Luis Partida, alcalde de Villanueva de la Cañada: “Lo cómodo sería marcharse pero hay que frenar los populismos”

Partida es alcalde desde la transición. Lleva 40 años en el cargo.

¿Dónde estaba usted hace cuarenta años? Luis Partida llevaba siete años viviendo en Villanueva de la Cañada entonces, aunque no se imaginaba en esa época la transformación que llevaría a cabo en el municipio. Que ha pasado de ser prácticamente invisible a convertirse en uno de los más valiosos por sus activos de servicios y de bienestar. Los números hablan por sí solos también: De los 1.106 habitantes que vivían en este pueblo en 1979 a los más de 22.000 censados de 2019. Hoy, al mirar atrás se enorgullece, pero no presume en solitario, pues dice que «gracias a los vecinos somos referencia en nuestro entorno y en la Comunidad de Madrid».

Aunque no quiera alardear de su constante trabajo, de lo que sí puede hacerlo es de ser uno de los primeros alcaldes de la democracia, pues accedió a la alcaldía de la mano de UCD en 1979. Hoy ya bajo las siglas del Partido Popular. Asumió los mandos de un Ayuntamiento en el que «estaba todo por hacer» –reconoce– y se puso manos a la obra junto a su equipo de gobierno y el respaldo de los vecinos que le habían otorgado la mayoría absoluta que a día de hoy sigue conservando y espera a revalidar. Sí, Luis Partida vuelve a ser candidato a la reelección en este mes de mayo. Sus energías e ilusión se conservan intactas. Tiene el apoyo de su familia, aunque a ellos les gustaría que se retirase, pero desde que tomó la decisión de revalidar la alcaldía, cuenta con su aval.

El sueño hoy hecho realidad de este alcalde era uno de futuro, y por ello se dedicó «en cuerpo y alma» a la formación de los más jóvenes. Villanueva tiene a día de hoy dos universidades, la Universidad Alfonso X el Sabio y la Camilo José Cela y una población universitaria que duplica la que se puede certificar, es decir, el censo. Además de un parque acuático que recibe más de 300.000 visitas al año, o un campo de golf. Más 8 colegios bilingües y hasta dos trilingües. Cuando llegó a la alcaldía por primera vez, no había seguridad ciudadana. Desde el ayuntamiento y con el impulso de la administración pública construyó un cuartel de la Guardia Civil. A día de hoy hay 50 policías y hasta 200 funcionarios públicos. Las comunicaciones eran impensables; tan solo un autobús que llegaba por la mañana y otro que regresaba por la noche. Hoy hay 130 expediciones en marcha. Un camino agrícola y dos autovías que facilitan la accesibilidad a sus vecinos por los 40 kilómetros que distan hasta la capital.

La de presentarse de nuevo fue una decisión premeditada. Asegura que debe «culminar» el proyecto para Villanueva de la Cañada y sobre todo, lo que le ha hecho volver a presentarse es el «momento tan convulso» de la política. Muestra este experimentado alcalde sus «inquietudes» ante el populismo. Por eso, dice, «no podemos tirar la toalla y tenemos que seguir porque no podemos tirar por la borda un trabajo hecho por todos, no solo por el alcalde sin por cada uno de los vecinos que nos ha apoyado dándonos la mayoría absoluta». Reconoce que «lo cómodo sería marcharme», pero hay que «frenar los populismos». En Villanueva, él lo demuestra con el aval de 40 años de gestión, quiere ser recordado como «un servidor».