ante un tribunal de París, la banda dejaba claro que no habrá desarme sin una negociación con el Gobierno. La actitud agresiva de este individuo y los otros etarras juzgados en la capital gala confirma que no se han arrepentido de su pasado criminal, que reivindican como parte de la «lucha del pueblo vasco por su liberación», y que están convencidos de que con la legalización de Bildu, Amaiur y Sortu han iniciado el camino hacia «la victoria»; es decir, la independencia.