Delito fiscal
Rato asegura que declaró todo el dinero que cobró en el extranjero
Sostiene que no hay datos que avalen la comisión de blanqueo fuera de España.
El ex ministro de Economía y ex director-gerente del Fondo Monetario Internacional Rodrigo Rato asegura que no le queda por declarar, y, por tanto, de declarar ante el fisco español, de todos los ingresos percibidos en el extranjero. Así lo afirma en un escrito que presentó el pasado 30 de septiembre ante el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, después de que la Fiscalía recurriese la decisión del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu de inhibirse del procedimiento, donde se investiga el origen del patrimonio de Rato, en favor del mencionado juzgado. El Ministerio Público argumentaba que era necesario investigar el «flujo dinerario que procedente del extranjero, de origen injustificado, llega a Kradonara –sociedad participada mayoritariamente por Rato, y que, a su vez, es titular de otra dedicada a la explotación de un hotel en Berlín– y sale invertido a Alemania».
En relación con el denominado «tráfico de divisas provenientes del exterior», la defensa del ex ministro de Economía bajo el Gobierno de José María Aznar, asegura que la Agencia Tributaria «es perfectamente conocedora» que los más de 6,5 millones que la sociedad Kradonara recibió «procedentes del extranjero, cuyo origen se desconoce» –como afirmaba el fiscal en su recurso– han sido declaradas por Rato, «tanto en su Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas como en los modelos 750 y 720 presentados». El primero de esos modelos es el relativo a la declaración extraordinaria de bienes y derechos en el extranjero, mientras que el segundo es el que emplearon aquellos que se acogieron a la denominada «amnistía fiscal».
En esa misma línea, incide que otros 2,7 millones de euros que señala el fiscal que percibió y que tuvieron su origen Estado Unidos, Reino Unido, República Dominicana y Luxemburgo, provienen de una sociedad en la que «prestó servicios, cobró por ellos mediante la entrega de operaciones/acciones de la entidad, y, en consecuencia, tributó como renta del trabajo». En definitiva, afirma, esas transferencias recibidas «no son sino el producto de la venta de tales acciones por cuya percepción ya había tributado puntualmente».
Por otro lado, Rodrigo Rato sostine que no hay ningún indicio que avale la presunta comisión de un delito de blanqueo de capitales cometido en el extranjero, por lo que la causa no debería instruirla en ningún caso la Audiencia Nacional; y que de haberse producido ese delito, que su defensa niega «rotundamente», se habría producido «dentro del territorio español».
Transferencias desde España
En este aspecto, rechaza lo sostenido por la Fiscalía, quien argumenta, para sostener la competencia de la Audiencia Nacional –que esgrimía que la sociedad Bagerpleta, la que recibió fondos de Kradonara para la explotación de un hotel en Berlín, está radicada en Alemania–, con lo que dicha conducta presuntamente delictiva se habría cometido fuera de nuestro país.
Sin embargo, Rato entiende que ese argumento está muy «alejado de la realidad», y ello porque aunque los socios de la citada sociemdad alemana son españoles y, además, es titular de dos cuentas de un banco español con sucursal en Lérida, a través de las cuales «se raelizaron todas y cada una» de esas transferencias.
Por tanto, concluye la defensa del ex ministro en este punto, «si se acoge la tesis esgrimida por la Fiscalía, la integración de los presuntos bienes derivados del delito en el circuito económico legal se habría producido, en todo caso, en España, a través de las transferencias» a esas cuentas, «siendo indiferente si en posteriores transmisiones patrimoniales se hubiere transferido el dinero fuera» de España.
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