Matar será gratis

No pasa un día sin sobresaltos para las víctimas del terrorismo. Desde hace ya demasiado tiempo, tenemos miedo a enfrentarnos a los medios de comunicación cada día, temerosas de encontrarnos nuevas humillaciones y ataques contra nuestra dignidad. En los últimos meses hemos comprobado que ETA ha tomado la delantera y está muy cerca de conseguir un final a su medida: con impunidad. Pero esa puerta hacia la impunidad puede abrirse de par en par el 20 de marzo si el Tribunal de Estrasburgo deroga la «doctrina Parot». En muy poco tiempo, casi un centenar terroristas, todos con asesinatos a sus espaldas, saldrían a la calle habiendo cumplido una pena de prisión irrisoria. Y no sólo terroristas: también asesinos en serie, violadores y otros criminales quedarán en libertad.

¿Nos merecemos esto las víctimas del terrorismo? ¿Dónde quedará la Justicia si, encima, tenemos que ver la humillación que supondría que el Gobierno de España indemnizara a estos asesinos por sus años en prisión? Parece una locura, pero en muy pocos días puede convertirse en una realidad. Sin la «doctrina Parot», ETA se sentirá más fuerte que nunca, consciente de que habrá doblegado al Estado de Derecho. Las víctimas estamos asustadas. Tenemos miedo de ver cómo nos arrebatan el mínimo consuelo que supone ver que se les ha aplicado Justicia a los terroristas. Pánico de poder encontrarse por la calle con el asesino de su padre o de su hermana. Terror al comprobar que su dignidad y su memoria serán arrebatadas. El 20 de marzo, con otras víctimas, estaré en Estrasburgo para que puedan comprobar de primera mano la realidad de lo que ha supuesto la lacra terrorista para nuestro país. Si derogan la «doctrina Parot», la más perjudicada será la democracia, porque consentirán que matar salga gratis en España.