Rojo

Lastra fue el último escollo para cerrar la Ejecutiva

Sánchez la nombra su número dos en Ferraz ante los «anticuerpos» que genera en el Congreso. Meritxell Batet suena para portavoz.

Pedro Sánchez, acompañado por Adriana Lastra y José Luis Ábalos
Pedro Sánchez, acompañado por Adriana Lastra y José Luis Ábaloslarazon

El valencianoJosé Luis Ábalos será secretario de Organización del PSOE.Patxi López acepta entrar en la ejecutiva de Pedro Sánchez y Vara en el Consejo Territorial

Prácticamente tres años después, el congreso socialista volverá a encumbrar a Pedro Sánchez a la Secretaría General. Los militantes lo ratificaron después de una dura crisis el pasado 21 de mayo. Este fin de semana lo hará el Congreso Federal. A diferencia de 2014, Sánchez tiene las manos libres para hacer su Ejecutiva y para aprobar sus posiciones políticas. Así lo entienden los barones y los sectores más críticos porque «Pedro ha ganado, y está en su derecho, aunque defenderemos nuestra posición». Se refiere esta voz crítica a las enmiendas presentadas a las ponencias política y económica por la mayoría que representa el nuevo secretario general.

A lo largo de estos días, el equipo de Sánchez ha ido filtrándolas personas que acompañarán a Sánchez en la Ejecutiva. Desde todos los sectores se espera que ésta incluya diferentes sensibilidades. De momento, se han conocido diversos nombres como Cristina Narbona, nueva presidenta del partido, Núria Parlon, rival de Miquel Iceta en las primarias del PSC que deja el camino libre a su primer secretario para ser candidato socialista en Cataluña ante un adelanto electoral. Óscar Puente será portavoz, aunque Sánchez tantea una portavocía coral, y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, número 4 del PSOE en la Secretaría de Relaciones Institucionales.

Sin embargo, siendo fieles a la liturgia congresual socialista siempre surgen sorpresas y piedras en el zapato. José Luis Ábalos ocupará la Secretaría de Organización. Ábalos hizo muy buen papel en el debate de la moción de censura, pero no tiene ninguna intención de seguir en el puesto. Su acomodo ha sido fácil, menos de lo que lo ha sido el de Adriana Lastra. El plan de Sánchez era ubicar como portavoz parlamentaria a la asturiana, pero Lastra despierta «anticuerpos» en el grupo parlamentario. Incluso algunos diputados plantean que «si designa a Lastra votaremos en el grupo, aunque perdamos. No está a la altura». En las últimas horas, surge un nombre, puesto encima de la mesa por Miquel Iceta, para sustituir a Ábalos al frente de la portavocía del Congreso: Meritxell Batet.

Tras las primarias, Sánchez ha mantenido reuniones y conversaciones con la mayoría de los líderes territoriales y todo indica que la «pax socialista» se generalizará por el territorio. «Todos nos necesitamos. Pedro ha ganado y hemos de aprovechar su tirón. Y Pedro sabe que también necesita del partido en el territorio», afirma un dirigente que no secundó la candidatura de Sánchez porque «tenemos elecciones municipales y autonómicas en dos años». Hay una excepción. El presidente aragonés, Javier Lambán, con el que Sánchez tiene unas tensas relaciones. Los aragoneses tienen previsto su congreso para el mes de septiembre y no está –nada– claro que Lambán se presente a la reelección. Susana Sumelzo tampoco cuenta con una mayoría suficiente para dirigir la federación. En Valencia, continúan las tensiones, pero todo apunta a que Ximo Puig pueda repetir en el cargo. Fernández Vara y García-Page tienen cómodas mayorías para continuar en sus puestos, igual que Susana Díaz.

Al caso Lambán hay que sumar el de César Luena, Óscar López, Antonio Hernando y el propio Javier Fernández, aunque éste ya ha anunciado que no se presentará a la reelección del socialismo asturiano, que son considerados los principales damnificados de este proceso, sin olvidar al diputado vasco Eduardo Madina. Del papel que otorgue Sánchez a Adriana Lastra y a Susana Sumelzo se podrá desprender cual será el camino que tomarán sus federaciones.