Gobierno de España
La izquierda controlará la Mesa del Congreso y calcula cómo arrinconar a Vox
PSOE y UP se harán con 5 de los 9 puestos. Solo un cordón sanitario con todos los grupos minoritarios sacaría a los de Abascal de este órgano
La votación que tendrá lugar el próximo 3 de diciembre para configurar la nueva Mesa del Congreso de los Diputados se antoja como una de las más complicadas que ha vivido la Cámara Baja. Por el amplio abanico de opciones que pueden darse y por el equilibrio de votos y alianzas que están comenzando a tejerse a izquierda y a derecha.
Fuentes conocedoras de estos contactos aseguran que el PSOE y Unidas Podemos volverán a aliarse y hacer un trasvase de votos –de la bancada socialista hacia la morada– para repartirse cinco de los nueve asientos de la Mesa. Aritméticamente no les corresponde esta mayoría absoluta pero la imposibilidad de que los grupos del centro derecha alcancen un acuerdo a este respecto con las formaciones nacionalistas e independentistas, hace posible el objetivo de los grupos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El esquema será idéntico al de la legislatura pasada. El PSOE asumirá la Presidencia, una Vicepresidencia y una Secretaría. Unidas Podemos, por su parte, ostentará una Vicepresidencia –presumiblemente vuelva a ser la primera– y una Secretaría. Con esta alianza, PSOE y Podemos se aseguran una mayoría clave de cara al resto de la legislatura, ya que la Mesa es el órgano que marca el ritmo legislativo del mandato. Ninguna de estas dos formaciones quiere repetir lo vivido durante los meses que Pedro Sánchez fue presidente tras la moción de censura. El Gobierno del PSOE convivió entonces con una Mesa controlada por PP y Cs –presidida por Ana Pastor–, que actuó como contrapeso a Moncloa y trató de retrasar numerosas iniciativas y leyes.
A partir de aquí, de la seguridad al 100% de que PSOE y Podemos ocuparán cinco de los nueve puestos, existen varios escenarios posibles. El más factible, apuntan desde el grupo parlamentario morado, es que no se busquen más alianzas y dejen que la aritmética dibujada por los españoles en las urnas sea la que esté representada en la Mesa. Desde este supuesto, el PP ocuparía, gracias a sus 89 diputados y al probable concurso de los dos escaños de Navarra Suma, una Vicepresidencia y una Secretaría. Del mismo modo, Vox, como tercera fuerza, tendrá acceso por primera vez a la Mesa. Por su peso en la elecciones del 10-N y siempre que el PSOE y Unidas Podemos no busquen pactos con las fuerzas minoritarias, Vox tiene suficientes diputados como para aspirar también a una Vicepresidencia y a una Secretaría. Pero no tiene ariméticamente asegurados estos dos puestos. Una pinza entre el grupo socialista, el morado y todas las formaciones pequeñas –ERC, PNV, JxCat, Teruel Existe, PRC, Más País, BNG y la CUP– permitiría mediante un cálculo milimétrico arrebatar a Vox alguno de los puestos en la Mesa. A este respecto, precisan desde uno de los grupos involucrados, que todo dependerá de cómo de cercanas estén en ese momento –el 3 de diciembre– las posturas entre el PSOE y ERC, ya que los 13 diputados del grupo catalán son indispensables en la aplicación de este cordón sanitario alrededor de la formación de Santiago Abascal.
Hay que recordar que para la composición de la Mesa se celebran tres votaciones, secretas y en urna. En la primera se elige al presidente del Congreso y en las dos rondas restantes se eligen, primero, a los cuatro vicepresidentes y, finalmente, a los cuatro secretarios.
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