Conferencia Política PSOE
Los barones quieren un nuevo candidato si se repiten las elecciones
Dan por amortizado a Sánchez y preparan otro Comité Federal para el 9 de enero que convocaría el Congreso.
No estaba en el orden del día, pero la conveniencia o no de celebrar el congreso ordinario del PSOE «cuando toca» y no postergarlo –como propone la dirección– hasta que se forme gobierno monopolizó el Comité Federal del partido celebrado ayer en Ferraz. Los principales barones territoriales alzaron la voz para pedir que se cumplan los Estatutos de la formación, esto es, que el cónclave se celebre a principios de marzo. El momento no es baladí, porque ante lo fragmentado del escenario político no se prevé que para esa fecha se haya configurado todavía el gobierno. No ya por Mariano Rajoy –que cuenta con una oposición frontal de prácticamente todos los grupos de la Cámara–, sino porque por esas fechas el propio PSOE podría encontrarse inmerso en negociaciones con otras fuerzas políticas para articular un ejecutivo alternativo. Abrir en ese contexto la pugna por el liderazgo socialista supondría dejar a Sánchez vendido, sin legitimidad para negociar como portavoz de su formación y al resto de partidos sin un interlocutor válido. Las capacidades que desde Ferraz se atribuyen para poder lograr una suma casi imposible con Podemos y sus facciones secesionistas y granjearse, a su vez, una eventual abstención de Ciudadanos, les sirve de base para plantear que el congreso del partido se posponga hasta que agoten todas las opciones antes de verse abocados a una nueva convocatoria electoral.
Sin embargo, esa tesis no cala entre los críticos a Sánchez, que consideran su postura una «huida hacia adelante» que les dejaría sin opciones de concurrir con garantías de victoria a una nueva cita con las urnas. Pensando, precisamente, en la repetición de las elecciones, algunos dirigentes del partido consideran que lo mejor para el PSOE es acometer, cuanto antes, la renovación de su dirección para acudir a las urnas con un liderazgo renovado que les permita ganar los comicios. En la cabeza de todos está la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, como la única alternativa capaz de devolver al partido el esplendor perdido a golpe de debacles electorales. «Hoy ha dado un discurso de auténtica secretaria general. Ha sido una verdadera declaración de intenciones», reconocía un declarado partidario de la líder andaluza, que no duda en su intención de cruzar Despeñaperros. No obstante, Díaz sólo se limitó a reclamar autocrítica y en un duro discurso ante el Comité Federal evitó hacer mención a la convocatoria del congreso, aunque su opinión ya es conocida y la reiteró antes de entrar al cónclave: «Debe hacerse cuando toca». La presidenta andaluza no desvela, por el momento, si tiene intención de asumir una hipotética secretaría general, aunque desde su entorno aseguran que lo hará «en cuanto se lo proponga».
Desde un sector del partido consideran prácticamente imposible alcanzar un acuerdo, aunque sea de investidura, con Podemos, pues entienden que no abandonarán sus posiciones de bloqueo. «Iglesias no le va a dar la presidencia a Pedro ni loco, sería un riesgo muy alto para Podemos», señalan. El problema es que la suma ni siquiera sale con la formación morada y habría que recurrir a otros partidos con profundo arraigo soberanista. «La realidad es que estamos más cerca de unas nuevas elecciones que de ver a Pedro como presidente», señala un dirigente, que apunta a la necesidad de «estar preparados» para asumir esa nueva contienda electoral.
«Hay que hacer las cosas bien», repetían varios socialistas preguntados por LA RAZÓN, partidarios de mantener el congreso en la fecha prevista y muy críticos con la gestión que se hizo de la campaña electoral desde Ferraz. «Si Ciudadanos no llega a cometer el error de la violencia de género, podríamos estar en una situación muy comprometida. Lo saben en Ciudadanos y lo sabemos nosotros», reconocen. Este sector acusa a Sánchez de imponer un carácter excesivamente personalista en sus decisiones y así explican su anuncio, escasas 24 horas después de las elecciones, de concurrir como candidato al congreso del partido. Sin embargo, desde Ferraz parecen no dar relevancia a la sublevación interna que existe actualmente en el seno de la formación y que ha sumado entre sus filas a un dirigente poco sospechoso de involucrarse en guerras fratricidas, el asturiano Javier Fernández que clamó ayer duramente contra la dirección. A él se sumaron federaciones de peso como Andalucía, Castilla-La Mancha, Aragón, Valencia y Extremadura, aunque su presidente, Guillermo Fernández Vara, reconocía en una conversación informal con periodistas tener dudas sobre la conveniencia de atrasarlo.
Tras finalizar el Comité Federal fuentes cercanas a Sánchez se mostraban satisfechas por el rumbo que habían tomado los acontecimientos después de «una semana muy difícil». Estas mismas fuentes destacaron que los barones territoriales venían dispuestos a dar la batalla y se habían marchado con la sensación de que la mayoría del Comité Federal no es partidario de convocar el congreso en marzo, convencidos por el argumento del líder socialista de que éste se convocará «con responsabilidad», atendiendo al «contexto político y al interés general». No obstante, no hay nada escrito y los territorios no cederán en su empeño de propiciar la celebración del congreso cuando toca, para ello tienen la obligación de recoger un tercio de los apoyos del Comité Federal para que la Ejecutiva tenga que convocar otro Comité Federal –que algunos ya datan para el próximo 9 de enero– que será el que permita convocar el cónclave que elegirá al próximo secretario general del PSOE. «Año nuevo, liderazgo nuevo» Este parece ser el mantra que entonan en algunos sectores del partido ante la llegada de 2016.
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