Mas vende a la desesperada su «proyecto» ante el avance de ERC

BARCELONA-Artur Mas sólo lleva seis meses de gobierno desde las últimas elecciones, pero las alarmas ya han saltado en el Palau de la Generalitat. CiU se desmorona en las encuestas, Cataluña continúa sin presupuestos y, entre tanto, el proceso soberanista está omnipresente en la política catalana sin que los convergentes obtengan beneficio alguno de ello. Abrumado por esta realidad, Mas ha llegado a la conclusión de que urge una reacción y él mismo la piensa protagonizar hoy en el Palau de la Generalitat, donde ha convocado este mediodía a los medios de comunicación para explicar su plan de gobierno 2013-2016.

El president, empeñado estos primeros seis meses en dar alas a la consulta y en defenderse con «uñas y dientes» de las «ofensivas» del Gobierno, ve que su estrategia no funciona y quiere ampliar el espectro de su acción política, hoy identificada exclusivamente con su proyecto soberanista.

Con la presentación de este plan de gobierno, Mas pretende dos cosas fundamentales. La primera demostrar que tiene un proyecto global para esta legislatura –la cual desea agotar– y la segunda recuperar la iniciativa política. El president expondrá siete grandes ejes de gobierno, cinco de los cuales no se centran en asuntos de índole nacionalista, sino que abordan ámbitos como la recuperación económica, la cohesión social, la sostenibilidad de las finanzas públicas, la transparencia de la administración y el equilibrio territorial.

Sin embargo, Mas, atrapado por su apuesta electoral (la celebración de una consulta soberanista) y por su pacto con ERC, no piensa renunciar al rumbo hacia el Estado propio porque sería tanto como realizarse a sí mismo una enmienda a la totalidad. Además, sus socios de Esquerra no piensan soltar el pie del acelerador con el proceso soberanista, pese a las dudas que esto suscita este viaje en Unió Democràtica.

Los republicanos estarán muy atentos a lo que hoy expone Mas porque no se plantean dar cobertura a aspectos no incluidos en su pacto de estabilidad y, por tanto, no van a comulgar con anuncios sorpresa si no se adaptan a sus planteamientos. Tan pendiente está ERC del acuerdo suscrito con CiU que ayer se apresuró a recordar que una de las cláusulas del pacto está a pocos días de vencer. Se trata de la que establece el compromiso de «formalizar dentro del primer semestre de 2013» la petición al Gobierno de convocar una consulta soberanista en Cataluña. La portavoz de Esquerra, Anna Simó, pidió al presidente de la Generalitat que concrete este punto mediante una reunión «con luz y taquígrafos» con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

El PP de Alicia Sánchez-Camacho, por su parte, amenazó con presentar una moción de censura si Mas no corrige el rumbo soberanista.