Dos años de la victoria del PP

Rajoy quiere mantener a todo su Gobierno hasta final de legislatura

Sólo entreabre la puerta a un puntual encaje de piezas que pueda derivarse de las europeas. Mantiene su negativa a subir el IVA pese a las exigencias de Bruselas, y sí rebajará el IRPF

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ayer, durante su entrevista en RNE
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ayer, durante su entrevista en RNElarazon

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, detalló ayer algunas de las claves de la segunda parte de la Legislatura en una entrevista en RNE. En estas declaraciones dejó dos mensajes principales. Por un lado, el contundente gesto de apoyo a todos sus ministros, incluso a los que han sufrido un mayor desgaste en estos dos primeros años de mandato, como es el caso del ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert. Comentaban estos días en su entorno que si por Rajoy fuese, no habría ningún cambio en su equipo de aquí hasta las próximas elecciones generales. Y Rajoy confirmó ayer lo que era lo previsible si se atiende a su manera de gestionar sus equipos. Antes de Navidad no hará ningún cambio entre sus ministros, y si puede, tampoco después. El presidente se cura así en salud ante las consecuencias que pueden derivarse de la designación del cabeza de lista del PP para las elecciones europeas. Mucho se ha especulado ya sobre la posibilidad de que esta decisión obligue a hacer un encaje de piezas por la salida del ministro Miguel Arias Cañete. Rajoy no dio ninguna pista sobre una decisión que tendrá que tomar como muy tarde para principios de año. Pero ante su silencio también es cierto que pese a que se reconoce que Cañete «tiene mucho peso», hay quienes empiezan a barajar la posibilidad de que al final el jefe del Ejecutivo no prescinda del actual portavoz en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja. Sólo Rajoy lo sabe.

Wert, «valiente»

Además de descartar una remodelación de entidad de aquí a las generales, el presidente tuvo un gesto especialmente llamativo con Wert. Es el ministro peor valorado y el que ha ocupado más titulares por decisiones impopulares y contestadas por la oposición y por la calle. Pero ayer Rajoy defendió con contundencia a su ministro: «Wert ha cumplido el programa electoral del PP. Ha sido muy valiente. Tiene el pleno apoyo del Gobierno y del presidente», sentenció.

Botella y Aznar

También elogió a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, sin anticiparse, eso sí, a confirmarla como candidata. «Ni estamos con las europeas ni con los candidatos a las elecciones municipales», explicó. Sus relaciones con José María Aznar también salieron a relucir. Primero, ante una pregunta sobre las declaraciones del ex presidente en relación a Cataluña y a la necesidad de que la convocatoria de un referéndum ilegal se pene con la cárcel. Rajoy se desvinculó de esta posición, pero señaló que mantienen una «estupenda relación». «Respeto la opinión de Aznar, pero respondo de lo que yo digo. Hay una leyenda, pero tengo una relación estupenda con él».

Cataluña y el «seny»

En relación a Cataluña, el presidente del Gobierno ratificó que no permitirá que se violente la soberanía nacional y que, por tanto, lo que afecte a España lo tienen que decidir todos los españoles. No obstante, se mostró confiado en que la sangre no llegue al río y en que ni siquiera se concrete el referéndum ilegal con el que amenazan con distinta intensidad desde CiU y ERC. «Espero que se imponga el "seny"», precisó.

«Doctrina Parot»

En la entrevista en RNE fue llamativo el gesto de apoyo a los jueces que están aplicando el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en contra de la «doctrina Parot». Si en un primera respuesta a esta polémica decisión el Gobierno dio a entender que se quitaba de en medio y que la responsabilidad la trasladaba a las decisiones que adoptaran los tribunales españoles, ayer Rajoy insistió en que no le gusta la decisión de la Corte europea, pero también respaldo el trabajo de los jueces ahora cuestionados por dejar en liberta a etarras y a otros condenados por delitos muy graves. «No puede ser que ahora se cargue contra los jueces que están obligados por una sentencia europea. Son los mismos jueces que persiguieron y condenaron a los terroristas», dijo.

ETA

Sobre el futuro de ETA no quiso especular, más allá de insistir en que se olviden de cualquier negociación con el Gobierno y de ratificar el mensaje de que los etarras no tienen otra salida que la disolución y la entrega de las armas. Algunas decisiones, especialmente la derogación de la «doctrina Parot», han generado tensión entre las víctimas y entre el electorado del PP. Rajoy se dirigió a ellos con estas palabras: «El PP siempre ha estado con las víctimas y siempre estará. Este Gobierno ni ha negociado ni va a negociar nada con ETA y confiamos en que al final se imponga la Justicia».

Impuestos

En relación a la gestión de la crisis económica, Rajoy se mostró satisfecho con el trabajo realizado y convencido de que al final de la Legislatura podrá presentarse ante los españoles como el responsable de haber dado la vuelta a la situación y con datos positivos de empleo. Sus planes para estos dos años dependen todavía de Bruselas. Ante el interrogante sobre si harán falta nuevos recortes, el Gobierno confía en que los ingresos se comporten con el dinamismo necesario para que no se cumplan los pronósticos de la UE. Pero aun así, Rajoy no cerró la puerta a que haga falta algún nuevo ajuste, con la precisión de que en ningún caso alcanzará la entidad de los ya acometidos en el pasado. También ratificó que mantiene su negativa a subir el IVA, pese a las exigencias de Bruselas, y que en sus planes sigue estando el compromiso de rectificar la subida del IRPF aprobada en su primer año de mandato por las exigencias del déficit. La reforma fiscal irá acompañada de una reforma del sistema de financiación para hacer un nuevo reparto entre Estado y comunidades. Dentro de su discurso optimista incluyó la afirmación de que cerrará esta Legislatura con una cifra de parados inferior a la que se encontró.

«Caso Bárcenas»

Rajoy reconoció que la gestión podría haber sido mejor y se remitió a lo que dictamine la Justicia. «También se aprende de los errores. Hay que ponerse en 2009. Entonces yo tenía unas informaciones y ahora tengo otras. Cesó como tesorero en cinco meses y como senador en 2010».