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Los partidos ya se preparan para las urnas...de las autonómicas

El PSC presentó ayer a Iceta como candidato. Albiol y Arrimadas repetirán. Junqueras encabezará la lista de ERC mientras el PDeCat busca número uno para evitar el colapso

PSOE: Iceta. La mano de derecha de Sánchez en Barcelona. Ambos, durante el acto de proclamación de Iceta como candidato, ayer, en Barcelona
PSOE: Iceta. La mano de derecha de Sánchez en Barcelona. Ambos, durante el acto de proclamación de Iceta como candidato, ayer, en Barcelonalarazon

El PSC presentó ayer a Iceta como candidato. Albiol y Arrimadas repetirán. Junqueras encabezará la lista de ERC mientras el PDeCat busca número uno para evitar el colapso.

A ritmo de City of Blinding Lights -ciudad de luces cegadoras– de U2 fue proclamado Miquel Iceta, candidato socialista a la presidencia de la Generalitat. Con este acto, el socialismo catalán abre la veda de un escenario de elecciones anticipadas ante el «gobierno de los ayatolas», en palabras del líder de Barcelona, Jaume Collbony, y que contará con el apoyo incondicional de Pedro Sánchez, que ayer ejerció de telonero, «voy a estar mucho tiempo con vosotros».

El cabeza de lista del PSC marcó las líneas maestras de su campaña explicando «el país que quiero», en un «remake» del sueño de Martin Luther King, erigiéndose en «la única salida» a la situación política que atraviesa Cataluña afirmando que no sólo es el candidato sino «que os lo anuncio, quiero ser el presidente de todos los catalanes». El secretario general del PSOE se volcó ayer en su candidato, en reafirmar su compromiso contra el referéndum y con la política, recordando a los promotores de la Republica Catalana que el mayor valor republicano «es el imperio de la ley».

Con el Palacio de Congresos abarrotado y entregado, Iceta quiso aprovechar que es el primer candidato que anuncia formalmente su candidatura y fue a pescar en todos los caladeros de votos. Llamó a unirse al PSC a «los moderados de Convergència, ya que allí sobran que vengan», a los votantes de Ciudadanos «que quieren soluciones» y, lo más llamativo, «a aquella gente de izquierdas que no quiere ser comparsa del procés», porque «el camino empieza aquí y acaba en la Plaza Sant Jaume».

Inés Arrimadas ya es candidata por Ciudadanos. Ha arrasado en las primarias de su partido, aunque no ha formalizado su candidatura. Las encuestas indican que pierde fuelle, aunque mantiene la segunda posición tras Esquerra Republicana. Los naranjas tienen candidato y pelearán voto a voto con el PSC porque los socialistas han abandonado los vaivenes que provocaron el abandono de miles de catalanes en favor de una opción segura frente al secesionismo.

Ambos, Iceta y Arrimadas, centran sus miradas en el electorado nacionalista moderado que se ha alejado de Junts pel Sí, se siente traicionado por el PDeCAT, y que nunca votará ERC y, mucho menos, la CUP. En este segmento, han surgido dos movimientos Units per Avançar, liderado por Carles Losada y que cuenta entre sus filas al ex líder de Unió, Duran i Lleida, y Lliures, plataforma constituida en partido político hace un par de semanas, dirigida por el antiguo conseller de Trabajo, Antoni Fernández Teixidó. No se puede descartar una confluencia bajo las siglas del PSC de estas tendencias.

También el PP tiene candidato con Xavier García Albiol al frente con un discurso duro frente al nacionalismo pero también frente al PSC, al que acusa de entregarse a los soberanistas por querer negociar, y ante Ciudadanos a los que afea su posicionamiento ante el catalanismo moderado. Y, naturalmente, tiene candidato la Esquerra Republicana de Oriol Junqueras que centra toda su atención en estos años en fagocitar al PDeCAT de Puigdemont, Mas y Pascal, y arrebatarle el liderazgo en el nacionalismo.

Los antiguos convergentes no tienen un candidato claro. Mas está fuera de juego tras la sentencia del 9-N, Puigdemont puede seguir sus pasos y Pascal no es una candidata querida por un partido herido sobremanera después de las últimas crisis del Govern. De momento, la antigua Convergencia vaga por el desierto y se aferra al referéndum como tabla de salvación, una vez que ERC ha descartado, y de malas maneras, reeditar la fórmula de Junts pel Sí.

Tampoco los Comunes de Ada Colau tienen candidato. Xavier Doménech ha dejado entrever que le gustaría seguir en Madrid y Colau, de momento, centra toda su atención en el Ayuntamiento de Barcelona. La respuesta hay que buscarla en las encuestas. Iceta, sin citarlas, las esgrime porque dan al PSC aire para abrir una batalla hace dos años impensable con los Comunes. Las expectativas electorales de los morados flaquean. Ante unas generales, la demoscopia les augura un empate entre PSC, ERC, perdiendo el liderazgo, con Ciudadanos recuperando posiciones y el PDeCAT en caída libre luchando, por evitar la última posición, con el PP. Tampoco en las autonómicas, los de Colau recogen buenos resultados. De hecho, ninguna encuesta indica que pueda producirse un sorpasso al PSC y se quedarían lejos de Ciudadanos, que renqueante, mantiene el liderazgo del bloque constitucionalista.