
Congreso
Rufián estalla contra Junts por "meter a sus 'amiguetes'" en empresas españolas: el origen de las tensiones entre los independentistas
El choque entre Junts y ERC es reflejo de una pugna por la hegemonía dentro del independentismo, marcado por la incapacidad de articular un proyecto común

La Sesión de Control al Gobierno de ayer en el Congreso de los Diputados volvió a estar marcada por la bronca y las acusaciones entre las distintas formaciones. Sin embargo, para sorpresa de muchos, uno de los momentos más significativos no tuvo que ver ni con el Gobierno ni con el principal partido de la oposición, el Partido Popular, sino que estuvo protagonizado por las dos fuerzas independentistas catalanas: ERC y Junts per Catalunya.
El episodio tuvo lugar cuando el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, replicaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras preguntarle qué creía que creen hoy los catalanes. Rufián aprovechó su turno de réplica para criticar la gestión del Rodalies en Cataluña, donde llegó a asegurar que se calcula que, de media, una persona puede llegar a perder hasta 12 horas a la semana en el tren debido a los retrasos e incidencias en la red ferroviaria española. Momento en el que, por primera vez tras mucho tiempo, criticó y señaló directamente a sus homólogos independentistas: los diputados de Junts.
"Y frente a esto hay tres tipos de personas: quienes intentan arreglar las cosas, que somos nosotros, los del PSC, que entorpecen muchas veces, y los que se aprovechan", asegumentó Rufián, para continuar con su ataque a los de Puigdemont.
"Y señalo directamente a la derecha catalana (Junts). Imagínense la impunidad mediática y digital que tiene esta gente para machacarnos a nosotros mientras negociamos el traspaso de Rodalies mientras colocan a sus 'amiguetes' en el Consejo de Administración de Renfe. Señora Nogueras, ruedas de prensa con la bandera de España no, pero colocar a sus 'amiguetes' en empresas españolas sí, eh. Eso sí", aseveró con contundencia.
Sin embargo, y pese a que Carles Puigdemont y Orios Junqueras, líderes de Junts y ERC respectivamente, se reunieron el pasado mes de enero por primera vez como símbolo de acercamiento entre las dos principales fuerzas independentistas, lo cierto es que estas tensiones entre ambos partidos vienen de tiempo atrás.
El origen de las tensiones entre los independentistas
El choque entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya se fundamenta en diferencias estratégicas y de liderazgo en el movimiento independentista catalán, así como en tensiones por el reparto del poder en el gobierno y las instituciones. De esta manera, aunque ambas formaciones comparten el objetivo de la independencia de Cataluña, sus caminos y prioridades divergieron en los últimos años, provocando un enfrentamiento constante.
Uno de los puntos de mayor conflicto fue la estrategia sobre cómo avanzar hacia la independencia. ERC, liderada por Pere Aragonès en su momento, y ahora por Oriol Junqueras, apostó por una vía pragmática y negociadora con el gobierno español, priorizando el diálogo y la mesa de negociación con Pedro Sánchez. En cambio, Junts, que sigue teniendo a Carles Puigdemont como su principal figura, defendía, y lo sigue haciendo, una postura más confrontativa y crítica con las negociaciones, insistiendo en la unilateralidad y en mantener la movilización independentista en la calle.
Otra clave del enfrentamiento fue la gestión del gobierno catalán durante la pasada legislatura. Durante la gobernanza en solitario de ERC tras la salida de Junts en 2022, las diferencias se intensificaron. Junts acusó a ERC de ceder demasiado ante Madrid sin obtener resultados tangibles, mientras que los republicanos acusaron a sus antiguos socios de bloquear la acción de gobierno y priorizar sus intereses partidistas sobre los institucionales.
A ello se suma que el control de espacios de poder también generó roces. La batalla por el liderazgo del independentismo llevó a enfrentamientos en instituciones como el Parlament, donde Junts y ERC tuvieron desacuerdos sobre la presidencia y las mayorías parlamentarias. Además, las elecciones generales y municipales fueron otro terreno de disputa, con reproches sobre pactos con el PSOE y la falta de unidad en el Congreso.
De esta manera, el choque entre Junts y ERC, ahora más latente que nunca, es reflejo de una pugna por la hegemonía dentro del independentismo, marcada por diferencias estratégicas, ambiciones de poder y la incapacidad de articular un proyecto común desde el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
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