Presión

Marlaska y Bolaños, en la diana de Puigdemont

Inmigración, la financiación autonómica, el catalán en la UE y la amnistía política engloban la “cesta” que exige Puigdemont para evitar votar la cuestión de confianza

AMP.- Marlaska critica la "máxima inmoralidad" de Mazón y la "pura xenofobia" del PP al comparar Gaza con la dana
El ministro del Interior, Fernando Grande-MarlaskaEuropa Press

Dos ministros de Pedro Sánchez exasperan a Carles Puigdemont y están en su diana. En estos momentos, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, entorpecen el cumplimiento del acuerdo de Bruselas y el presidente de Junts ya lo ha hecho saber oficialmente al Gobierno.

La cesión íntegra de las competencias en inmigración y la ejecución de la amnistía son dos de los asuntos que afectan a las competencias de ambos ministros y, a la vez, parte de los compromisos que Puigdemont denuncia que está incumpliendo el Gobierno. En el entorno de Puigdemont cunde la sensación de que ambos ministros "boicotean" los compromisos que Santos Cerdán asume con ellos en Bruselas. Un doble juego que explica también la decisión del expresidente catalán de forzar el debate de la cuestión de confianza.

Se cumple un año desde que el Gobierno asumiera el compromiso con Junts de traspasar las competencias en materia de inmigración a la Generalitat de Cataluña y ese acuerdo continúa encallado. En Junts aducen que se debe a las resistencias de Interior para llevarlo a cabo. El ministro del Interior ya ha avisado de que el Gobierno no cederá en cuanto a la cesión del control de fronteras, como demandan los independentistas. El propio Marlaska expresó esta línea roja este mes al enmarcarla como una competencia exclusiva de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Algo que choca de lleno con las aspiraciones de Junts. Es por eso que incluso han pedido en púbico su cese al entender que es quien dificulta el traspaso integral de las competencias en inmigración. El secretario general de Junts, Jordi Turull advirtió de este extremo en una entrevista en TV3. “Hay ministros que no son conscientes del acuerdo de Bruselas. No nos sirve que el señor Marlaska ponga problemas. Si el señor Marlaska no está de acuerdo, se le cesa, porque este es un acuerdo con el PSOE, y no me sirve que se resista el señor Marlaska, porque si se resiste quiere decir que prefieren a un ministro que a cumplir con el acuerdo. Han de elegir, o el ministro o el acuerdo”, sentenció hace una semana.

De momento, públicamente no se ha señalado a Félix Bolaños, pero Puigdemont se siente víctima de un engaño al ver como el máximo responsable de Justicia, Félix Bolaños, ha engrasado toda la maquinaria del Gobierno para “trabajar al servicio” de la esposa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, mientras que sigue en el aire la ejecución plena de la amnistía. El Tribunal Supremo se oponen y el Tribunal Constitucional tienen que resolver los recursos, pero en el entorno de Puigdemont consideran que el Gobierno no está haciendo todo lo posible para desbloquearla. Un compromiso que sirvió hace un año para que Pedro Sánchez llegara a La Moncloa.

A la vez, Puigdemont ya ha dejado claro cuáles son las carpetas a cerrar antes de abrir la negociación de los Presupuestos Generales del Estado: a la amnistía política se une el traspaso de competencias en inmigración, lograr la oficialidad del catalán en la Unión Europea –un uso que ya no limitan a las instituciones europeas- y la financiación singular para Cataluña. Estos son los componentes de la “cesta” que el partido independentista exige para evitar votar la cuestión de confianza. No computan estas exigencias para allanar el “sí” de Junts a las cuentas públicas, avisan.