Tensión

El PSOE se desmarca del desgaste de Yolanda Díaz: "El presidente no tiene la culpa de que se desdibuje"

Sumar les achaca su pérdida de protagonismo, pero los socialistas atribuyen esa erosión política a que "no encuentra su espacio" con sus socios

Pedro Sánchez y Yolanda Diaz
Pedro Sánchez conversa con Yolanda Díaz en el CongresoAlberto R Roldán

El Gobierno de coalición ya no se agita de la misma manera que en la pasada legislatura, cuando era Podemos quien utilizaba los medios de comunicación para denunciar las discrepancias en el seno de Moncloa y conseguir torcer el brazo a los socialistas. Esas estrategias han cambiado y Sumar evita esa sensación de inestabilidad constante, algo que la parte socialista agradece, aunque, los réditos que obtiene el socio minoritario no son los mismos. Tampoco es similar la aritmética de la que dispone el Ejecutivo. En la pasada legislatura ambos partidos pudieron lucirse en el plano legislativo, pero la actual conformación del Congreso no deja espacio para logros –ni una sola ley aprobada todavía– y eso afecta principalmente al socio minoritario del Gobierno, que ve poco margen para el rédito electoral. A ello se le suma los convulsos inicios que está viviendo el partido de Yolanda Díaz, que no acaba de conseguir unificar a sus aliados en Sumar.

Todo ello está haciendo mella en Sumar. Las encuestas reflejan ya un severo desgaste del proyecto de Díaz, perdiendo –tomando como referencia el CIS– hasta cuatro puntos desde las elecciones generales. Así, el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón dio un toque de atención importante a Pedro Sánchez tras analizar durante varios días que el PSOE estaba tratando de «achicar» el espacio de Sumar, según fuentes del partido. Todo ello en pleno contexto de contienda electoral. El dirigente le recordó a su socio que si abonaban la estrategia de la competición electoral solo ganaba la derecha. Les advirtió de que «las coaliciones no se salvan solas ni yendo por separado». Esta crítica de los de Díaz llega después de que Sánchez anunciara la eliminación de las tarjeta Golden. Sumar se quejó de que los socialistas anunciaran por sorpresa la medida, sin aviso previo. Lo mismo ocurre con la bandera que ahora explota Pedro Sánchez para reconocer Palestina como Estado. Forma parte de las condiciones que Sumar puso para reeditar el gobierno de coalición con el PSOE. Sumar se siente «invisibilizado» en Moncloa, según una fuente de la coalición. Algo que notan todavía más desde que el Gobierno renunciara a presentar los Presupuestos de 2024, lo que –de facto– les deja sin foco.

En el PSOE niegan haber puesto en marcha cualquier operación que busque dañar a su socio. De hecho, llaman a repasar las declaraciones del propio Pedro Sánchez en contestación a Errejón. Sánchez compartió la necesidad de «proteger» la coalición y llamó a «reivindicar las cosas que hace este Gobierno porque si no lo hacemos nosotros, no lo harán otros», dijo, en un tono reconciliador. Más allá, en Ferraz ponen en el foco a la propia vicepresidenta segunda como causante de su erosión política. «El presidente no tiene la culpa de que Díaz se desdibuje», resuelven fuentes socialistas ante las críticas de Sumar que ahondan en que el PSOE les quita oxígeno. No se entiende tampoco estos avisos en Moncloa dado que entienden que en el caso de los anuncios que suele desvelar Sánchez, corresponde a las cuotas de poder en el Gobierno, no por mirada electoral. El socio mayoritario no cree que la solución pase por «dar más espacio a Díaz» para contentar a Sumar, sino porque la propia líder se imponga en su espacio o refuerze su presencia. Creen que es la ministra de Trabajo la que se desdibuja sola. Analizan los de Sánchez que su socia «no encuentra su espacio» y apuntan a la plural amalgama de partidos que tiene detrás, por las dificultades de construir un partido nuevo.

Aun así, en el partido de Sánchez, aseguran estar comprometidos con la coalición de gobierno. «Sánchez es el primer interesado en apoyar a sus socios», aportan en Ferraz. Sin embargo, lo más probable es que el malestar de Sumar en el Gobierno siga patente –más ahora en ciclo electoral– puesto que el PSOE no está dispuesto a dejar libre ningún espacio progresista ante la incomparecencia de su izquierda.