Gobierno de España

Gobierno y Congreso rompen el diálogo del control parlamentario

El PSOE anuncia que ya prepara un recurso para que el Constitucional tome una decisión

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, durante la rueda de prensa que han ofrecido tras la reunión del Consejo de Ministros
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, durante la rueda de prensa que han ofrecido tras la reunión del Consejo de Ministroslarazon

El PSOE anuncia que ya prepara un recurso para que el Constitucional tome una decisión

El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, confirmó ayer al presidente del Congreso, Patxi López, la negativa a someterse al control parlamentario en tanto que el Gobierno se encuentra en funciones. Las dos posiciones se mantuvieron firmes en sus planteamientos, lo que anticipa que el conflicto acabará ante el TC. La mayoría del Congreso sigue exigiendo al Ejecutivo en funciones que comparezca y el Gobierno insiste en que ajustándose a la legalidad no puede ni debe hacerlo porque no tiene la confianza de las Cortes. El Gobierno se ampara en su argumentos jurídicos para mantener su negativa a comparecer. Y recuerda que nunca se había producido en democracia una situación como ésta, en la que se pidiera a un Gobierno en funciones que rindiera cuentas ante un Congreso del que no había obtenido la confianza. Moncloa sostiene que se trata de una maniobra para utilizar el Parlamento al servicio de intereses de partido, como instrumento de desgaste del PP por parte de la izquierda. Alegan que esta misma semana ha comparecido el secretario de Estado para la UE, Fernando Eguirazu, y que la Cámara por unanimidad alcanzó un acuerdo sobre la posición que España debía mantener en el Consejo Europeo que ha fijado posición sobre los refugiados sirios.

La reunión de ayer entre Ayllón y López fue un último intento para resolver el conflicto de competencias que mantienen respecto a la potestad del Parlamento a la hora de controlar al Gobierno cuando se encuentra en funciones. El encuentro sólo sirvió para que cada uno se reafirmase en su posición. El presidente del Congreso, con la mayoría de los grupos detrás, en el sentido de que la Cámara no tiene limitadas sus atribuciones de control, y Moncloa a favor de que un Gobierno en funciones no tiene que rendir cuentas sobre las cuestiones administrativas que se ajustan a su situación.

Las dos partes dieron una versión opuesta del encuentro. El presidente del Congreso explicó que había mostrado a Ayllón las solicitudes de comparecencia que acumula el Gobierno, para ofrecerle la posibilidad de retirar sólo aquéllas que se extralimitaran, pero que esta salida fue rechazada por el representante del Gobierno. Mientras que Ayllón explicó que él acudió a la cita dispuesto a estudiar un marco para las comparecencias del Gobierno y dar respuesta en un periodo razonable, pero que López no le ofreció esta posibilidad y él tampoco la puso sobre la mesa.

Ante este bloqueo, el PSOE movió inmediatamente ficha y su secretaria de Estudios y Programas, Meritxell Batet, compareció para confirmar que su grupo parlamentario está trabajando en el recurso que presentará ante el TC para que resuelva el conflicto entre el Congreso y el Parlamento. Justo antes el presidente del Congreso, el socialista Patxi López, había dado por roto el diálogo con el Gobierno.

Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió al presidente del Congreso que abril debería ser «el mes conciliador para buscar acuerdos», ya que el 2 de mayo se disuelven las Cámaras, y «no un tiempo dedicado a hacer oposición a un Ejecutivo en funciones sin capacidad política».

Desde Moncloa insistieron en que es el tiempo en el que todos los esfuerzos deberían ir dirigidos a conseguir que España tuviera un Gobierno presidido por el partido que ganó las elecciones, el PP, y apoyado por el segundo de la Cámara, como ocurre en Alemania y en otros países europeos. Frente a esto contraponen el sinsentido de que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, hable con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, para que «le apoye» el líder de Podemos, Pablo Iglesias, mientras veta el diálogo con el partido que ganó las elecciones generales y al tiempo presiona para que el PP y el Gobierno en funciones, sin capacidad política, por primera vez en la historia de un Parlamento nacional y autonómico comparezcan «miércoles tras miércoles para que les ejerzan la oposición». La vicepresidenta lamentó que tras el tiempo perdido en la investidura fallida de Sánchez, ahora el líder socialista utilice los medios a su alcance para instigar un conflicto institucional y que Patxi López asuma esa teoría en lugar de respetar la neutralidad que le corresponde a la autoridad que representa.