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Brexit

May impone un sueldo mínimo para los europeos

May impone un sueldo mínimo para los europeos
May impone un sueldo mínimo para los europeoslarazon

Bruselas se prepara para apretar el botón del pánico ante una salida a las bravas de Reino Unido de la Unión Europea.

Los comunitarios ya no tendrán ningún tipo de preferencia. El nuevo sistema de inmigración de Reino Unido, una vez se abandone el bloque, dará prioridad al «talento y experiencia» y no al país de origen. Cuando ayer se cumplieron exactamente cien días para la fecha fijada para el Brexit, el Gobierno de Theresa May publicó el Libro Blanco sobre el nuevo sistema que se quiere aplicar a partir de 2021, cuando termine la fase de transición tras el divorcio, siempre y cuando la «premier» logre que el acuerdo de retirada pactado con Bruselas sea aprobado en Westminster.

Según el documento se quiere eliminar el límite actual que existe para trabajadores cualificados como médicos o ingenieros y para los poco cualificados se quiere aplicar visas de trabajo de hasta un año. Por otra parte, se estudiará pedir un salario mínimo de 33.000 euros anuales para aquellos que buscan visas de cinco años –requisito actual que se aplica para aquellos de países fuera de la UE. Los comunitarios que quieran venir tan sólo de turismo, no se les pedirá visas. La publicación del Libro Blanco se había aplazado en varias ocasiones antes las dificultades que está teniendo la «premier» para sacar adelante el pacto de salida. El Ejecutivo aprovechó ayer la última sesión parlamentaria del año para su presentación. Las cosas podrían ser muy diferentes si finalmente hay una salida abrupta sin periodo de transición o elecciones generales que terminen con otra formación política en Downing Street.

Durante su intervención en la Cámara Baja, la «premier» señaló que mantenían su objetivo de reducir por debajo de los 100.000 la migración neta. Aunque previamente su ministro del Interior, Sajid Javid, había afirmado que el nuevo sistema no incluye un «objetivo específico» sobre la reducción del número de extranjeros. En cualquier caso, el titular de Interior sí afirmó a la BBC que será «un sistema que reducirá la migración neta a unos niveles más sostenibles». «Si uno mira los actuales niveles de migración, los últimos datos de migración neta muestran 273.000 personas. Mucha gente está de acuerdo en que es una cifra muy alta», agregó. Javid aseguró que se trata del «mayor cambio» en el programa de inmigración de «toda una generación», por ser un «sistema único, basado en las habilidades y construido en torno al talento y la experiencia que la gente puede traer».

Las críticas de la oposición no se hicieron esperar y la portavoz laborista, Diane Abbott, manifestó que el documento «no satisface la necesidad de certeza de los inmigrantes». Además, lamentó el retraso con el que se había producido la presentación del texto, lo que había perjudicado a todos los ciudadanos británicos y europeos. Por su parte, el director general de la Confederación de la Industria Británica, Josh Hardie, aseguró que no cumple con las necesidades del país. «Un nuevo sistema de inmigración debe tener la confianza de la gente y apoyar la economía. La propuesta no cumple ninguna de las tareas», lamentó.