Caso ITV
Pujol se aferra a su acta de diputado y deja la Secretaría General de Convergència
Delega para no «estorbar» en el proceso soberanista
Acompañado de la cúpula de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), con paso firme y el aire de indolencia que le distingue, apenas una hora después de haber recibido la interlocutoria del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que le cita a declarar como imputado, Oriol Pujol compareció para dar explicaciones en la sede de su partido. Tenía el discurso aprendido. Poco después de destaparse el caso, en verano del año pasado, ya le tocó rebatir el informe de la Agencia Tributaria que le sitúa como «colaborador necesario» de la trama corrupta que pretendía amañar concursos de estaciones de ITV. «No soy colaborador ni necesario», aseguró entonces en el Parlament. Una frase que repitió el pasado febrero, cuando la Fiscalía pidió su imputación, y ayer, tras confirmarse.
Pujol anunció que delega su cargo de secretario general de Convergència y de presidente del grupo parlamentario de CiU. La puesta en escena elegida por CDC no era baladí. La fotografía de Pujol rodeado de los suyos en este caso confirmaba el tópico de que una imagen vale más que mil palabras. El hijo del ex president estuvo en todo momento acompañado del portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull, que asumirá temporalmente el cargo de presidente del grupo parlamentario, y del secretario de organización, Josep Rull, y el vicepresidente del Parlament, Lluís Maria Corominas, en quienes delega las funciones de secretario general.
La presencia de Turull, Rull y Corominas fue un gesto indiscutible de que CDC apoya a su secretario general, que da un paso atrás para «no ser un estorbo en el proceso soberanista». Pujol delega, pero no dimite. Se mantendrá como diputado, lo que le asegura un sueldo de 37.327 euros más 20.060 euros en dietas. Y lo hará porque «dejar el escaño sería desmesurado, como asumir mi culpabilidad» y «no garantizaría la «reversibilidad» en caso de ser declarado inocente.
Envolverse con la «senyera»
Pujol dijo que «anímicamente, me siento con un punto de tranquilidad», porque ahora podrá defenderse de todas las acusaciones e insinuaciones que durante el último año han lanzado contra su persona opinadores y medios de comunicación. Aunque evitó valorar las grabaciones telefónicas en las que supuestamente aparece para mediar en la adjudicación de estaciones de ITV, insistió en que «no soy colaborador ni necesario» de una trama corrupta, que «no tengo ningún interés en tener empresas de inspección técnica de vehículos» y que «la imputación no es una condena ni una culpabilidad».
Una vez más, Pujol negó que quiera envolverse con la «senyera» ni «dar pie a juego sucio». Aunque ipso facto añadiera que en otros casos de corrupción que salpican a CiU, como los informes de la Udef, «sobre el que el ministro del Interior no dio explicaciones ayer en el Senado», existe «juego sucio» y «es agresivo».
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