El PP matiza: diferencia entre "dialogar" con los independentistas y "negociar" o "pactar"

El PP no da la presidencia del Gobierno por perdida, pero también trata de aclarar conceptos en un momento que puede suscitar confusión los movimientos que está haciendo de cara al debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo. En este sentido, Elías Bendodo ha salido este viernes a matizar que una cosa es "hablar" con todos los partidos del arco parlamentario (excepto Bildu), incluyendo a Junts y ERC, y otra cosa es "negociar" y "pactar".

"He sido bastante expresivo diferenciando el diálogo del pacto o del acuerdo, son tres cosas distintas. El diálogo parlamentario es necesario en un proceso de investidura porque el candidato propone su programa de gobierno ante todos los grupos parlamentarios", ha señalado Bendodo, explicando que es una cuestión de "cortesía" parlamentaria. "El diálogo no es malo. Hablar con casi todos no significa que vayamos a pactar con todos y, ni mucho menos, significa tragar con todo", ha insistido Bendodo en una rueda de prensa desde Marbella.

De esta manera, el PP se mantiene en la voluntad de hablar "con todos los que quieran hablar" con sus "líneas rojas". Y todo apunta que la gran mayoría de grupos parlamentarios van a acceder a verse con Alberto Núñez Feijóo a partir del lunes, cuando van a iniciar una ronda de contactos. En total, en el Congreso, hay once partidos: si bien, uno de ellos es el PP. Otro es Bildu, que ha quedado excluido de su ronda de diálogo. Por tanto, podría verse con los nueve partidos restantes, con la gran expectación que genera ver cuál es la reacción del PSOE a la petición de diálogo de Feijóo: está por ver si Pedro Sánchez aceptaría una reunión o no.

En todo caso, el dirigente popular ha recordado que, en los 45 años de democracia en España, siempre ha gobernado quien ha ganado las elecciones, algo que Sánchez quiere invertir ahora, ya que ha perdido las elecciones y pretende gobernar.

El PP tiene previsto empezar este lunes la ronda de conversaciones con los grupos parlamentarios y apela, principalmente, a dos fórmulas para investir a Feijóo: por un lado, al PNV, que es la vía en la que más esfuerzos parece estar volcando; y, por otro lado, a "rebeldes" del PSOE que estén en contra de que Sánchez pacte con los independentistas y ceda ante todas sus demandas.

En este sentido, Sánchez ya negocia con los independentistas para ser nuevamente investido y, a la luz de sus declaraciones públicas, parece que está dispuesto a ceder a la aprobación de una ley de amnistía que exima de responsabilidades penales a todos los independentistas por el "procés". Ante ese escenario y el reguero de cesiones que puede hacer el presidente del Gobierno a los separatistas durante la próxima legislatura, el PP apela a diputados socialistas que las rechacen y apoyen la investidura de Feijóo. No obstante, es un escenario que se da por descartado.

La única vía que puede albergar alguna mínima posibilidad es un viraje en el PNV pese a que ha insistido en que no apoyará la investidura de Feijóo si cuenta con los votos de Vox. Los nacionalistas vascos podrían llegar a replantearse esa postura porque andan ahora en declive electoral (han perdido entre 80.000 y 100.000 votos en municipales y generales) tras una legislatura pegados a Sánchez y tampoco están recibiendo excesiva atención por parte del PSOE (Aitor Esteban lamentaba a mitad de semana la tardanza en recibir la llamada de los socialistas para iniciar los contactos), aunque es remota la posibilidad de un giro en el partido de Andoni Ortuzar porque suele ser bastante previsible.

Todo dependerá, en todo caso, de la propuesta que pueda hacerle el PP al PNV durante la reunión que mantengan a partir del próximo lunes. Lo que sí es cierto es que ambas formaciones guardan importantes puntos en común en materia económica y no parece muy complicado el entendimiento en esa carpeta. Sí hay diferencias políticas en otras áreas sensibles, como Memoria Democrática.

A pesar de que PNV y PSOE sean las dos vías más practicables para catapultar a Feijóo a la Moncloa, en el PP también quieren abrirse a conversaciones con Junts porque puede permitir a los populares reforzarse en Cataluña y tratar de seducir a la bolsa de votantes que se ha quedado huérfana tras la extinción de CiU. Cataluña es un territorio clave para gobernar en España tal y como demuestra la experiencia ya que los populares, cada vez que han llegado a la presidencia del Gobierno, han logrado, generalmente, entre ocho y doce diputados allí (el máximo son doce en el 2000, cuando José María Aznar logró la mayoría absoluta). En esta ocasión, los populares han logrado seis escaños, aunque se pronosticaba que podía llegar a ser segunda fuerza con 8, lo que habría dejado al bloque del PP a dos escaños de la mayoría absoluta.

Grupos parlamentarios

Asimismo, Bendodo ha informado que el PP va a encargar un informe jurídico sobre la creación de los grupos parlamentarios de Junts y ERC, que no reunían los requisitos necesarios, pero lo han logrado gracias a la cesión de diputados de PSOE y ERC. En función del informe, el PP decidirá cuál es su posición y si recurre ante el Tribunal Constitucional.