Encuestas.

Oriol Junqueras pugna por presidir la «república catalana»

Oriol Junqueras pugna por liderar la república catalana frente a Artur Mas y Raúl Romeva. El cabeza de lista de Juntos por el Sí apoya en Twitter la candidatura del actual president

Raúl Romeva saluda a Oriol Junqueras en presencia de Mas y Murial Casals, el pasado 27 de julio
Raúl Romeva saluda a Oriol Junqueras en presencia de Mas y Murial Casals, el pasado 27 de juliolarazon

El líder de ERC aviva la guerra de la independencia frente a Mas y Romeva. Raúl Romeva, número uno de Juntos por el Sí , aumenta la división al decantarse en Twitter por el actual «president». Personalidades de la sociedad civil de Cataluña preparan un demoledor manifiesto para principios de septiembre

Enfrentados en lo político, divergentes en lo social y perdidos en todo lo demás. La frase corresponde a un grupo de empresarios catalanes de descanso veraniego estos días por la costa gaditana. Hartos hasta la médula del discurso independentista, molestos porque en sus habituales calas y campos golfistas de la Costa Brava se obligue a mirar con devoción a las esteladas, y bastante acomplejados por no haber dado un paso adelante cuando debían, hombres y mujeres que tejieron día a día la poderosa red empresarial e industrial de Cataluña están que trinan. Anclados en una actividad económica que, bien lo saben, no tiene lugar fuera de España y Europa, su diagnóstico es claro: «Esto es un disparate, se lapidarán entre ellos», aseguran ahora alarmados, cuando antaño no lo preveían. «A Artur Mas se le ha ido todo de las manos» , dicen con una especie de contrito sentimiento.

Pero la reflexión es indudable. Las fricciones en la lista independentista, la llamada Juntos por el Sí, nunca estuvo tan desunida. Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana, lo decía en privado hace unos días en un encuentro con militantes de su partido: «Ésta es mi gran oportunidad y yo no renunciaré a liderar una república catalana». Está bien claro. ¿Alguien piensa que si la lista separatista es ganadora Junqueras no aspire a ser el nuevo presidente de la Generalitat? ¿Cree Artur Mas que tiene alguna posibilidad de vetarle? ¿Dónde queda Convergencia, un partido ya inexistente y fagocitado por el propio Mas? El balance es penoso y todos los sectores moderados de la antigua CiU, la Federación nacionalista poderosa e influyente que fundó Jordi Pujol, miran horrorizados el horizonte y apuntan con su voto a Unió Democrática, el antiguo socio democristiano de Duran Lleida, que sube puntos según todas las encuestas.

Las últimas declaraciones de Raúl Romeva, cabeza de lista de los soberanistas, y sobre todo las de Oriol Junqueras, cuestionando la futura presidencia de la Generalitat en caso de salir vencedores, han encendido todas las alarmas en Convergencia. Sectores de la cúpula convergente empiezan a rebelarse contra estas cesiones de Artur Mas. Y son muy críticos en el análisis: «Ante un musculitos sin ninguna experiencia de gestión», dicen de Romeva, cuyas marcas como campeón de natación es lo más rutilante de su currículum profesional. «Éste es como el griego Varufakis, se quedará con la moto en el garaje», atizan los convergentes. «Fagocitados por la verdadera marca independentista, que es ERC», opinan de Junqueras. «Y entregados a las llamadas catalinas, ANC y Ómnium, callejeras y con nula representación parlamentaria», afirman respecto de las dos activistas Came Forcadell y Muriel Casals.

Altos dirigentes de Convergencia admiten que el enfado con Romeva y Junqueras es enorme. «No era éste el objetivo de la lista», reconocen en privado, también ya muy críticos con los dos «halcones» pro separatistas, Josep Rull y Francesc Homs. La pasada semana se produjo una reunión bastante tensa entre ambos, días antes de que el presidente de la Generalitat viajara a su habitual retiro de Fornells, en Menorca. Según fuentes de Convergencia, los dos hombres fuertes de Mas empiezan a tener grandes roces personales y políticos por la cobertura informativa de los medios públicos catalanes, en especial la TV3, de una clara orientación sesgada hacia la lista soberanista, pero con gran protagonismo a Oriol Junqueras y a las «catalinas». Pero sobre todo, quien levanta ampollas es el llamado «mazinger» Romeva, a quien todos detectan una total falta de cultura política, si bien una ambición desmedida, justificada por este «regalo gratis» que Mas le ha hecho, según dirigentes de CDC.

Las fisuras en la lista independentista son enormes y afloran cada día. Oriol Junqueras tiene el pedigrí y no piensa soltarlo. Raúl Romeva no se ha visto en otra y dará la batalla. Ayer, por cierto, añadió un sinsentido más a este culebrón al servirse de las redes sociales –a través de una veintena de tuits– para decir que ahora sí apoya que Mas se convierta en presidente. Las «catalinas» reclaman su cuota de poder por movilizar la calle. Y el embrollo de Artur Mas es descomunal frente a una coalición política grotesca y dividida. Parece ser que en los primeros días de septiembre, personalidades destacadas de la sociedad civil catalana preparan un manifiesto contra la independencia, bajo un exhaustivo informe de impacto económico negativo, demoledor, que ello tendría. Será una importante base para las elecciones del 27-S, nada plebiscitarias, pero altamente decisivas. Las últimas declaraciones y fisuras que rompen a tiras la lista de Juntos por el Sí demuestran que de juntos, nada. Y de desunidos, todo.

CDC: una reforma constitucional debe incluir la autodeterminación

El conseller de Presidencia de la Generalitat, Francesc Homs, advirtió ayer de que el Govern no considerará cualquier propuesta de reforma de la Constitución que no incluya el derecho a la autodeterminación de Cataluña. Para él, «no es posible incardinar Cataluña si no es en un marco de reconocimiento de su derecho a la autodeterminación» y de poderla ejercer con libertad y democracia. Homs se mostró escéptico ante las propuestas de reforma, y desconfió de cualquier planteamiento que no pueda ser evaluable». Añadió que la propuesta también debería incluir más instrumentos de autogobierno o Cataluña no tendrá futuro, y destacó la importancia de que los partidos catalanes estén unidos para que se «hagan respetar», informa Ep.