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Reforma del "solo sí es sí": PSOE y PP aprueban intervenir la ley estrella de Montero

Recibe el apoyo de 233 diputados y evidencia la ruptura de la unidad en la coalición. Irene Montero carga contra el PSOE por aprobar un "retroceso": "Los derechos feministas no se negocian con el PP"

La votación de este jueves, la del PSOE y el PP uniendo sus fuerzas para reformar la ley del "solo sí es sí" ha supuesto la ruptura de unidad entre los socios del Gobierno de coalición y también con el bloque de investidura. Una especie de implosión en Moncloa, aunque el Ejecutivo no corra peligro. Podemos, pese a la corrección implícita a la norma estrella del Ministerio de Igualdad, no prevé salir del Gobierno, y el PSOE no forzará la ruptura de la coalición. Marcará, eso sí, un punto de inflexión a las puertas de las elecciones autonómicas y municipales de mayo. La reforma de la ley ha quedado aprobada con 233 votos a favor, mientras que 59 diputados han votado en contra y cuatro se han abstenido.

Tras la votación, tan solo se han visto aplausos del PP. Ni la ministra de Justicia, Pilar Llop, ha celebrado el éxito de la reforma. La iniciativa llega 194 días después de que la ley entrara en vigor y tres meses después de que el PSOE decidiera presentar una proposición de ley en solitario para corregir los "efectos no deseados" de la ley de Libertades Sexuales que ya ha dejado ya más de 1.000 rebajas de condenas y 100 excarcelaciones a agresores sexuales.

El partido morado ha intentado frenar "in extremis" la pinza PSOE-PP para reformar la ley, aunque con pocas garantías de ello. Se esperaba que las intervenciones de los portavoces morados elevaran la tensión en el pleno del Congreso de los Diputados ante la votación final. La ministra de Igualdad ha tomado la palabra en el debate y por parte del grupo parlamentario se ha vuelto a dar voz a la diputada balear, Lucía Muñoz. En la toma de consideración de la proposición de ley socialista, la dirigente acabó acusando al PSOE de "fascista" o de "machista", entre otros calificativos. Un tono de debate que causó malestar no solo en el PSOE, sino dentro de su propio grupo, Unidas Podemos.

El tono en general ha sido menos bronco de lo esperado. Igualdad ha querido evidenciar la "gravedad" de la situación, con un tono sobrio, más pedagógico, pero dejando claro su inconformismo y futura batalla. La ministra, que no escondía estos días la "tristeza" que suponía la votación, ha subido a la tribuna para lamentar el “retroceso en derechos”. “Hoy es un día triste, el más difícil que he vivido en este parlamento. También para todas las feministas”. La ministra morada aseguró que a pesar de la reforma, su partido seguirá trabajando. “Hoy nos quedamos en minoría, pero vamos a seguir trabajando”, aseguró. “Es lo mejor que sabemos hacer las feministas cuando conquistamos derechos, cuando retrocedemos en ellos y cuando nos quedamos en minoría”. Un mensaje que da cuenta del paso posterior de los morados: la movilización en la calle y del movimiento feminista, que ayer ya se manifestó a las puertas del Ministerio de Justicia. La ministra ha relatado que durante todo este tiempo ha ofrecido distintas propuestas al PSOE para reformar la ley. “Nos hizo ceder por encima de nuestras posibilidades”, lamentó, para después denunciar que el PSOE “no cedió desde diciembre”. Criticó que no salga una “reforma feminista” del pleno del Congreso. “El mensaje es que la alianza que vale para Vivienda no vale para proteger los derechos de las mujeres” .

Después, la portavoz morada balear, la conocida por ser el "ariete" contra el PSOE, rebajó el tono y criticó a los socialistas por su alianza con los populares. "Hoy es un día muy grave, muy triste", comenzó. Denunció que hoy se “recorta nuestra libertad sexual” y recordó que la ley del “solo sí es sí” nace del movimiento feminista, del “hermana yo si te creo” y lamentó que, con la aprobación de la reforma, “reside el pensamiento machista” de que, si “no se resistió tanto, igual quería”. Censuró que el PSOE, “en vez de defender los derechos de las mujeres los han entregado a los reaccionarios”. Reclamó a su socio la rectificación de la reforma con el PP y cargó contra ellos por negociar con los de Feijóo. “Los derechos feministas no se negocian con el PP”.

Los morados criticaban ayer que veían al PSOE en modo electoralista al cerrar la puerta a llegar a un acuerdo con la mayoría de la investidura. Un alto dirigente del partido explicaba que los socialistas decían tener informes electorales negativos desde la entrada en vigor de la norma y el conocimiento de las primeras rebajas de penas y que ese es el motivo por el que han forzado la reforma "sin negociar" con sus socios habituales. Estas fuentes creen que los socialistas buscan trasladar la imagen de que pueden pactar con la mayoría de la investidura y también con la oposición para reforzar su imagen de partido de Estado.

Los partidos que conforman la coalición no han solucionado sus discrepancias, la tensión se ha elevado y el nivel de reproches entre una y otra parte ha acabado enturbiando el clima en el Ejecutivo a las puertas de las urnas electorales. La ruptura de la unidad en Moncloa y también con el bloque de investidura se oficializará hoy en el Pleno y marcará un punto de inflexión. Todas las partes están ya preparando el relato de la batalla con el objetivo de ganarla y salvar los costes electorales. Se trata de una votación puramente política según resumían ayer fuentes populares al contestar a la batalla que vive la coalición.

Por su parte, los socialistas dan por amortizada la polémica. Creen que el desgaste político sufrido se ha minimizado desde que se optó por avanzar en la reforma, aunque sea de la mano del PP. Los socialistas cambiaron de tercio y optaron, finalmente, por negociar con Génova para que sus "enmiendas técnicas" se incorporarán al texto, algo que defienden como un "ejercicio de responsabilidad". La portavoz del PSOE, Andrea Fernández, defendió desde la tribuna que la Ley de Libertad Sexual es "una buena ley" pero "no ha funcionado adecuadamente", algo que hay que "afrontar" para buscar soluciones. Esta solución es el ajuste en las horquillas de las penas de cada delito, pero "no se modifica una coma de la definición del consentimiento", ha señalado, lamentando -en un dardo a sus socios de coalición- que "quienes han anunciado el apocalipsis no han sido capaces de concretar". "Este debate hubiera merecido más argumentos y menos ruido. Lamento haber visto grupos más centrados en sus relatos", criticó Fernández.

Desde el PSOE también han criticado el afán del PP de "sacar rédito electoral" con una cuestión tan sensible como esta, porque su única intención "ha sido generar miedo y conflictividad social". "Estamos encantados de traerles a posiciones feministas", les ha espetado. En contraposición, los socialistas se presentan como el único partido que ha presentado una propuesta con rigor y en respuesta a lo que la ministra de Igualdad calificó de "humillación" por pactar con los populares, Fernández ha respondido que "no hay humillación en trabajar en beneficio de la mayoría de la ciudadanía ni en trabajar por lograr consensos sólidos". "La reforma del Código Penal pretende revertir los efectos indeseados y reparar a las víctimas que se han visto afectadas", ha asegurado la portavoz socialista.