Grupos radicales planean rodear el Congreso fuera del itinerario oficial

Una ex asesora de Bildu y ahora de Homs, y un condenado por destrozar parquímetros, los solicitantes de la marcha.

Esta vez han decidido comunicar la manifestación, algo que contraviene la esencia con la que nació el movimiento hace ya cuatro años. La Coordinadora 25-S, cuyo núcleo duro, según fuentes de la investigación, es el colectivo Izquierda Castellana («Iz Ca»), comunicó a primera hora del miércoles a la Delegación del Gobierno en Madrid la celebración de una movilización «por la vía de urgencia» para protestar durante la votación final de la sesión de investidura, ya que hasta entonces no se conocía la fecha concreta, según alegaron. Y, dado que cumplen los requisitos necesarios, el departamento dirigido por Concepción Dancausa les dio el «ok» el jueves. Bajo el lema «Ante el Golpe de la Mafia, Democracia», los manifestantes discurrirán, según lo acordado, entre las 17:30 y las 21:00 horas de hoy desde la plaza de Neptuno, a escasos metros del Congreso de los Diputados, hasta la Puerta del Sol, pasando por el paseo del Prado, la plaza de Cibeles y subiendo por la calle Alcalá.

La idea, según fuentes cercanas a estos colectivos, es que algunos grupos se queden en el lugar de inicio (la plaza de Neptuno está al lado del Congreso) para entorpecer el funcionamiento del Parlamento; de hecho, la convocatoria inicial era «Rodea el Congreso», por lo que el objetivo es ése, aunque lo comunicado y autorizado sea la manifestación. La marcha la convoca la misma plataforma que llamó a rodear el Congreso el 25 de septiembre de 2012 (25-S), de ahí el nombre de la Coordinadora. Después organizaron más «rodeos» al Congreso y el «Jaque al Rey», cuando llamaron a manifestarse por la República en 2013. Pero ¿quién está detrás de esta organización? Según ha podido saber este periódico, sus integrantes no son caras nuevas. Los dos activistas bajo cuyo nombre se ha solicitado la manifestación de mañana son Elena Martínez López y Alberto Albino Torrebarciela. Además de haber participado activamente en otros «rodea el Congreso», son viejos conocidos entre este tipo de activistas y también entre la Policía. Las mismas fuentes aseguran que Elena Martínez, asistente de los diputados del Grupo Mixto bajo la firma de Francesc Homs, ha sido asesora del Grupo de Bildu en el Congreso y que Alberto Albino, por su parte, fue condenado a un año de cárcel por la «lucha antiparquímetros» en Carabanchel. Ocurrió en 2006, cuando un grupo de individuos destrozaron las máquinas que el Ayuntamiento había instalado en el distrito en señal de protesta contra la medida. De hecho, en 2013, la propia Coordinadora 25-S impulsó una campaña para recoger apoyos contra el ingreso en prisión de Alberto, uno de sus militantes más destacados. Ahora, estos dos activistas encabezan la manifestación de mañana, que se fraguó en pleno barrio de Lavapiés. Según ha podido saber este diario, la semana pasada se organizó una reunión en la llamada Casa Roja de Lavapiés, situada en el número 16 de la calle Encomienda de la capital, un inmueble okupado desde este verano por el colectivo Iniciativa Comunista.

La casa okupa no está estos días de enhorabuena ya que este mismo jueves pedían ayuda a través de Twitter ante el inminente riesgo de desalojo en las próximas 48 horas por orden del Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid, tras la denuncia del propietario, la familia Reyzabal (propietarios del Windsor). Ayer ya no había nadie en el inmueble , por lo que habrían preferido irse antes de que les echara la Policía. En esta quedada en la Casa Roja se decidió que lo mejor era comunicar de forma legal la manifestación y así lo hicieron. Aunque de forma «oficial» llamen a guardar la calma y no provocar enfrentamientos con la Policía, la convocatoria está secundada por decenas de colectivos que, pese a estas recomendaciones, podrían decantarse por propiciar otro perfil de manifestación. Fuentes policiales aseguran que, en esta ocasión, no parece que haya muchas intenciones de «liarla» aunque, lógicamente, hasta el último momento no saben qué puede propiciar la chispa que desemboque en una batalla campal.

Por si acaso, el dispositivo diseñado para hoy, es de altura. Se prevé un despliegue de entre 1.200 y 1.300 agentes de la Policía Nacional. Principalmente serán agentes de la Unidad de Intervencón Policial (UIP), (de éstos irán todas las unidades que hay en Madrid), aunque también participan otras brigadas como la de Información o el helicóptero Cóndor. Por su parte, algunos miembros del grupo parlamentario de Unidos Podemos han mostrado su intención de acercarse a saludar a los manifestantes siempre que sus responsabilidades parlamentarias se lo permitan. Fuentes policiales ponen el acento sobre la utilización de las palabras «ilegítimo», «golpe» y «mafia», y que pueden suponer un llamamiento a que la reacción ante lo que presentan como hechos contra derecho pueda ser violenta. Después, con decir que ellos no fueron, resuelto el problema. Nuevamente, se transmite a los que vayan a la manifestación que contra los que van a protestar son un grupo de «pistoleros», tal y como queda reflejado en el cartel de la convocatoria.