Elecciones Generales 2016
La mayoría pide que el Rey impulse un acuerdo para la investidura
Felipe VI desea hacer cumplir la Constitución y mantenerse absolutamente neutral
Una vez que mañana se constituyan las Cortes Generales puede empezar a ponerse en marcha el mecanismo que permita dar a luz un Gobierno que se resiste desde las elecciones de diciembre. Las cámaras que salieron de los comicios del 26 de junio se harán realidad y a partir de ahí se podrá saber si alguno de los candidatos que aspiran a La Moncloa cuenta con apoyos suficientes para someterse a una sesión de investidura que probablemente tenga lugar en dos semanas.
Tras el 19 de julio, quien resulte elegido presidente del Congreso de los Diputados se desplazará al Palacio de la Zarzuela para informar oficialmente al Jefe del Estado de la constitución de las cámaras y de los partidos que tienen representación parlamentaria.
Felipe VI tiene potestad para convocar en Zarzuela a los líderes de esos partidos, desde el más minoritario al mayoritario, con idea de conocer cuál sería su posición sobre una u otra posible candidatura a la Presidencia del Ejecutivo.
El Jefe del Estado se estrenó en estas lides tras el 20-D y las circunstancias hicieron posible que acumulara más experiencia que nadie, pues no bastó con una ronda de reuniones, sino que terminó convocando tres ante la imposibilidad de los partidos de alcanzar un acuerdo para designar presidente.
En la última ronda de consultas en la que participó Felipe VI, los políticos que trataron con él coincidieron en el interés del Monarca por ahorrar en la campaña electoral que se avecinaba y por buscar soluciones para evitar «marear» a los ciudadanos. Precisamente esta preocupación del soberano hacia el súbdito de a pie encuentra respuesta en el sentimiento mayoritario que éste tiene sobre el papel de la Monarquía en el proceso: un 54,4 por ciento de los españoles considera que el Rey debería impulsar un consenso entre los partidos políticos, según una encuesta de NC Report para LA RAZÓN. Sólo un 33 por ciento cree que no tendría que dar ese paso.
Cansado del eterno bucle que vive el país desde diciembre, el ciudadano desea una rápida resolución en la que Felipe VI sea el árbitro que imponga cordura. Especialmente en el caso del electorado del PP –lo quiere un 83,8 por ciento de sus votantes–, seguido de los fieles de Ciudadanos –un 65,8 por ciento– y del PSOE –un 60,9–.
El Rey está obligado a cumplir su mandato constitucional, que no es otro que facilitar la elección del presidente, único punto constitucional en el que tiene cierto margen de discrecionalidad, aunque sus actos deben ser refrendados por el presidente del Congreso. Sin embargo, y al contrario de lo que quizá hubiera hecho su padre, no parece que Felipe VI vaya a «empujar el acuerdo», como han manifestado ex miembros de la Casa del Rey.
Hacer cumplir la Constitución y mantenerse absolutamente neutral respecto a las negociaciones mantenidas por los grupos políticos ha sido el «modus operandi» de La Zarzuela desde las elecciones generales de diciembre, una postura que ha marcado la línea que mantendrá la Monarquía de nuestro país durante el reinado de Felipe VI.
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