Elecciones catalanas

Plan B: Artadi presidenta con conseller en cap de ERC

Los independentistas negocian alternativas a Puigdemont al que ayer Junqueras ya relegaba a ser un «presidente simbólico».

Imagen de Elsa Artadi durante una concentración independentista
Imagen de Elsa Artadi durante una concentración independentistalarazon

Los independentistas negocian alternativas a Puigdemont al que ayer Junqueras ya relegaba a ser un «presidente simbólico».

Con los ecos del revés de ERC a la investidura de Carles Puigdemont todavía resonando por doquier, los partidos independentistas negocian la hoja de ruta y el gobierno, con la incógnita del presidente, aunque vuelve a resurgir el nombre de Elsa Artadi, ya que la posibilidad de Jordi Sánchez, en prisión en Soto del Real, se considera en muchos sectores como una quimera. Si bien, la candidatura de Artadi solo hace que levantar ampollas en todos los sectores del independentismo. Para empezar, en Puigdemont, que percibía esta alternativa como un buen elemento de despiste, pero «ahora está viendo que no era despiste, que era muy real, y por eso habla de deslealtad y de conspiración», como se pudo comprobar en sus mensajes a Comín, según explicaron ayer fuentes cercanas a este diario.

Esta hipótesis, como es natural, también se encuentra con el rechazo del PDeCat. Artadi llegó a formar parte de la cúpula del partido y en noviembre, justo antes de embarcarse en la candidatura de Puigdemont, rompió el carnet de la formación neoconvergente, tras sus hostilidades con la coordinadora general, Marta Pascal. El único lugar donde tiene algún tipo de receptividad es en ERC, ya que según algunas voces del partido, «no la ven bien, pero ya les va bien que sea ella porque significará que ya ha desaparecido Puigdemont».

Poco se sabe de las negociaciones, aunque algo empieza a conocerse. Marta Rovira no será ni vicepresidenta ni consellera en cap. Parece que le están confeccionando una consejería de Educación «con algo más de relieve político», pero «ha caído de primera línea». ERC, dicen sus adversarios, ha centrado la batalla en la creación de una consellería en Cap –recogida en el estatuto y no una vicepresidencia que es una mera delegación de competencias del presidente– y la consellería de presidencia, que llevaría aparejada la portavocía del gobierno. En estas quinielas, Puigdemont, a cada día que pasa está menos presente, y Toni Comín, tampoco.

«No soy capaz de discernir si Comín hizo un posado o fue víctima de un robado», dice un alto dirigente de Junts per Catalunya preguntado por este diario «lo que sí está claro es que tiene un mosqueo con su entorno más inmediato, con ERC, y Puigdemont también lo tiene con los suyos. Que ambos mosqueos coincidieran para hacer públicos los mensajes, no lo sé. Si sé que, casualmente o no, lanzaron un toque de atención a los suyos», zanja.

Los malos rollos afloran cuando la situación está enquistada. Todos dicen defender la candidatura de Puigdemont pero ven necesario un pleno con garantías. Las reticencias de los republicanos a dar un paso que ponga bajo la lupa de la justicia a Roger Torrent y la publicación de los mensajes de Puigdemont a Comín, han agitado las aguas independentistas. Formalmente, todo sigue igual. Todos defienden a Puigdemont, pero crece la desconfianza y ayer Oriol Junqueras, ya se atrevió a plantear la bicefalia de votar un presidente «simbólico» –Puigdemont– y otro «efectivo» –buscar una alternativa–. Fuentes de ERC, aseguraron que la proclamación de Puigdemont se haría con la aprobación de algún tipo de iniciativa –como una resolución– que lo tipificara, diferente a la investidura. Si bien, Torrent, que ya sabe que acciones similares ya le generó a su antecesora, Carme Forcadell, querellas de la Fiscalía por desobediencia, expresó sus reticencias ayer a esta vía.

Las fuentes consultadas consideran que Carles Puigdemont se siente defraudado por los suyos. «Le prometieron que la investidura estaba hecha y fue todo un fracaso. Su entorno más inmediato se ha vendido como los mejores negociadores y, a día de hoy, no hay nada de nada. Ni investidura, ni posibles soluciones». ERC coincide «si no nos dicen como se hará la investidura de forma legal y efectiva, no se convocará el pleno». Puigdemont también «le dijeron que estaba todo hecho, y nadie hizo los deberes».

ERC espera que Junts per Catalunya les haga un planteamiento serio. Hasta ahora sólo han recibido una propuesta «poco seria». Viene de la mano de Joan Vintró, Catedrático de Derecho Constitucional de la UAB, que defiende que se registre en el Parlament el discurso del president. Con el pleno convocado, se requiere a la Mesa que el Secretario Primero lea el documento registrado. Según esta tesis, no se sustituye al candidato por otro diputado, simplemente es un trámite. Se lee el discurso y se puede votar. En ERC, no se fían de esta propuesta «no tuvimos ni el discurso, apenas era un índice de tres puntos, y si tienen una propuesta seria que la expliquen».