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Los mensajes de Puigdemont sobre el «procés»: «Esto se ha terminado, me han sacrificado. Moncloa triunfa»

«Espero que gracias a esto puedan salir todos de la cárcel porque si no el ridículo es histórico», escribe en un mensaje el ex presidente catalán

Los mensajes de Puigdemont sobre el «procés»: «Esto se ha terminado, me han sacrificado. Moncloa triunfa»
Los mensajes de Puigdemont sobre el «procés»: «Esto se ha terminado, me han sacrificado. Moncloa triunfa»larazon

El «Programa de Ana Rosa» desvela unos mensajes enviados por Carles Puigdemont al diputado de ERC Toni Comín en el que confiesa que el «procés» se «ha terminado» y que les «han sacrificado».

Tal y como la CUP envió a la papelera de la historia a Artur Mas, ahora es ERC quien podría haber firmado la sentencia de muerte de Carles Puigdemont. Aunque el ex president siempre ha mostrado en público absoluta firmeza en ser investido y seguir adelante pese a las circunstancias, recibió como un revés letal para su futuro político la suspensión del Pleno por parte del presidente del Parlament, Roger Torrent. Así se desprendió de unos mensajes que envió al ex conseller de ERC, Toni Comín, captados por «El Programa de Ana Rosa» y que han desatado una crisis en el seno de Junts per Catalunya (JxCat): «El plan Moncloa ha triunfado. Esto se ha acabado. Los nuestros nos han sacrificado».

Todo sucedía al mismo tiempo. Mientras Puigdemont escribía a través de Signal a su ex conseller, en una sala de Lovaina se veía el mensaje difundido por el ex president a través de las redes sociales. Toni Comín, espectador entre un numeroso grupo, atendía su móvil sin percatarse –o sí, aunque éste es un extremo por confirmar– de que justo detrás se encontraba un cámara del citado espacio matinal que grababa la pantalla de su smartphone. Cuando, horas después, el reportero y el redactor desplazados a Bruselas revisaban el material grabado en su hotel para preparar el programa del día siguiente no daban crédito a lo que veían. Los mensajes captados eran toda una bomba.

«Yo ya estoy sacrificado como sugería Tardà», añadía Puigdemont. «Volvemos a vivir los últimos días de la Cataluña republicana», reconocía. «No sé lo que me queda de vida (¡Espero que mucha!). Pero la dedicaré a poner en orden de estos dos años y a proteger mi reputación», continuó. Con estos mensajes, Puigdemont, que admitió de forma implícita en Twitter su autenticidad, incendió JxCat, que celebró una larga y tensa reunión ayer por la tarde en el Parlament para reclamarle explicaciones y acabó en una profunda división entre su núcleo duro –formado por Elsa Artadi, Quim Torra o Eduard Pujol–, que sigue cerrando filas con él, y quienes ya miran más allá y llegaron a plantear incluso a Jordi Sánchez como alternativa –aunque tendría escaso recorrido porque quedará en marzo previsiblemente inhabilitado–, según explicaron fuentes presentes a este diario. En el propio encuentro, su entorno más cercano no hizo otra cosa que defenderle acérrimamente y se llegó a señalar incluso de «conspiradores» a gente de la candidatura, de ERC y del PDeCAT.

En público, sin embargo, a la conclusión de la reunión, Artadi quiso persistir en la idea de que sólo se trabaja en un escenario de investidura de Puigdemont. Igual que hizo el ex president, que alimentó su regreso a la presidencia por la tarde a través de las redes sociales, excusándose en que esos mensajes son fruto de un estado anímico puntual, como apuntó ayer a través de las redes sociales. «Soy humano y hay momentos que dudo», afirmó en Twitter, y añadió que su propósito es «no arrugarse y no echarse atrás, por respeto, gratitud y compromiso con el país y los ciudadanos».

Toni Comín, el artífice de esta polémica, trató de defenderse a través de las redes sociales también, donde anunció acciones legales contra Telecinco y quitó relevancia al contenido de los mensajes: «Cualquier mensaje quitado de su contexto pierde siempre su significado».

Por su parte, ERC, desencadenante de este escenario, volvió a reiterar que no hubo ni acuerdo ni todavía hay plan de gobierno, y apeló a aparcar los «simbolismos». El diputado de ERC Antoni Castellà así lo señaló cuando aseguró que siguen sin despejarse las incógnitas del «qué» y el «cómo»: «El quién no lo discutimos –Puigdemont–, pero queremos saber el plan de gobierno para hacer efectiva la República y la propuesta para ser investido». También, aunque a través de la redes sociales, se pronunció el líder, Oriol Junqueras, con un enigmático mensaje: «90 noches en Estremera. 107 en Soto», en alusión a las jornadas que llevan ya encarcelados él, Joaquim Forn y los «Jordis».

El PDeCAT, que ha secundado en privado la vía ERC de aparcar las excentricidades como una investidura a distancia de Puigdemont, alimentó su postura después de que Neus Lloveras, alcaldesa de Vilanova i la Geltrú y presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) considerara «valiente» y merecedora de su «total apoyo» la decisión de Torrent. No obstante, y pese a esta posisición, fuentes del partido neoconvergente se defendieron de las acusaciones de «conspiración» contra Puigdemont por la publicación de los mensajes ni por la decisión en el último momento del presidente del Parlament por aplazar el Pleno de la investidura: «El PDeCAT no ha estado en las negociaciones», en alusión a todas las conversaciones que han llevado a cabo los independentistas.

En el Gobierno y el PP, las confesiones de Puigdemont fueron recibidas como una victoria. Tanto la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como el líder del PP catalán, Xavier García Albiol, aprovecharon para insistir en que Puigdemont no puede ser presidente de la Generalitat.

y se apremió a Torrent a que inicie una ronda de contactos para proponer una alternativa. «No me puedo creer que entre los más de 100 diputados no haya nadie que pueda recuperar la senda del consenso y el diálogo», aseguró, y añadió que la obligación de todo Gobierno es «pensar en los ciudadanos», como ha hecho el Estado en «toda la crisis». El propio Albiol, que volvió a felicitar al ejecutivo de Mariano Rajoy por haber mantenido el recurso al Pleno de investidura pese al poco compromiso de Cs y PSOE, también reclamó que Puigdemont debe dejar el acta de diputado.