Gabriel Le Senne, presidente del Parlamento balear por Vox será juzgado por delito de odio

La Audiencia Provincial de Palma ha decidido que el presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox), deberá sentarse en el banquillo de los acusados por un presunto delito de odio, tras romper durante un pleno una fotografía de Les Roges del Molinar, cinco mujeres republicanas fusiladas en 1937 por el franquismo, informa Efe.

Los hechos ocurrieron el 18 de junio de 2024, en una sesión parlamentaria en la que se debatía la derogación de la Ley de Memoria Democrática de Baleares. Durante la jornada, Le Senne arrancó y rompió la imagen que portaban diputadas de la oposición en homenaje a las represaliadas, un gesto que generó una fuerte polémica política y social.

Ahora, la Sección Segunda de la Audiencia ha rechazado el recurso presentado por la defensa del dirigente ultraconservador, al que se había sumado la Fiscalía, y ha ordenado que el proceso judicial continúe. Ambas partes sostenían que los hechos no constituían delito de odio, pero el tribunal ha estimado lo contrario. Por tanto, Le Senne será juzgado por la Sección Primera, en el mismo Palacio de Justicia de Palma.

La magistrada encargada de la causa será Rocío Martín, conocida por su experiencia en casos complejos y procesos relacionados con corrupción política. Será la ponente de la futura sentencia.

Penas

El presidente del Parlament se enfrenta a peticiones de pena que oscilan entre 16 meses y 4 años de prisión, formuladas por diversas acusaciones particulares y populares: familiares de Les Roges, Memòria de Mallorca, el Partido Comunista, el Partido Comunista de los Pueblos de España y la plataforma Estimada Aurora, que agrupa a miembros de la sociedad civil del archipiélago.

Por su parte, tanto la defensa de Le Senne como el fiscal delegado de delitos de odio, José Díaz Cappa, solicitan su absolución al considerar que el acto careció de intención discriminatoria y que no puede considerarse delictivo en el contexto de un debate parlamentario.

El juicio aún no tiene fecha, pero será uno de los procesos más mediáticos de los próximos meses en Baleares, al poner en juego no solo el futuro político del presidente de la Cámara, sino también el debate sobre los límites del discurso político y la memoria histórica