Acoso al PP

La plataforma de Colau insta en su web a acosar a los diputados del PP

González Pons denuncia los actos, que podrían constituir un delito contra la libertad del sujeto

Una guía explicativa que aparece en la web sobre «cómo montar» y llevar a cabo las acciones «en tu ciudad».
Una guía explicativa que aparece en la web sobre «cómo montar» y llevar a cabo las acciones «en tu ciudad».larazon

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, o el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Alberto González Pons, han sido los últimos en sufrirla.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, o el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Alberto González Pons, han sido los últimos en sufrirla. Es la campaña de señalamiento y acoso que la Plataforma Afectados por la Hipoteca (PAH), liderada por Ada Colau, viene realizando en los últimos días contra «diputados que han manifestado su rechazo a votar la ILP o no se han pronunciado». Eso sí, de momento todos del Partido Popular, aunque todavía es una incógnita qué votaran UPyD, UPN y el PNV. Porque anteriormente lo sufrieron Belén Juste, Antonio Gallego, Jorge Moragas o incluso el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Y con un objetivo claro que no esconden: que el diputado de turno «sienta la incomodidad en sus actos cotidianos como comprar el pan, ir al trabajo o al cine».

La polémica ha surgido con el «escrache» –un tipo de activismo que surgió en Argentina en los años 90 para señalar a los responsables de la represión durante la dictadura de la Junta Militar– a González Pons en su domicilio de Valencia, en el que casi un centener de integrantes de la PAH depositaron cartas en la que los desahucios explican su situación. El diputado popular lo denunció ayer en la comisaría del Congreso. Y otros diputados de la formación, que han sufrido acciones similares, han hecho lo propio al considerar que son ataques a representantes de la soberanía popular.

Y es que la Plataforma impulsora de la iniciativa legislativa popular (ILP) para modificar la Ley Hipotecaria ha elevado el tono con el fin de «convencer» a los diputados que la rechazan explícitamente o por omisión.

El «escrache» guarda siempre las mismas características. Se anuncia en la web de la plataforma, incluyendo una dirección muy próxima a los domicilios de los parlamentarios. Allí acuden, a la hora señalada en torno a un centenar de personas que empapelan las calles con proclamas diseñadas para la ocasión, y se concentran «delante de la vivienda del diputado con cacerolas, pitos o equipos de música». Hasta han creado un «kit básico» con papeletas verde y rojo con eslóganes «Sí se puede» y «Pero no quieren», ya que, a su juicio, los diputados son «cómplices de una dictadura financiera».

Hasta siete diputados han sufrido ya este tipo de acciones que se iniciaron el pasado día 15 en Barcelona en los domicilios de Jorge Fernández, María Ángeles Esteller y Jorge Moragas y que han tenido su continuación en Valencia y Madrid. Megáfono en mano la propia Ada Colau anunciaba a sus seguidores que se aproximaban al domicilio del titular de Interior. Desde el PP, Alfonso Alonso aseguró ayer que «comprende» las protestas, pero que no van a «permitir que se cruce la raya de la violencia». E incluso desde la oposición, en palabras de Soraya Rodríguez, se rechazaron «las coacciones del colectivo antidesahucios a los diputados».

«Botones» de «aviso» en el barrio

Todo lo necesario para participar está en la web. Los participantes consideran fundamental hacerse con los materiales adecuados a sus fines. Se trata de un botón verde (con el lema «Sí se puede!») y otro rojo («Pero no quieren») de un metro de diámetro. Ambos hacen alusión a los botones que los diputados presionan para votar en el Congreso. La idea es «visibilizar» la actividad «pahdagógica» en las puertas de los domicilios o trayectos habituales de los diputados. También hay carteles para difundir la campaña con el citado emblema verde para «colgar en los establecimientos del barrio donde reside el diputado para mostrar la adhesión ciudadana a las medidas de mínimos que incluye la PAH».