Trump recibirá a los Reyes en la Casa Blanca

Será el primer viaje al exterior del recién nombrado ministro de Exteriores, Josep Borrell.

El recién nombrado ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, se estrena por todo lo alto: su primera misión fuera de nuestras fronteras será acompañar a los Reyes durante su inminente visita a Estados Unidos del 14 al 19 de este mes, que comenzará en Nueva Orleans (Luisiana), seguirá en San Antonio (Texas) y terminará en Washington, en la Casa Blanca, en el despacho oval que ocupa el presidente Donald Trump.

La visita de Don Felipe y Doña Letizia no es de Estado, ni oficial, se produce con motivo del 300 aniversario de la fundación de las ciudades de Nueva Orleans y de San Antonio. Según explica el comunicado de Exteriores, «ambas guardan importantes testimonios históricos de los profundos y estrechos lazos que unen a España y a Estados Unidos», y en ese contexto el presidente de Estados Unidos los recibirá en la Casa Blanca. Según lo previsto, la visita seguirá el mismo protocolo de la última vez que estuvieron siendo Barack Obama presidente: ambos mandatarios expondrán su hoja de ruta en cuanto a las relaciones bilaterales y Doña Letizia se reunirá paralelamente con la primera dama estadounidense, Melania Trump.

Pese a que este viaje comenzara a organizarse durante el Gobierno de Mariano Rajoy, el vuelco en el Ejecutivo producido por la moción de censura imprime un nuevo enfoque a la visita. Según aseguró recientemente el presidente estadounidense, espera «construir» una buena relación con el secretario general socialista, y confirmó «su apoyo a una España fuerte y unida». Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores ya especificó públicamente que, además de la crisis de confianza en el proyecto europeo, la unidad del país es la otra de sus máximas preocupaciones: «España se enfrenta a su primer problema: la integridad territorial», aseveró.

Parece que dos años más tarde desde que Don Felipe estuvo en el despacho oval con Barack Obama el tema protagonista será el mismo, ya que el entonces Ministerio de Asuntos Exteriores trabajó mucho para conseguir la ansiada frase por parte del todopoderoso Obama: «Estados Unidos quiere una España fuerte y unificada», aseguró, frase que no sentó especialmente bien en el sector secesionista.

Otro de los asuntos que estará sobre el «tapete» será las relaciones entre Estados Unidos y la UE, a tenor de los aranceles que Washington ha impuesto a los productos de aluminio y acero de Europa. Las intenciones son buenas: «Estados Unidos es un aliado esencial y nuestras relaciones se remontan a los momentos fundacionales de esa gran nación americana», señaló recientemente Don Felipe.