Reunión
Objetivo: la paz en Gaza y en Ucrania
El ministro de Exteriores se reúne con el secretario de Estado de EE UU para abordar las tensiones internacionales
Desde el atentado de Hamás contra el estado israelí en octubre del año pasado que implicó una respuesta militar del ejército hebreo en la Franja de Gaza, el Ejecutivo español ha puesto en marcha una ofensiva diplomática para pedir un alto el fuego y la implementación de la solución de los dos estados para terminar con esta espiral de violencia en la región. Tanto el presidente del Gobierno, por un lado, como el titular de Exteriores han recorrido varios países de Oriente Medio, además de Europa, con este objetivo. Albares llegó ayer a Washington con ese fin: trasladar al principal socio de Israel la postura de España.
El ministro Albares aseguró que EE UU «está perfectamente alineado con el deseo de conseguir la paz para Oriente Medio». Insistió en que pese a las diferencias evidentes entre ambos países «hay un objetivo compartido: una paz que sea definitiva». No obstante, existen pequeños matices entre ambas naciones respecto a la definición de lo que sería el estado palestino mientras que ambos comparte la necesidad de un alto el fuego y la necesidad de hacer llegar ayuda humanitaria. La preocupante situación que atraviesa la población de Gaza está empujando a varios actores internacionales a repensar su postura respecto a la crueldad israelí y en algunos aspectos, EE UU, está siendo muy crítico respecto a la última ofensiva en el paso de Rafah. En este sentido, el ministro aseguró que EE UU «respeta la posición soberana de España» de reconocer a Palestina al tiempo que dejó claro que su viaje no tenía como finalidad obtener la «aquiescencia» de Washington antes de dar el paso. Blinken «respeta la posición soberana de España, no ha emitido ningún comentario al respecto». A renglón seguido, insistió en que el objetivo de la visita no era para «informar del reconocimiento» puesto que «es una decisión soberana». En cuanto a la fecha concreta en que se producirá ese reconocimiento, insistió, de nuevo, en que «cuando haya una fecha definitiva el Gobierno lo hará saber públicamente», pese al anuncio del 21 de mayo del gobierno de Irlanda. Este encuentro entre ambos coincidió en el tiempo con la votación en la Asamblea General de la ONU sobre la entrada de Palestina como miembro pleno en Naciones Unidas, después de que el Consejo de Seguridad rechazara el pasado 19 de abril dar el visto bueno tras el veto de Estados Unidos. Un total de 143 países votaron a favor, nueve en contra y 25 se abstuvieron.
Durante la reunión entre ambos mandatarios, que se prolongó durante una hora y veinticinco minutos, ambos mandatarios abordaron otros aspectos de la escena internacional, entre ellos la situación en Ucrania. Ambos países comparten la necesidad de apoyar al líder ruso, Volodomir Zelenski, frente a la agresión rusa, que ya suma más de dos años y medios. En este sentido, el jefe de la diplomacia española aseguró que se ha firmado un acuerdo conjunto de seguridad, conocido como plan de garantías de seguridad con las autoridades ucranianas. Otros de los asuntos que han abordado en la paz en el Sahel o la estabilidad en Haití.
Pero sin duda, el asunto principal de la visita fue la firma de un memorando de entendimiento. Con la mirada puesta en los próximos procesos electorales tanto en EE UU como en Europa, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, firmaron un MOU (Memorando de Entendimiento) para luchar contra la desinformación, especialmente para trabajar conjuntamente en la desinformación en lengua española.
Se trata de algo inédito. España no ha firmado con ningún otro país. No se trata de un asunto baladí, ya que se calcula que hay más 624 medios en español en EE UU y un 20 por ciento de la población de EE UU habla castellano. La proliferación de noticias falsas es algo que preocupa, realmente a sendos gobierno, de ahí su empeño en proteger a la sociedad de este riesgo. No en vano, durante las elecciones presidenciales de 2016, la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, fue víctima de una compleja estrategia de desinformación y propaganda en redes, que logró desmovilizar a parte de su electorado, finalmente.
El memorando, que consta de cinco puntos, lo firmaron Albares y Blinken en la sala de los tratados del Departamento de Estado ante los retratos de Thomas Jefferson y James Monroe. El texto hace hincapié en el riesgo de la propaganda y la desinformación en los procesos electorales y que la amenaza para la seguridad que representa la injerencia externa.
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