Rajoy, próximo destino: Colmenar Viejo

La inminente jubilación del titular del Registro de la Propiedad número 1 de esta localidad madrileña le abre la posibilidad de volver más cerca de su familia.

Maiano Rajoy, profesión, registrador de la propiedad con destino en la localidad alicantina de Santa Pola. El hombre quien recibió el apoyo mayoritario de los españoles en las dos elecciones en las que fue candidato a la presidencia del Gobierno por el PP y que desde finales de 2011 ha gobernado España, tuvo que «cambiar su reloj» cuando el 1 de junio Pedro Sánchez le arrebata el sillón azul del Congreso y la residencia de La Moncloa por mor de esos pactos con nacionalistas, independentistas y populistas. Pocas horas después dejaba los trastos de la política y recuperaba nuevamente la legislación mercatil, civil y toda aquella necesaria para afrontar la nueva plaza en la que iba a torear, la del club de los registradores de la propiedad. La hace habiendo renunciado a su sueldo vitalicio como ex presidente del Ejecutivo y a su puesto, y correspondiente remuneración, en el Consejo de Estado –está por por ver si alguno de los que le antecedieron o de los que le suceden siguen el ejemplo– . Una oposición que sacó en el año 1978 con un meritorio décimo puesto, pero a la que dedicó no muchos años, ya que se embarcó en la política activa poco tiempo después.

Y así fue cómo, una vez que en el hemiciclo aparecieron más votos a favor que en contra en la moción de censura auspiciada por Pedro Sánchez, Mariano Rajoy optó por regresar a su destino como registrador, en Santa Pola, localidad con un paseo marítimo que le facilita una de sus aficiones favorita, como es dar largos paseos matutino. Pero dejaba atrás no sólo los vaivenes de la politica, con sus abrazos y puñaladas de amigos y enemigos, sino también a su mujer, Elvira Fernández, y a sus hijos, Mariano y Juan, sin olvidar tampoco a su perro, que responde al nombre de «Rico». Quizás este alejamiento temporal los días laborales haya sido uno de los peajes más altos que haya tenido que pagar.

Y al registro de la propiedad de Santa Pola llegó el pasado miércoles, también para sorpresa de quien ocupaba esa plaza de forma interina desde hacía ni más ni menos que 28 años, Francisco Riquelme; y en ese destino permanecerá hasta que llegue el momento en que pueda obtener una plaza en una localidad más cercana a la residencia familiar de Aravaca.

Y esa oportunidad le puede llegar mucho antes de lo que incluso podía esperar el registrador de la propiedad Mariano Rajoy Brey.

Si los astros no se le vuelven en contra otra vez, la distancia entre Aravaca y su despacho profesional podría reducirse de unos 437 a apenas 36. Si en estos momentos tiene que recorrer esos casi 450 kilómetros para estar unos días con su mujer e hijos, en pocos meses podría acudir diariamente a su trabajo y a su casa para descansar y disfrutar de la vida cotidiana con su familia y amigos.

Para ello tendrá que espera a que su compañero de profesión Emilio García-Pumarino Ramos cumpla los 70 años, lo que sucederá en pocos meses, y, por tanto, pase a la jubilacion forzosa. En ese momento, la plaza del Registro de la Propiedad número 1 de Comenar Viejo que ocupa desde diciembre de 2014 quedaría vacante y podría optar a ella Mariano Rajoy con serias opciones de que se le adjudicase. Esos traslados se otorgan por estricta antigüedad de los interesados, y aquí el ex presidente del Gobierno cuenta con 40 años desde que aprobó la oposición. Si, por el contrario, alguien con más antigüedad la solicitara, en ese caso no podría acceder a inscribir las propiedades en Colmenar Viejo, pero la que ocupase el nuevo titular quedaría, a su vez, vacante, y Rajoy podría igualmente solicitarla. En todo caso, no es muy habitual, más bien lo contrario, que quien lleva muchos años afincado en un destino concreto pida un cambio para los últimos años de su carrera profesional.

Rajoy y García-Pumarino no comparten sólo profesión, sino también su pasado –en un caso mucho más reciente que otro– político. García-Pumarino fue diputado por Oviedo en dos legislagturas, las de 1977-79 y la de 1979-82, elegido en las listas de la extinta Unión de Centro Democrática. En 1981, Rajoy se incorporaba de lleno a la política activa al lograr el escaño en las elecciones gallegas, año en el que dejó «en suspenso» su profesión de registrador. Ahora, sus caminos pueden volver a cruzarse, siempre que no lo impida alguien que supere en el escalafón al registrador Rajoy. El ex presidente busca destino cercano a Aravaca y Colmenar se presenta como la plaza con más opciones a corto plazo. Y además, gobierna el PP. Se sentiría como en casa.