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Puigdemont advierte a Sánchez de "consecuencias no agradables" si no se impulsa el catalán en la UE

Weber amenaza a Sánchez con una comisión de investigación sobre la ley de amnistía

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido esta mañana en el Parlamento Europeo para hacer un balance de la presidencia española. Esta cita debía de haberse producido en el mes de julio, pero la convocatoria sorpresiva de elecciones debido al varapalo de las elecciones locales y regionales hizo temer que este debate quedase monopolizado por la política interna española. Por eso, se decidió anular la comparecencia inicialmente prevista y sustituirla por lo que se ha convertido en un debate de clausura para hacer balance de la presidencia española durante estos seis meses y que terminará a finales de año para dar el relevo a Bélgica.

Pero, paradójicamente, la política nacional y, concretamente, la ley de amnistía, ha acabado centrando buena parte del debate y ha eclipsado muchos otros temas de política internacional También se esperaba con gran curiosidad la interpelación directa del ex presidente catalán Carles Puigdemont quien ha aprovechado para arremeter contra el Gobierno por no haber conseguido que durante su presidencia se haya aprobado la oficialidad del catalán, una de las condiciones para que Junts votara a favor de la investidura. Este martes se celebró una reunión de los ministros de Asuntos Generales en la que no se llegó a votar este asunto ante la falta de avances, ya que se necesita la unanimidad de las capitales europeas.

Después de asegurar que no poder expresarse en la lengua materna es un derecho fundamental como europeo, Puigdemont ha amenazado de manera directa al presidente del Gobierno. “Si no se aprovechan las oportunidades, las consecuencias no serán agradables”.

Sánchez ha comenzado su discurso erigiéndose como un dique contra el auge de partidos de extrema derecha en Europa en referencia a una posible coalición entre el Gobierno Popular y Vox, en contraposición a su Gobierno, firmemente europeísta “En este intervalo electoral Europa ha ganado un gran aliado para los próximos cuatro años con un gobierno progresista en España. El pasado 23 de julio los españoles tuvieron que elegir entre dos proyectos antitéticos también de cara a la construcción europea. Tuvieron que elegir entre una coalición de la derecha con la ultraderecha que aspiraba a derogar buena parte de los avances sociales, económicos y medioambientales que durante estos últimos años hemos aprobado e impulsado en España y aplicar de nuevo las fracasadas recetas neoliberales que tanto dolor crearon durante la pasada crisis financiera. La otra opción era una coalición de fuerzas progresistas que, a pesar de nuestras diferencias, compartían el deseo de seguir avanzando, de seguir consolidando el proyecto europeo, de seguir apostando por la justicia social, por la dignidad laboral, por la tolerancia, por el respeto como norma básica para la convivencia democrática, por sociedades abiertas, por causas que son justas como el feminismo, las transiciones verde y digital y, por supuesto, por el fortalecimiento de nuestro proyecto común que es Europa”, ha asegurado Sánchez.

Este discurso no ha convencido al líder de los populares europeos, Manfred Weber que ha acusado a Sánchez de mentir a los españoles tres días antes de las elecciones debido a la ley de amnistía y ha comparado a Alberto Núñez Feijóo con el líder polaco del Partido Popular Europeo, Donald Tusk, quien ha vuelto como primer ministro y ha prometido volver a restaurar el Estado de derecho en su país tras la deriva autoritaria vivida en los últimos años.

“No puede estar en el poder cinco años diciendo que una amnistía no es constitucional para luego aplaudir esa amnistía”, ha asegurado el político alemán para después asegurar que “Europa está preocupada” y de ahí las preguntas formuladas por la Comisión Europea. Weber ha sido especialmente crítico con las comisiones parlamentarias acordadas entre Junts y Sánchez para analizar posibles casos de "lawfare" y ha abierto la puerta a una comisión de investigación en el seno de la Eurocámara para “estudiar muy de cerca lo que está ocurriendo en España”, si los socialistas apoyan la propuesta.