Presión

El Gobierno juega su última carta con Junts: "Piensen en las personas y no en intereses partidistas"

Moncloa confía en un "giro" de última hora, aunque todavía no logra desatascar la negociación con Junts

Negociación contra reloj y presión hacia los socios. El Gobierno se mueve rápido y en el Senado se multiplican las reuniones entre los principales actores políticos. Los ministros Félix Bolaños, María Jesús Montero y los diputados Santos Cerdán y Rafael Simancas están a cargo de las conversaciones con Junts y Podemos para evitar que decaigan los tres decretos leyes -subsidio de desempleo, decreto ómnibus de medidas de eficiencia procesal y el paquete anticrisis contra la inflación- que hoy se deben convalidar.

El Ejecutivo confía en un "giro de última hora" y renuncia a dar la batalla por perdida. "Seguimos negociando", es la máxima que trasladan fuentes gubernamentales, a pesar del enrocamiento de Junts, que, de momento apuesta por tumbar las iniciativas del Gobierno. Así, el ministro de Justicia y Presidencia con las Cortes, Félix Bolaños ha elevado la presión contra sus socios. Si bien tiene asegurado el voto de ERC, Bildu, PNV y Coalición Canaria, la aritmética no da si no consigue convencer a Junts y Podemos. Los morados denuncian que los socialistas no les contestan y no se sientan a negociar y temen que no se cierre una negociación con ellos hasta que consigan los votos del partido de Carles Puigdemont. La estrategia del Gobierno, en público, es la de desafiar a los socios interpelándoles a retratarse si dejan caer las medidas sociales. "Defender a los ciudadanos o no", es el mantra utilizado. En tribuna, Bolaños ha reclamado a los diputados a que apoyen la convalidación de los decretos leyes votando con la mente puesta en "las personas" y no "en intereses partidistas". "Cuando llegue el momento de votar, les pido que piensen en ellas, que piensen en las personas, que piensen en las personas que estamos representando, y no en intereses partidistas que hoy nada tienen que ver con los intereses de la ciudadanía".

El Gobierno recuerda que se juega perder los 10.000 millones de euros procedentes del cuarto tramo de fondos europeos y eleva así toda la presión. "Si ustedes fallan hoy, mañana sube la factura de la luz, su pensión baja (...), dejan de poder acceder gratuitamente al transporte público y tienen que gastar más en el supermercado para llenar el frigorífico", ha ilustrado, pidiendo al Congreso de los Diputados no volver a los "recortes sociales".

Durante la jornada, el Ejecutivo ha recibido, al menos, algo de oxígeno, al confirmar Podemos que votará a favor del decreto ómnibus, el decreto del que dependen los 10.000 millones. Lo mismo hará BNG, el PNV y ERC. Con la abstención de Junts, el decreto podría salir adelante. Es el que más enfada a Junts, precisamente. En el partido consideran que pone en "riesgo" la aplicación de la amnistía si se recurre en Europa y es por eso que, hasta que no haya fumata blanca con el Gobierno, todos los decretos están en tensión en estos momentos.

Mientras, la preocupación sigue tornándose sobre el decreto de subsidio de desempleo. Los morados continúan sin dar el "sí" a la vicepresidenta Yolanda Díaz y han reclamado un compromiso "por escrito" de que se revertirá el "recorte" de la cotización del subsidio de desempleo. En este decreto, el Gobierno cuenta con los votos de ERC, Bildu, PNV y Coalición Canaria. El BNG se abstendrá. Necesitan el voto a favor de Junts y conseguir la abstención de Podemos para evitar su derogación inmediata.