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Margallo sobre la crisis con Maduro: «El tango necesita dos para ser bailado»

Exteriores asegura que no quiere romper las relaciones con Venezuela

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante su intervención esta mañana en el Foro de Líderes que organizan la Agencia EFE y KPMG.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, durante su intervención esta mañana en el Foro de Líderes que organizan la Agencia EFE y KPMG.larazon

El ministro de Exteriores afirma que "España responderá si es agredida porque la dignidad nacional está por encima de todo, pero es del interés de Venezuela y España no seguir subiendo la marea y buscar fórmulas de entendimiento".

«No es nuestro propósito seguir en esta escalada y no es nuestro propósito romper relaciones con Venezuela». Con estas palabras, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, intentó rebajar la temperatura a la escalada de tensión entre Madrid y Caracas un día después de llamar a consultas al embajador de España en Venezuela, Antonio Pérez Hernández. En la misma línea, el ministro español deseó al país que dirige Maduro «estabilidad democrática, prosperidad económica y buenas relaciones», pero matizó no obstante que «el tango necesita dos para ser bailado», emplazando así a las autoridades venezolanas a que moderen el tono de sus declaraciones. García-Margallo realizó estas declaraciones durante su intervención en el Foro Líderes organizado ayer en Madrid por la Agencia Efe y KPMG. Al encuentro acudió también el vicepresidente de Brasil, Michel Temer. «Mi capacidad de seducción en el Caribe está prácticamente agotada, vas a tener que ayudarme», bromeó el ministro con el brasileño en un momento del evento.

Por la tarde, después de trasladarse a Valencia, Margallo también hizo declaraciones referentes a la marejada que reina entre España y Venezuela y ahondó en las ideas expuestas en Madrid por la mañana al afirmar que la intención del Gobierno de España es «no seguir subiendo la marea y buscar fórmulas de entendimiento». No obstante, también desveló parte de las motivaciones que le llevaron a tomar la decisión de llamar a consultas al embajador español en Caracas, un gesto de protesta no menor en el lenguaje diplomático, cuando dejó claro que el país «responderá si es agredido porque la dignidad nacional está por encima de todo». Para Margallo, la situación que se ha creado «no es en absoluto un conflicto con el pueblo venezolano, sino con su Gobierno, un conflicto que España no ha empezado». Y añadió: Maduro «no puede esperar que España acepte estas agresiones contra el Congreso, el Gobierno, los ex presidentes González y Aznar, con la callada por respuesta. Que tampoco esperen que sigamos fomentando la escalada, porque no es del interés de nadie».

También habló ayer el ex presidente del Gobierno Felipe González, quien manifestó que sigue pensando en viajar a Venezuela para colaborar en la defensa de los opositores venezolanos encarcelados Leopoldo López y Antonio Ledezma. «Tengo la pretensión de ir, pero no quiero provocar un conflicto», dijo. Al ser preguntado por una valoración sobre la decisión de la Asamblea Nacional de declararle persona «non grata» en Venezuela. «Si el Gobierno decide declararme persona “non grata” e impedirme la entrada en el país», dijo, «yo no voy a provocar un escándalo en la frontera, no es mi intención en absoluto».

Mientras, en Venezuela la oposición utiliza una expresión local para estos casos: «Ya no comemos vidrio», en referencia a un cuento chino que ya han escuchado demasiadas veces. Acostumbrados a las artimañas de su Gobierno, la mayoría ve el enfrentamiento originado por Maduro contra España como una cortina de humo. Una manera de escapar a la realidad que engulle al país. Mientras peor vaya la cosa, más se radicalizará su discurso. Por eso la palabra que más utilizan es «desesperación».

El diputado del COPEI José Alberto Zambrano ha sido uno de los pioneros a la hora de denunciar la financiación ilegal de la fundación de Podemos por parte del Ejecutivo chavista. El experto en materia internacional del partido opositor considera que «forma parte de una política de aislamiento que tienen Maduro y su cancillería. Es producto además de una victimización de un Gobierno que no reconoce críticas». Por su parte, el dirigente opositor de Primero Justicia, Julio Borges, agradece la ayuda internacional de países como España, pero recuerda a la vez que éste no es un año cualquiera, «tenemos la oportunidad de enfrentar la crisis con un cambio que está en las manos de todos los venezolanos, que es la elección de la Asamblea Nacional».