Estrategia

El PSOE renuncia a sumar indecisos en la recta final de campaña

Los tracking captan los daños del ruido de corrupción. El principal hándicap es la falta de credibilidad de Sánchez

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez, durante su intervención en un acto electoral en el Auditorio del Parque Forestal de Entrevías, a 25 de mayo de 2023, en Madrid (España). Desde el comienzo de la campaña electoral, el pasado 12 de mayo, Sánchez ha estado apoyando a todos los candidatos y candidatas del Partido Socialista que se presentan para las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.Gustavo Valiente / Europa Press25/05/2023
Sánchez participa en un acto del PSOE-Madrid ayer en EntrevíasGustavo ValienteEuropa Press

La preocupación sigue creciendo en las filas socialistas por los números que dan los sondeos para la noche electoral ya que no han subido con respecto a las posiciones con las que abrieron formalmente la batalla por el voto, es decir, no han conseguido atrapar nada de la bolsa de votantes indecisos. Bildu se cargó la estrategia inicial con sus listas con etarras, y el remate de una campaña que parece gafada para el PSOE son las noticias de candidatos de sus siglas detenidos o señalados en las investigaciones de presuntas compras de voto. O por otros escándalos. La lista «maldita» engorda por días: imputado el número dos del PSOE andaluz, Noel López, por el secuestro de la concejal de Macarena; dos ex alcaldes del PSOE de Huévar del Aljarafe (Sevilla) también investigados por fraude en el voto por correo; detenidos la candidata del PSOE en un pueblo de Murcia y un miembro de las listas autonómicas; un juzgado canario investigas presuntas irregularidades en el voto de La Gomera; la documentación intervenida en Mojácar confirma los indicios de fraude electoral para favorecer al PSOE; detenido el número 2 del PSOE en Santa Cruz de Tenerife tras una pelea; el alcalde socialista de Galapagar, a juicio por acoso laboral a la secretaria general del Ayuntamiento; y las novedades que siguen conociéndose sobre la compra de voto en Melilla.

«El goteo de casos está destrozándonos la recta final de campaña al impedirnos colocar un solo mensaje», se lamentan en la organización valenciana. Pero, al margen de que se les haya torcido la agenda, en el PSOE también crece la sensación de que se han equivocado en la estrategia.

Los datos que manejan los partidos confirman que los socialistas no han mejorado sus niveles de fidelidad de voto en estas dos últimas semanas, y tampoco han conseguido atraer voluntades de la bolsa de votantes que sí les dieron su apoyo en anteriores elecciones y que ahora están pensando qué hacer con su papeleta. Éste es un hándicap importante para las expectativas de los socialistas y explica por qué la campaña se cierra hoy con una radiografía demoscópica que, con sus matices, apunta a que el PP puede sacar más de tres puntos de diferencia a los socialistas, ganarles en más de medio millón de votos y disputarles la posición de lista más votada en la mayoría de las comunidades autónomas.

La sensación de que la campaña no ha sido eficaz está haciendo crecer la incertidumbre en el PSOE. De igual forma que en el PP se percibe optimismo sobre la cosecha que tendrán la noche electoral, aunque intentan embridarlo por prudencia.

Además, los estudios cualitativos que manejan en el PP les dicen que el principal lastre para los socialistas es la falta de credibilidad del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Hasta el punto de que, incluso aquellos que aseguran que volverán a votar al PSOE, admiten, al mismo tiempo, que no confían en la palabra del jefe del Ejecutivo.

Esto daría sentido a la demanda de los barones socialistas de limitar la presencia de Sánchez en la campaña, y que ha sido desatendida por los «fontaneros» del presidente. El agujero que detectan los sondeos cualitativos sobre la imagen que proyecta Sánchez explica que en los últimos días la estrategia del PP haya introducido como eslogan la identificación del presidente con la «mentira».

En esta idea viene insistiendo desde hace días el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, y es un argumento que se ha introducido, además, a modo de comodín en los informes con mensajes de campaña que distribuyen diariamente desde Génova.

Las noticias sobre la compra de votos vinculadas a nombres socialistas actúan como resorte definitivo para que el PSOE entierre las expectativas de mejorar posiciones en estas dos semanas de campaña y llegue a la conclusión de que lo mejor que les puede suceder es quedarse como estaban.

Andalucía es el territorio donde con más fuerza suena la música de funeral en las sedes socialistas y lo que ocurra en los grandes núcleos urbanos se interpretará en clave de hasta dónde llega realmente el «cambio» en esa comunidad autónoma y sus repercusiones en las próximas elecciones generales.

El resultado histórico del PP de Juan Manuel Moreno en las últimas autonómicas puede servir de trampolín para que los populares multipliquen el número de votos que consiguen en uno de los históricos bastiones de la izquierda. También es muy relevante de cara a las generales lo que suceda en los principales núcleos de población en Castilla y León.

Siempre las elecciones locales han anticipado la tendencia de las generales, y en la sala de máquinas de los dos principales partidos cuentan con que es el indicador más fiable de cambio en el ciclo político. Aunque Moncloa lo niegue este domingo.