La izquierda toma la Mesa del Congreso con la duda de ERC y PNV

Un pacto entre PSOE, Podemos y los nacionalistas podría dejar fuera a Cs. Vox necesita la «vía andaluza».

Los primeros contactos para negociar la composición de la Mesa del Congreso arrancaron ayer. Adriana Lastra, del PSOE, e Irene Montero, de Podemos, liderarán estas conversaciones. Su objetivo es pactar cada uno de los puestos de la Mesa de forma que ambos partidos tengan la mayoría absoluta en este órgano: cinco de sus nueve puestos. Para tranquilidad de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias, reúnen los diputados suficientes para no pasar apuros en ninguna de las tres votaciones que tendrán lugar el próximo día 21. En la primera, cada diputado introducirá en una urna el nombre de su candidato a presidente. Acto seguido, se elegirán en la segunda votación las cuatro vicepresidencias y, finalmente, en la tercera ronda, las cuatro secretarías. Según explicó ayer Lastra, la Mesa de la Cámara Baja «deberá responder a la mayoría que salió de las elecciones generales del pasado 28 de abril». Montero avanzó que en estas conversaciones se negociarán «todos los puestos».

La aritmética parlamentaria que arrojaron las urnas de las elecciones generales abre la puerta a seis posibles escenarios en la composición de la Mesa, aunque sólo tres de ellos parecen factibles en este momento. Teniendo en cuenta, por un lado, la buena sintonía actual entre Sánchez e Iglesias y, por otro, la proximidad de las elecciones municipales –la votación tendrá lugar cinco días antes del 26-M–, la opción más realista pasa por que PSOE y Podemos acuerden repartir sus 165 votos (a los que presumiblente se una el de Compromís) para hacerse con la Presidencia y con otros cuatro asientos, dos vicepresidencias y dos secretarías. De esta forma, el PSOE contaría con tres puestos y Podemos con dos, dándose la ventaja añadida de que sus 165 escaños son también suficientes para hacerse con las vicepresidencias y las secretarías primeras y segundas. En este escenario, PP y Cs contarían con otros dos puestos cada uno.

La segunda posibilidad consistiría en que el PSOE y Podemos acuerden dar entrada a algún partido nacionalista. ERC, con 15 diputados, es el más numeroso. La incorporación de un diputado de Esquerra a la Mesa no implicaría necesariamente que el PSOE o Unidas Podemos renunciarán a un asiento, sino que podría alcanzarse este acuerdo a costa de Cs. Así las cosas, en este escenario, el PSOE seguiría contando con tres puestos, el PP y Podemos con dos cada uno, mientras que Cs y ERC tendrían uno.

Si se ampliase el acuerdo al conjunto de los grupos nacionalistas, un tercer escenario permitiría la entrada simultanea en la Mesa de ERC y el PNV. Este acuerdo, en el caso de que el PSOE y Podemos no quisieran renunciar a ninguno de sus cinco puestos volvería a ser a costa de Cs, que podría verse fuera. Un opción poco probable dada la voluntad del PSOE de que la Mesa represente la «pluralidad» de la cámara y teniendo en cuenta que el Rivera es el tercer grupo. La opción de que Vox ocupe un puesto se antoja imposible ya que necesitaría de apoyos del PP y de Cs.