El desafío independentista
Rajoy promueve una vía de diálogo con Sánchez ante el órdago secesionista
El presidente advierte de que «nada es posible fuera de la ley».
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, respondió ayer a las amenazas independentistas del frente de Artur Mas y Oriol Junqueras reivindicando una vez más la ley. El problema catalán tiene muchas aristas, y en paralelo Rajoy es partidario de consolidar una vía de diálogo con el jefe de la oposición, Pedro Sánchez, y de buscar el acuerdo con él para afrontar los posibles desafíos a la legalidad que el frente independentista promueva en los próximos meses, con independencia de que PP y PSOE mantengan sus diferencias en las estrategias de campaña. Todo dependerá del resultado en las elecciones del 27-S, pero si llega el caso de que la mayoría es para un Gobierno independentista, Rajoy buscará el acuerdo con el PSOE, como en su día hizo con Alfredo Pérez Rubalcaba, porque entiende que la defensa de la unidad de España es una cuestión de Estado.
Desde la lista unitaria por la secesión se proclamó el lunes que «ya no hay margen, esto va en serio». Y Rajoy respondió ayer que hacer una declaración unilateral de independencia tras las elecciones autonómicas catalanas del 27 de septiembre supondría «un ataque frontal a la ley, a las normas de convivencia y a las reglas de juego, sin precedente en los países democráticos». «El Gobierno no lo va a permitir. Con absoluta tranquilidad puedo decir que el Estado está absolutamente preparado para cualquier problema que algunos puedan plantear en el futuro», añadió en una conferencia con el primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal, tras la cumbre bilateral celebrada en el Palacio de la Moncloa.
Rajoy no quiso entrar en detalles sobre los cauces legales que el Gobierno utilizará para responder a los pasos que puedan dar Mas y Junqueras en su camino hacia la secesión. Y la explicación es la misma que ya utilizaron cuando el referéndum soberanista del 9 de noviembre del año pasado. Moncloa precisa que el Gobierno no se va a adelantar a los acontecimientos, y que responderá con toda la fuerza de la ley y por la vía más eficaz a cada decisión, ya sea en campaña electoral o venga del nuevo Gobierno o del nuevo Parlamento catalán. La ley frente a cada movimiento que implique un ataque contra la Constitución o contra la legalidad vigente, o que suponga avanzar hacia la secesión sin respetar el mecanismo reglado de la reforma de la Carta Magna.
El presidente insistió en que su posición sigue siendo la de estar a favor de la estabilidad, de la certidumbre, de que Cataluña siga en España y en Europa, de que a los catalanes no se les obligue a elegir entre su condición de catalán, español y europeo, a favor de la historia en común y de lo que une a Cataluña y a España, de la unión y no de la división. Al tiempo que se posicionó en contra de quienes quieren romper lo que lleva unido siglos, de quienes están promoviendo una división sin precedentes y a quienes no les importa el interés general ni los problemas reales de los catalanes. Además de apelar a la fortaleza de la ley, el presidente también volvió a recordar que las elecciones de septiembre son unas elecciones autonómicas más, y que, por tanto, no pueden ser utilizadas para privar a ningún español de su derecho a decidir sobre lo que quiere ser su país. «Todos los catalanes pueden estar tranquilos porque no van a perder nunca su condición de catalanes, españoles y europeos. La soberanía nacional no se va a romper y no va a haber independencia de Cataluña», apostilló.
En ese sentido, advirtió de que «todo es posible dentro de la ley, pero nada es posible fuera de la ley porque eso es tanto como liquidar las normas de convivencia y romper las reglas de juego». «Si en un país cada uno hiciera lo que estimara oportuno y conveniente saltándose la ley, se produciría una situación verdaderamente grotesca», añadió. El presidente apuntó directamente contra Artur Mas por su «irresponsabilidad» al tomar decisiones «impropias» para un territorio, el de Cataluña, cuyo futuro tiene que estar en España y en la Unión Europea, no fuera. Y le advirtió de que puede convocar elecciones, pero no puede «romper la ley ni la Constitución de una democracia avanzada como la española». Respecto a la posibilidad de un frente contra el soberanismo catalán, en el que el PP se una a partidos como Podemos, Rajoy puntualizó que esta formación se ha manifestado «a favor del derecho a decidir tal como lo entienden algunos». Y que el PP no comparte la idea de que «una parte de España decida sobre el futuro de toda España».
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