Para un 65,3% acercar etarras es un pago al PNV

Entre los mayores de 55 años, hasta el 73,5% considera que la nueva política penitenciaria es por dar el voto al PSOE.

Los favores hay que pagarlos. Eso es lo que piensan los españoles, a la vista de los resultados de la encuesta de NC Report sobre la nueva política penitenciaria del Gobierno sobre los presos de la banda terrorista ETA. De ahí que el 52,9% considere que el Ejecutivo se ha sometido con su actitud a un chantaje nacionalista a manos del PNV por su voto afirmativo en el Congreso para cambiar la Presidencia del Gobierno.

La proporción, en este caso, sube hasta el 63,3% en el caso de los mayores de 55 años. Una opinión que también se oyó con insistencia en Ermua, el pasado viernes, en los actos de recuerdo de Miguel Ángel Blanco. No puede ser que la prioridad sea acercar a los presos etarras a sus domicilios. En el relato de víctimas y verdugos debe quedar muy claro quiénes fueron los asesinos y quiénes los asesinados. En nuestros días, desde el nacionalismo, se está trabajando para confundir –cuando no para auspiciar una mentira y blanquear el largo historial de muerte de ETA y sus pistoleros–.

La memoria y la dignidad de los asesinados por ETA no puede quedar en un segundo plano vencido por el tacticismo político. Los presos de ETA disfrutan de un Estado de Derecho. Han sido juzgados de acuerdo a la ley y deben –si han sido condenados– cumplir las condenas. Los cambalaches políticos deben quedar al margen. Es una deuda de sangre y de vida con las víctimas del terrorismo que no se puede quebar por cinco votos a una formación nacionalista que –en el pasado, más de una vez– ha mirado para otro lado. Las prioridades del Gobierno deben de ser otras.