Investidura

Puigdemont veta a Illa como interlocutor

Junts anuncia que votará «sí» o «no» en la investidura de Sánchez, haciendo intrascendente el voto de Coalición Canaria

MADRID, 04/10/2023.- El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ha reunido esta miércoles por la tarde en la sede del partido en Madrid con el líder del PSC, Salvador Illa, con quien está en "coordinación permanente" para negociar las cuestiones relacionadas con Cataluña en el marco de su investidura-.EFE/PSOE***SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)***
Sánchez se reúne con Illa en Ferraz/PSOEAgencia EFE

La reunión entre Pedro Sánchez y Salvador Illa este miércoles en la sede federal de Ferraz y la escenificación que sitúa al primer secretario del PSC como interlocutor socialista con los partidos catalanes no ha sentado nada bien en Junts per Catalunya. Fue el propio Carles Puigdemont quien asestó una puya al primer al líder de los socialistas en Cataluña en la red social X –antiguo Twitter–. Para Junts, Illa no puede ser el interlocutor con su partido porque fue el artífice de dejar sin alcaldía a Xavier Trías en Barcelona, excusa formal, o quizá porque fue el vencedor de las últimas elecciones catalanas, excusa de fondo. Conclusión para Junts: «Illa no puede ser interlocutor válido» porque no genera «confianza».

Y para ponerse en valor anunciaron que Junts no se abstendría. Que votaría «sí» o «no» en la investidura, en un claro aviso al PSOE de que el voto favorable de Coalición Canaria sería del todo insuficiente. El movimiento se produce horas después de que Fernando Clavijo, presidente de Canarias, se abriera a apoyar a Pedro Sánchez para tratar de abaratar el apoyo de los independentistas.

Ayer Puigdemont y sus huestes se rasgaron las vestiduras con aquella vieja cantinela de que «con el PSC nada. Mejor con el PSOE». La intentó Artur Mas puenteando a José Montilla para pactar con José Luis Rodríguez Zapatero y también Jordi Pujol, durante años, con Felipe González y Alfonso Guerra. Mas fracasó, Pujol no tanto. Al tiempo que Puigdemont despotricaba de Illa, Junts per Catalunya votaba a favor de una moción del PSC que era una enmienda a la totalidad a la política del Govern tumbando sus pretensiones de ampliar la Zona Protegida de Aves –ZEPA– en el Baix Llobregat. La moción también fue apoyada por el PP, Ciudadanos y Vox. Un día antes la alcaldesa de Sabadell, Marta Farrés del PSC, anunciaba un acuerdo para incluir a los junteros en el gobierno municipal.

No es el único lugar. Junts ha dado la alcaldía al PSC en 20 localidades que gobiernan a 545.000 ciudadanos, muchos más si se tiene en cuenta que en muchas de ellas la población aumenta exponencialmente en verano como en Platja d’Aro, Lloret de Mar, Blanes, Calafell o Cunit. Puigdemont y su entorno acusan a Illa de orquestar «el pacto de la vergüenza», como llaman en el independentismo al acuerdo que llevó a Jaume Collboni a la alcaldía de Barcelona. Sin embargo, obvian que Junts forma parte del gobierno del Àrea Metropolitana de Barcelona y que en las últimas semanas Xavier Trías coquetea con Jaume Collboni. El alcalde no rechaza un pacto con Trías pero prefiere esperar a ver como acaban las negociaciones en Madrid, mientras que Trías le exige que elija ya pareja de baile al tiempo que se ofrece como alternativa frente a Colau.

Salvador Illa lleva dos años y medio ejerciendo una oposición de «mano de hierro y guante de seda» que ha dejado a ERC a expensas de los socialistas para mantener un gobierno débil –tiene 32 diputados de 135– y le ha quitado a Junts un papel protagonista. La semana pasada cortó por lo sano ante la resolución aprobada en el Parlament por los tres partidos independentistas a favor de la amnistía y el referéndum de autodeterminación. El PSC votó su propia resolución y enseñó la puerta de elecciones anticipadas si ERC y Junts seguían por ese camino. Esa misma tarde el PSOE y el PSC firmaban un comunicado conjunto que reproducía la resolución presentada por el PSC en el Parlament.

Illa siempre se ha mostrado partidario de alcanzar un acuerdo entre los partidos catalanes ampliando las competencias, y blindándolas, dentro de un nuevo Estatut. «Unir y no dividir» es su consigna. Cuando el máximo dirigente del PSC amenazó con un adelanto electoral si el independentismo seguía por la senda de un referéndum independentista a nadie se le escapó que ese adelanto electoral se repetiría en Cataluña porque la unidad independentista no existe y Pere Aragonés depende del apoyo de los socialistas. Si este apoyo decae, la gobernabilidad sería inexistente y las elecciones catalanas se celebrarían mucho antes de febrero de 2025.