Tensión

Presión sobre Mónica García ante su gestión en el "caso Errejón": "Queda tocada"

En Sumar creen que Más Madrid debería de haber advertido a Díaz cuando le nombró portavoz. «Esto nos penaliza», lamentan

Mónica García presenta la campaña de vacunación
La ministra de Sanidad Monica GarciaDavid JarFotógrafos

El «caso Errejón» amenaza con ser la losa de la izquierda alternativa al PSOE. Al escándalo y escarnio que pesa en la sociedad, se unen también los interrogantes que todavía hoy pesan sobre formaciones como Más Madrid o Sumar en cuanto a por qué mantuvieron en sus filas a un dirigente sobre el que sospechaban ya al haber tenido conocimiento de una primera denuncia de acoso sexual.

El foco lo acapara la ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, sobre la que ya hay voces que apuntan a su responsabilidad por no haber sido implacable ante el primer caso posible de acoso sexual denunciado hace más de un año y medio y, también, por no haber puesto en conocimiento de quien le hizo después portavoz del partido minoritario de la coalición de Gobierno en el Congreso.

Si bien, en la izquierda buscan hoy «recomponerse» y «recuperar» la confianza de su electorado, y priorizan este trabajo al del señalamiento público de quienes creen que podían haber hecho más, hay diputados y diputadas en el Congreso que sí imputan en privado culpabilidad a Mónica García. «Queda tocada» dice un diputado consultado en Sumar que se confiesa «engañado». «Vale que Yolanda Díaz le eligió, pero era obligación de Más Madrid responder por él o advertir de lo que nos podía explotar», dice, todavía estupefacto ante el alcance del escándalo. «Aquí venimos porque nos lo creemos de verdad y estos casos penalizan», lamenta. Y es que el partido de Mónica García abrió una investigación al conocer la denuncia en redes de una joven en un festival en Castellón y la cerró después de que la entonces jefa de gabinete de Errejón, la diputada en la Asamblea de Madrid Loreto Arenillas restara importancia a los hechos para encubrir a Errejón.

En el partido regional, sin embargo, echan balones fuera y aseguran que Errejón no era militante del partido desde que se integró en las listas de Sumar para las elecciones generales del 23J. «Ya no donaba al partido», repiten. Otro diputado califica de «imprudencia» este cierre de investigación. Pero no es el único error que pudo cometer la dirección de Más Madrid que también recomendó a Errejón que buscase «ayuda profesional» tras el episodio de Castellón, sin indagar más allá, pese a ser conocedores de sus «problemas personales», según argumentaron este lunes en rueda de prensa. Además, en el Congreso creen que ya no vale la excusa de decir que nadie sabía que podía ser Errejón un agresor puesto que en público lo desmintieron estos días dos ex integrantes de Más Madrid y de Sumar, Tania Sánchez y María Eugenia Rodríguez Palop, respectivamente. El propio coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, apuntó esta semana a la responsabilidad de «quienes lo sabían» y no hicieron nada, aunque sin señalar a nadie.

«Nadie nos advirtió», explican en el entorno de la vicepresidenta segunda, la responsable de nombrar a Íñigo Errejón, como portavoz del grupo plurinacional Sumar en el Congreso. Se refieren a que Más Madrid debía haberles mostrado sus dudas y advertencias sobre la idoneidad de mantener como cabeza visible a alguien sobre quien se acumulaban sospechas de violencia contra las mujeres y por sus luces y sombras sobre el motivo por el que acudía a terapia. Otros, creen que es valorar a «toro pasado» sobre si Mónica García debió de haber actuado de manera automática antes de exponer a Sumar ahora a esta situación, aunque, explican, que las «responsabilidades de cada uno se dirimirán más adelante». Ahora, creen que deben centrarse en «estar a la altura». La propia vicepresidenta desvió el foco a Más Madrid este lunes al asegurar que tras que los de Mónica García cerraran la investigación «nunca más» volvió a saber nada sobre la denuncia. «A mi equipo le comunicaron desde Más Madrid que la investigación se había cerrado y que la denunciante había retirado el tuit», ahí acabó todo, para Díaz –que no preguntó al propio Errejón– y para García, que se desentendió totalmente del asunto coincidiendo con su alejamiento político con éste.

Otra de las tesis que se maneja es que fue el propio partido de Mónica García quien ha aprovechado el momento para cobrarse la «cabeza» de Íñigo Errejón. En el partido hay rencor con el propio Errejón, del que se desvincularon totalmente hace un año y medio. Sin embargo, no se da demasiada credibilidad a esta posibilidad debido a que, finalmente, quien ha acabado señalada es la propia Mónica García. En Sumar, eso sí, reprochan a Más Madrid no haber actuado en público en el momento –que era antes de las generales– y creen que ello fue así para «evitar» que el caso de presunto acoso sexual en Castellón «estallara a Más Madrid», que acudía en coalición con Sumar. Desde el partido regional llaman a evitar una guerra ahora entre las dos partes, pero avisan, de que no van a «renunciar» a seguir ocupando espacios de poder por un presunto delito no cometido por el partido.