Casa Real
Las víctimas, un ejemplo de «fortaleza moral» y de renuncia a «la venganza»
Primer acto oficial de los Reyes y segundo gesto con las víctimas del terrorismo. Don Felipe VI y Doña Letizia, acompañados del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, llegaban ayer pasadas las doce de la mañana al palacio de Zurbano para reunirse con los afectados por el zarpazo del terror, de la masacre, del dolor, de la sinrazón. Felipe VI siempre tuvo claro que cuando fuera proclamado Rey quería que su primer acto fuera con las víctimas y así se lo volvió a trasladar ayer. No se fijó en la proximidad del aniversario de Hipercor, y aunque también estaba cera la fecha del 27 de junio, día de las víctimas del terrorismo, quería estar a su lado el primer día y las víctimas volvieron a escenificar la unidad. Al llegar, Don Felipe y Doña Letizia saludaron una por una a las 42 víctimas representantes de 22 colectivos afectados por ETA, Grapo, 11-M, terrorismo islámico y, con ellas, ya en el patio, guardaron un minuto de silencio en recuerdo de los que ya no están. A continuación, se reunieron con todas ellas en un encuentro a puerta cerrada que se alargó algo más de una hora.
Felipe VI tuvo unas breves palabras para todos ellos, palabras similares a las que ya pronunció en su discurso de proclamación, cuando destacó que siempre estarán presentes, «con un inmenso respeto a todos aquellos que, víctimas de la violencia terrorista, perdieron su vida o sufrieron por defender nuestra libertad. Su recuerdo permanecerá en nuestra memoria y en nuestro corazón. La victoria del Estado de Derecho, junto a nuestro mayor afecto, será el mejor reconocimiento a la dignidad que merecen», dijo el Rey.
En los corrillos, se rompía el protocolo y los Reyes, en tono distendido hablaban con cada uno de ellos. Les trasladaron su admiración por su fortaleza moral, por no quererse vengar, y les rubricaron que siempre están en su mente, con ellos, que no los olvidan. Emoción, gratitud y alegría fueron los sentimientos que expresaban las víctimas al salir del encuentro con Don Felipe VI y Doña Letizia, unas horas donde mostraron una gran proximidad para con ellas. Todos coincidieron en que había sido un acto «cariñosísimo», «entrañable» y «sin protocolos». Los Reyes se interesaron por los casos concretos de cada una, por los atentados que sufrieron y escucharon atentamente sus inquietudes y les trasladaron su compromiso y su ayuda en todo aquello que les transmitieron. El Rey siempre estuvo muy cerca de las víctimas cuando era Príncipe de Asturias, y así lo recordaron ellas ayer. Mari Mar Blanco le trasladó el agradecimiento de sus padres y el suyo propio porque en «esos momentos tan duros cuando tuvimos que enterrar a mi hermano, Miguel Ángel Blanco, contamos con su fuerza, con su cercanía, con su apoyo y su presencia». La presidenta de la Fundación de Víctimas del terrorismo recordó a los Monarcas su apoyo para escribir el relato final basado en la memoria y en la justicia. «Le hemos recordado los más de 300 casos pendientes de una resolución judicial y que en cada viaje internacional nos ayude a construir ese relato basado en la verdad y en la memoria y que en ningún lugar del mundo nadie tenga duda de quién es ETA».
Irene Villa se mostró «emocionada» por el acto y destacó que las palabras del Rey habían sido «sinceras». «Ha alabado nuestra superación personal y que no nos van a olvidar jamás». La presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, le entregó una carta donde «les damos las gracias y les damos a conocer el manifiesto con el que vamos a clausurar el próximo día nuestras jornadas». «Hemos sentido cercanía sincera, que no han venido a hacerse la foto como estábamos acostumbrados con otra gente. Éste es el mejor acto que nos ha regalado este país desde que somos víctimas». Con quien más habló fue con la Reina Doña Letizia y destacó que los Reyes «tienen un nivel de conocimiento de nuestra situación y una empatía con las víctimas muchísimo mayor que la mayoría de nuestros políticos».
También Pilar Manjón se mostró encantada y destacó las disculpas que habían pedido los Monarcas por convocar el acto un sábado de puente. «Siempre es de agradecer que el primer acto en el palacio sea con las víctimas». También aprovechó para hacerles su petición: «Que se solicite a Marruecos la extradición de los seis que se fugaron del atentado del 11-M. Puesto que ambas monarquías parecen tener una relación entrañable, pues que venga por ejemplo quien dejó una de las mochilas en El Pozo, donde asesinaron a mi hijo». Y como en España el Rey reina, pero no gobierna, «también hemos aprovechado para decírselo al Gobierno».
Maite Pagazaurtundua destacó la «generosidad» de dedicarles su primer acto oficial y lo vio como algo «simbólico». «Han mandado un mensaje a las víctimas y al mismo tiempo a toda España y a todas esas personas afectadas por culpa de todos los grupos terroristas que han intentado quitar a los españoles sus libertades». «Ha sido un gesto hermoso y que da preminencia a todo lo que nos une como españoles». Daniel Portero le entregó al Rey tres libros en memoria de su padre. Como anécdota, Felipe VI le comentó que el día de la proclamación, cuando iba por Gran Vía, escuchó que alguien le decía: «Este Rey no reparte caramelos». Un gesto que casi le hace reír. El ambiente distendido le llevó incluso a hacerse ayer una foto con un miembro del catering porque era su ilusión. Ya al final del acto, y antes de entrar en el coche, se dirigió a las personas que se concentraban en la calle de enfrente y junto a Doña Letizia, Don Felipe las saludó una a una.
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