Opinión

Da igual lo que votes si votas a la izquierda

Pasado el 28-M, el PSOE propiciará la entente cordiale por contabilidad electoral

La vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante la marcha por el Día Internacional de los Trabajadores, a 1 de mayo de 2023, en Madrid (España).
La vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante la marcha por el Día Internacional de los Trabajadores, a 1 de mayo de 2023, en Madrid (España).Alejandro Martínez Vélez Europa Press

Más de un elector me ha dicho que quiere votar a Yolanda Díaz en las elecciones autonómicas y claro… la vicepresidenta segunda no se presenta el 28 de mayo. Hasta ese extremo crecen la indiferencia y la desinformación. Al desavisado hay que aclararle que hasta las generales no se estrena la plataforma Sumar.

Paradójicamente, sí ha hecho daño ya su «campañeo» a Pablo Iglesias y a Unidas Podemos, que se han pasado de moda política. En esto de la derecha y la izquierda los españoles son muy conservadores. Queremos votar a los mismos, al bando «nuestro», haya hecho lo que haya hecho –no es muy maduro, pero hay lo que hay–. Conseguir que se abstengan «los otros» es ya un triunfo político que sólo la corrupción y el caos económico suelen conseguir. Por eso Sumar ha sido un gran alivio, porque permite soñar con izquierdas ahora que muchos ya no tienen fuerzas para votar más a Pedro Sánchez y cuando Unidas Podemos aparece identificado con el desastre de la ley del «solo sí es sí» o los excesos ideológicos. Sumar es la nueva marca blanca, la página por escribir, la virginidad histórica. Nada puede gustar más a quienes viven perpetuamente instalados en el futuro, que es la zona más cómoda de habitar, porque no existe aún.

Pues no, no va a las elecciones autonómicas ni municipales del 28 de mayo… pero sí hace campaña electoral. La cuestión es por quién. ¿A favor de Podemos? Sí. ¿A favor de Compromís? Sí. ¿A favor de los Comunes? Sí. ¿A favor de Más Madrid? Sí. ¿Pero no estaban enfrentados estos partidos? Por absurdo que resulte, el votante de la capital o el de Valencia o el de Barcelona tendrá que elegir entre dos opciones aparentemente antagónicas pero apoyadas ambas por Yolanda Díaz, que acudirá a una larga lista de mítines presuntamente rivales. Por poner ejemplos: Yolanda apoyará en Valencia a Héctor Illueca de Podemos y, en otro acto, a Joan Ribó, candidato de Compromís. En Madrid hará campaña por Podemos el 10 de mayo en Alcorcón y, cinco días más tarde, por Más Madrid y Los Verdes en Rivas.

La vicepresidenta segunda está tan de moda y tan dispuesta que su calendario de actos comprende 11 comunidades autónomas y la participación en 18 actos. Si una repasa las plazas y los carteles, concluye que esto de la dispersión de la izquierda es un paripé de siglas sin consistencia de fondo. Para el observador imparcial, la broma representa un juicio sobre la realidad: hay muchas izquierdas extremas, pero son la misma. El mismo comunismo antiguo revestido de chapa y pintura con ideologías de género y contra la vida.

El desafuero es tal que Yolanda Díaz ha anunciado que el día 15 de mayo se paseará en San Isidro por Madrid invitada por Alejandra Jacinto, candidata de Podemos e Izquierda Unida, pero en televisión ha dicho que votará a Mónica García, líder de Más Madrid. Teniendo en cuenta que en el actual gobierno representa a los morados, la cosa tiene bemoles. Después de las elecciones locales el PSOE tendrá que arreglar esta división interna de la ultraizquierda en conflicto –que ha alentado con entusiasmo– y propiciar una entente cordiale. Veremos entonces trabajar en esa dirección a Tezanos y a Sánchez aflojar en su debilidad hacia Yolanda Díaz. Todo, para que se abracen de algún modo los que van en desbandada. No por razones ideológicas, que esto importa poco a estas alturas, sino por simple contabilidad electoral. Los socialistas no pueden permitirse perder escaños amigos a mansalva por dispersión y caos. Pedro Sánchez se presenta a unas elecciones muy justas, con excelentes augurios para la oposición y necesita poder asegurar de nuevo un gobierno de coalición.