Política

Gerona

La ANC dinamita el plan Puigdemont

Elisenda Paluzie
Elisenda Paluzielarazon

«Hemos alimentado la bestia y ahora la bestia nos muerde. Ya no la controlamos». Quien así se expresa es uno de los líderes independentistas del PDeCAT presos en Lledoners. Jordi Sánchez, Josep Rull y Jordi Turull fueron los impulsores de la Asamblea Nacional Catalana y ahora no ven con buenos ojos la estrategia de la organización, ahora presidida por Elisenda Paluzie.

La ANC ha impulsado primarias independentistas en Barcelona y ha aupado al filósofo y tertuliano Jordi Graupera. «No sólo le ha creado una plataforma, sino que ha corrido con los gastos», apuntan desde el independentismo acusando a la ANC de «incumplir sus estatutos. Ha dejado de ser una plataforma transversal para convertirse en actor político. Un nuevo partido». Este movimiento de la ANC ha cogido por sorpresa al PDeCAT, que ha reaccionado airadamente contra esta iniciativa, pero también al proyecto impulsado por Puigdemont: la Crida Nacional. Dirigentes nacionalistas definen esta actuación de forma muy explícita: «La ANC ha dinamitado la unidad y puede provocar un fraccionamiento que nos aleje de los gobiernos municipales».

Con apenas 41.390 inscritos, la ANC está exportando el modelo de Barcelona a más de 50 municipios catalanes, entre los que destacan un buen número en el área metropolitana de Barcelona (Santa Coloma de Gramanet, Cornellà, Sant Just, Sabadell, Terrassa, Hospitalet, Esplugas, Rubí, Sant Cugat). En estos, el PDeCAT sacó un mal resultado en las municipales de 2015 quedándose sin representación en algunos de ellos. «Si ahora nos presentamos bajo el paraguas de la ANC, el desastre puede ser peor», apuntan fuentes de la organización. También la ANC promueve primarias en ciudades como Lérida y Gerona, o en poblaciones destacadas como Lloret, Vilanova i la Geltrú, Granollers, Manresa, Sant Pere de Ribes o Blanes. El objetivo es conseguir «candidatos unitarios para asegurar el triunfo independentista en las municipales y conseguir el máximo de ayuntamientos para implementar el mandato del 1 de octubre». «En lugar de ampliar la base del independentismo, la ANC le ha puesto en la picota porque puede expulsar a sectores que queremos atraernos y que ante los candidatos que se presenten pueden salir en estampida», sentencian fuentes críticas con la labor del otrora movimiento transversal organizador de las Diadas unitarias. «De aquello no queda nada, ahora son otra cosa», añaden.

«Hablan de unidad cuando la están rompiendo», apuntan desde ERC, la CUP y el PDeCAT. «Se están equivocando mucho. Se están cargando el espíritu de la ANC y provocan decepción en mucha gente», apuntan. Quizás este sea el motivo del aumento de afiliación de la otra gran organización independentista, Òmnium Cultural, que con Marcel Mauri al frente mantiene estrecha relación con su líder encarcelado, Jordi Cuixart, que se ha mantenido al margen de las declaraciones y acciones de propaganda. «Cuixart no se sumó a la huelga de hambre», recuerdan dirigentes independentistas. ERC, sin ruido, está abandonando paulatinamente la ANC. El grueso de su militancia dejó su actividad en la organización cuando la ANC pidió el voto por Junts per Catalunya en las pasadas elecciones y «el goteo ha sido constante».

La estrategia de la ANC se enfrenta con el PDeCAT que, hoy por hoy, es el partido que gobierna más ayuntamientos. Los neoconvergentes consideran que la acción de la ANC les «perjudica notablemente porque incide directamente en nuestro electorado». Además, los sucesores de Convergència temen perder el control de las listas. Según la ANC, en algunos municipios el PDeCAT está negociando las primarias con la ANC, pero esta negociación no se produce en ningún municipio destacado.

La presión de la ANC, que no hace mella ni en la CUP ni en ERC, ha distorsionado al PDeCAT y también a la Crida. En Barcelona ahora hay cinco candidatos independentistas. Ernest Maragall por ERC, la CUP que presentará su candidato, y tres más en el espacio del independentismo de derechas: Jordi Graupera (ANC), Ferran Mascarell (Junts per la República, grupo formado por diputados cercanos a Puigdemont) y Neus Munté (PDeCAT). Ante esta dispersión algunos sectores nacionalistas están proponiendo a Artadi como fórmula de punto de encuentro para evitar la dispersión. En sectores del PDeCAT se aboga que Munté tenga de número dos a Joaquim Forn, el que fuera consejero de Interior, actualmente en Lledoners.